Las reacciones ante el acuerdo del ayuntamiento de Guadalupe y su posterior autorización en la legislatura para abrir a licitación internacional la concesión del alumbrado público, han tenido además de una gran exposición mediática, posturas diversas entre los opinadores. Unos exaltando el trascendente paso “que otros no se atreven a dar”, los formidables beneficios de que durante diez años el municipio tendrá iluminación de clase mundial, con muy sustanciosos ahorros porque tal iluminación no costará más de lo que ya se paga, etc. Otros condenando la puerta que se abre a la corrupción, lo desaseado de los acuerdos, tanto en el municipio como en la Cámara y la figura misma de asociación público privada para la prestación de un servicio público.
En tales circunstancias y compartiendo en mucho las críticas vertidas, me pareció de interés enfocar la cuestión desde el terreno de los números. El primer aspecto es el monto de la inversión que tendría que realizar la empresa que gane la licitación, que en voz del alcalde Flores Mendoza, publicada en este mismo diario, alcanzaría los 150 o 200 millones de pesos. Asombra la exactitud en la información.
Sin embargo, en la página lamparasyluminarias.com.mx se ofrece el modelo LED AP LL 60 Watts 32 LEDs a 3875.00 pesos 00/cvs por unidad, lo que multiplicado por 15 800 lámparas, sin contar un número indeterminado que se presume ya son de tecnología LED, nos daría un total de 61 millones 225mil pesos. El costo de mano de obra se calcula a razón de entre 8 y 12 % del costo de los insumos. Habría que sumar entonces 7 millones 347mil pesos lo que arroja una inversión de 68 millones 572 mil pesos. Se trata de lámparas que incluyen dispositivos fotosensores que evitan el encendido manual y para los cuales el sistema de monitoreo no debe elevar más allá de los 75 millones la inversión total. Como el exagerado recurso que según esas declaraciones se dedica actualmente a mantenimiento sería innecesario, en opinión de Flores Mendoza el ahorro por este concepto sería de alrededor de 200mil pesos mensuales. Esto es relativo también, ya que en esta versión del convenio, el personal de alumbrado público municipal podría destinarse a labores propias de la empresa, pero con pago del Municipio. Pregunta ¿sería legal un convenio en esas condiciones?
El negocio consiste básicamente en que, atendiendo las cuentas del alcalde, la compañía se embolsaría la diferencia entre lo que ahora se paga a CFE y lo ahorrado, que si las cosas se hacen bien sería mayor al 60%. (Una lámpara de vapor de sodio consume 110 Watts, contra una LED que desde 40 Watts produce mejor iluminación) Con sus propios números, la empresa no invertirá más de 80 millones, incluido el sistema de monitoreo, y se embolsará el 60% de tres millones al mes por diez años, esto es 1millon 800mil pesos, que multiplicados por los 120 meses que hay en diez años da la suma de 216 millones. Números más, números menos: tres veces la inversión inicial.
Esta iniciativa madrugadora, ofrece como buena la alternativa de que el municipio en diez años se quede sin nada, salvo la posibilidad de renovar el leonino contrato y seguir alimentando una ganancia privada, a fin de cuentas “la gente quiere buen servicio, no le importa quién se lo venda” como dijo algún conocedor diputado. La gente de Guadalupe quizá pueda disfrutar de “iluminación pública de clase mundial” pero resulta obligado trasparentar los costos de la inversión inicial.
Sería otro el caso si el plazo de vigencia no se fija mecánicamente a diez años, sino con cuentas claras de la tasa de ganancia a la que la empresa aspire y sea materia de la convocatoria a la licitación, superado ese plazo convenido la sangría para el municipio llegaría a término y empezaría a experimentar un verdadero ahorro.
La segunda opción es invertir en un parque fotovoltaico cuyos gastos fuertes serían la compra de 11mil 376 paneles de 250 Watts, a razón de 3000 pesos por panel: 34millones 128mil pesos, más mano de obra 4millones 95360 pesos, una superficie soleada de 20 000metros cuadrados, más la estructura de instalación que se puede hacer por herreros y albañiles locales por no más de 40 millones de pesos. El costo de transformadores lo desconozco pero los trámites de interconexión con CFE serían casi simbólicos. La medición, en la modalidad de autogeneración sería obligación de CFE. Así las cosas la inversión total rondaría los 148 millones. Sumemos 12 por transformadores, líneas de conducción hacia red, pagos a Comisión. Para un proyecto de estas características la inversión sí rondaría los 170 millones, pero es aún sensiblemente inferior a lo declarado. Todo esto considerando costos a menudeo, pero el trato a mayoristas es mejor. Comprando directo a China, por ese volumen, podrían resultar 30% más baratos y china es líder mundial en producción de este material.
Hay fondos internacionales que financian municipios ecológicos, existe la posibilidad de establecer convenios comerciales con los países productores que abaratan la inversión y fundamentalmente, la cuantía de esa inversión hace posible que Guadalupe se beneficie del buen sol y de un parque fotovoltaico cuya vida media es de 30 años. Miles de toneladas de contaminación para producir la energía para iluminar Guadalupe, ya no se emitirán a la atmósfera de nuestra castigada madre tierra.
En síntesis: además de que las cuentas de inversión y recuperación de la misma no resultan ni medianamente claras, ni para el usuario, ni para el municipio hay ahorro: el usuario seguirá pagando el DAP que resulte de aplicar el 8% a su consumo y el municipio seguirá pagando lo mismo, solo que un 30% a CFE y el 70% para los nuevos amos, que eventualmente ganen la licitación. Así las cosas, llamándole como le llamen, aunque es una privatización de la ganancia de un servicio público municipal, ¿Cómo nos pueden pedir que tengamos confianza? ■
