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viernes, 29 marzo, 2024
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Será difícil de solventar, irregularidades señaladas por la ASF a la FCA: Cárdenas

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ “Hay detrás de los proyectos agencias o despachos vinculados a funcionarios o legisladores”

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■ Silva Chávez, uno de los que autorizó a Edmundo Guerrero el manejo directo de los recursos

Detrás de los proyectos convenidos entre la Unidad Académica de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) y dependencias federales  en 2015, es probable que estén agencias o despachos vinculados a funcionarios o legisladores, los cuales ofrecen servicios de “gestoría” o coyotaje, advirtió el ex rector Rogelio Cárdenas Hernández.

En ese sentido, afirmó que las irregularidades detectadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en la asignación de 219 millones de pesos por concepto de convenios suscritos entre el departamento de Proyectos Estratégicos de la Unidad Académica de Contaduría y Administración, sólo en el ejercicio fiscal de 2015, difícilmente serán solventadas.

“Lo que yo sé es que a Edmundo (Guerrero Sifuentes) le cayó gente que le propuso hacer negocios para conseguir dinero, que había manera de conseguir recursos públicos en donde él, como director, pudiera usarlos para hacer mejoras en la Universidad, para becar a más muchachos, y al mismo tiempo par hacer negocios”.

Entonces “creo que Edmundo fue ingenuo en eso o ambicioso. Yo pienso que el origen está en alguna agencia de estas que consiguen recursos y que llegaron a la FCA, aunque no han dicho quiénes ni con quién llegaron, y les dijeron: ‘de la UAZ sólo queremos una sola ventanilla y nos gustaría que fuera la FCA’”.

Señaló que, de toda la gente que trabaja en dicha unidad académica, “hay por lo menos tres o cuatro gentes que saben de estos mecanismos: Guillermo Huízar, el actual secretario de Finanzas, Jorge Miranda, Emilio Morales Vera y Nicolás Castañeda. Seguramente hay otros que saben del tema, pero ellos tienen contactos suficientes”.

Entre los mencionados, Cárdenas Hernández aseguró que Nicolás Castañeda y Emilio Morales Vera son quienes tienen influencia sobre Edmundo Guerrero Sifuentes, ya que “ellos lo hicieron desde muy joven”.

Aunado a ello, puntualizó que el responsable del departamento de Proyectos Estratégicos era Edmundo Guerrero, pero el operador era Nicolás Castañeda quien “se me hace difícil pensar que no está involucrado porque tiene muchos contactos”.

Por otra parte, explicó que ninguna unidad académica es una ventanilla autorizada para recibir dinero según lo establece la normatividad de la Universidad. Es decir, todo recurso que ingresa a la UAZ, “desde un peso de una copia gasta los subsidios federales”, llegan a las cuentas oficiales y el que maneja eso es el secretario administrativo en concordancia con el Rector.

En este caso, dijo que Emilio Morales Vera y Armando Silva Cháirez, entonces secretario administrativo y rector, respectivamente, fueron convencidos para que Guerrero Sifuentes tuviera facultades para que se le asignara el dinero de los proyectos de forma directa, de tal manera que la Unidad Académica de Contaduría y Administración pudiera recibir, administrar y gastar recursos públicos.

Cárdenas Hernández detalló que, al tener la facultad de administrar los recursos y por necesidades de los propios proyectos, Guerrero Sifuentes abrió varias cuentas bancarias a nombre de la Universidad, a pesar de que nadie puede hacer eso más que el Rector y el secretario administrativo. “Sin embargo, aquí se abrieron decenas de cuentas para que pudieran depositar los recursos”.

Una vez que llegó el dinero, se implementó un operativo para su gasto, para reintegrar una parte y para justificar ello mediante empresas fachada, inexistentes, donde consiguieron facturas. Involucraron a cientos de personas de Zacatecas, porque por lo menos en las listas de nóminas, hay cientos de personas que trabajaron para estos proyectos”.

En el informe de la ASF, expuso Cárdenas Hernández, se exhibe que varios funcionarios de la Sagarpa participaron en el proceso de asignación de los recursos aunque no son mencionados por su nombre, pero sí su puesto.

“Son proyectos que obviamente la FCA no puede realizar. Casi todos son del área agropecuaria y que ellos no están en condiciones de hacerlos, pero ni de inventarlos, pues se trata de proyectos ajenos a la contaduría. Lo que yo supongo que ocurrió, porque no lo dice el documento, es que alguien con acceso a los proyectos simplemente los fue apilando de otros estados, los metió a una base de datos y quedó listo, dijo.

Según lo revela el informe de la auditoría, Cárdenas Hernández informó que fueron 36 empresas las que fueron utilizadas para la transferencia de los recursos, aunque muchas de ellas en realidad no existen, a pesar de estar constituidas legalmente como tales.

“Yo quisiera que Edmundo solventara los señalamientos, pero lo que dice la auditoría es que no va a poder demostrar nada porque está lleno de mentiras, empresas que no existen, documentos comprobatorios alterados y muchas otras cosas”, agregó.

 

El coyotaje en la UAZ

Al ser nombrado secretario de Educación en Zacatecas, durante el sexenio de Amalia García Medina, recordó: “me di cuenta que había adeudos de gestión. Nicolás Castañeda era el secretario de Finanzas y me decía que había esos adeudos gestionados por Apolonio (Castillo) y Guillermo (Huízar) con despachos de Monterrey que gestionaron plazas y había que pagar”.

Se negó a pagar “y así quedó, pero luego empezaron a llegar los emisarios de Vicente Fox a ofrecer dinero para una presa, para tratadoras de agua y otras cosas, pero todos por esa vía, o sea, no eran recursos que estuvieran en el Presupuesto de Egresos de la Federación o que estuvieran etiquetados para Zacatecas. Eran recursos de alguna secretaría o dependencia federal y venían a ofrecerla a comisión. Si quisiéramos una carretera, decían que ellos la hacían y hasta decían con cuál empresa”.

Poco tiempo después, “la UAZ empezó a tener dinero hasta para gastar en lo que no gastaba antes, como en equipos de futbol americano, de futbol soccer profesional, lo que significa que empezó a llegar dinero de eso y empezamos a ver aquí a los operadores de las agencias de gestión de dinero. En estos casos eran de Puebla, conseguían sacar dinero de Hacienda que luego debían comprobar con facturas alteradas”.

Es decir, Cárdenas Hernández expuso que, a cambio de la gestión de recursos para la Universidad, las agencias se quedaban con un porcentaje del dinero y “para mí fue desagradable ver cómo el eficiente esquema de gasto que Alfredo Femat había diseñado para ajustarse poco a poco al subsidio otorgado, se rompió, y ese fue motivo de pleito entre la UAZ y Amalia García”.

La búsqueda de agencias o despachos de gestoría, al finalizar la administración de Alfredo Femat y durante una parte del rectorado de Francisco Javier Domínguez Garay, se realizó, entonces, “para obtener dinero fácil, pero el problema es que se gastaba demasiado en otras cosas”.

Luego se ventiló en una investigación periodística el tema de “los moches” y en ellos estuvieron involucrados José Isabel Trejo, Tomás Torres y otros legisladores quienes consiguieron muchos recursos para la UAZ pero “les decían en qué gastar”.

Para concluir, el ex rector manifestó, “de todo corazón, que Edmundo y su equipo tengan los elementos para solventar esto y que sea lo más rápidamente posible, porque no solo involucran a él, a su familia y a sus amigos, sino desafortunadamente la más mencionada es la Universidad y da la impresión que toda la Universidad está involucrada en estas tranzas”.

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