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viernes, 19 abril, 2024
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Docente y alumno de la Upiiz-IPN, posibles responsables de plagio de un proyecto de innovación tecnológica

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ Se trata de una idea de innovación tecnológica que obtuvo un primer lugar

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■ Mahatma Vázquez, alumno de Ingeniería Mecatrónica, dijo que el proyecto lo elaboró desde 2014

■ Se trata de un dispositivo mecatrónico que se coloca en unidades de transporte público

■ Señala que partir de febrero de 2015, el estudiante Max Brayan Sauceda Tinajero comenzó un proyecto similar en la asignatura denominada Sistemas Embebidos

Un docente y un alumno de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería campus Zacatecas del Instituto Politécnico Nacional (Upiiz-IPN) podrían ser responsables del plagio de un proyecto de innovación tecnológica, mismo que obtuvo el primer lugar en la última edición del Encuentro Nacional de Investigadores organizado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

Mahatma Vázquez Arceo, estudiante de Ingeniería Mecatrónica, aseguró que ese proyecto lo elaboró desde 2014, primero en la asignatura de Metodología de la Investigación y después lo desarrolló en la materia denominada Trabajo Terminal, el cual es una de las formas de titulación del instituto.

Al conocer el proyecto, uno de los docentes revisores del proyecto ofreció a otro de sus estudiantes desarrollar la idea que a la postre obtuvo premios en varios concursos a nivel estatal y nacional.

De acuerdo con Chris Park, de la Universidad de Lancaster, en la Gran Bretaña, “el plagio es cuando una persona toma las ideas o palabras de otra persona y las utiliza en algún trabajo oral o escrito sin darle crédito a la persona cuyas ideas o palabras se están utilizando”, y puede ocurrir de forma intencional o de forma no intencional. Independientemente de la intención, el plagio es clasificado como una conducta académica deshonesta.

El proyecto consistió en el desarrollo de un dispositivo mecatrónico que, al colocarse en las unidades de transporte público, éste envía la posición en tiempo real del autobús en su ruta, mientras que, a través de una aplicación móvil, el usuario puede conocer el tiempo que tardaría en llegar al lugar donde lo espera o a otro punto determinado.

De acuerdo con la descripción del dispositivo, tiene la capacidad de leer tarjetas de radiofrecuencia inalámbricas para que los usuarios no utilicen dinero en efectivo. Además, cuenta con una pantalla en la que aparece el saldo de la tarjeta que sería de prepago.

“La información recolectada por el aparato se va a un servidor y éste la procesa para almacenar las coordenadas del autobús y guardar en una bitácora las veces que se utilizaron las tarjetas para tener un registro de ellas. También tiene campos exclusivos para que cada tarjeta esté referenciada a una persona”, explicó Vázquez Arceo.

Por último, todos esos datos se interpretan en una aplicación para telefonía móvil, de manera que los usuarios consultarían el saldo de su tarjeta de transporte y conocer, de acuerdo a la posición del GPS y la ubicación última que envió el autobús, determina la unidad más cercana y calcula el tiempo estimado de su llegada al lugar donde se encuentra la persona o a algún punto predeterminado.

La idea de desarrollar ese proyecto surgió en la asignatura de Metodología de la Investigación, en la que los alumnos deben entregar un protocolo que deberá ser desarrollado previa evaluación de tres docentes que fungen como revisores y quienes además determinan si la idea es apta para realizarla como Trabajo Terminal, que es una de las opciones de titulación.

Si dos de los tres profesores validan el proyecto, el estudiante tiene la opción de tomar la asignatura de Trabajo Terminal y ahí desarrollar el proyecto. En su caso, el protocolo lo elaboró en el semestre agosto-diciembre de 2014 y en el transcurso del 2015 continuó con su elaboración.

Un documento oficial del Consejo Zacatecano de Ciencia, Tecnología e Innovación (Cozcyt), firmado por el director Agustín Enciso Muñoz, constata que esa dependencia otorgó recursos a Vázquez Arceo (8 mil pesos) en 2014, para apoyarle en la compra y adquisición de los componentes que requería el dispositivo de su proyecto.

El oficio señala que “Mahatma Vázquez Arceo fue acreedor a un apoyo económico institucional sufragado por el proyecto federal Conacyt denominado Estrategia Nacional para Fomentar y Fortalecer la Difusión y la Divulgación de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en las Entidades Federativas: Zacatecas 2014, para el desarrollo del proyecto ‘Desarrollo de un sistema embebido inalámbrico localizable mediante una aplicación móvil para su uso en el transporte público’”.

El protocolo de investigación para realizar el proyecto fue entregado, como se mencionó, en el semestre de agosto-diciembre de 2014, y de acuerdo con el testimonio de Vázquez Arceo, uno de los maestros revisores, Teodoro Ibarra Pérez, pudo haberlo mencionado en clase, con uno de los grupos de Ingeniería en Sistemas Computacionales.

Luego, a partir de febrero de 2015, el alumno Max Brayan Sauceda Tinajero comenzó un proyecto similar en la asignatura denominada Sistemas Embebidos, la cual era impartida por el docente mencionado.

Sin embargo, para ese momento ya había recibido el apoyo al Cozcyt “y con eso compré los componentes que necesitaba para desarrollar el dispositivo y elaborar la primera etapa del proyecto. Al final les mandé un reporte de lo que se compró y trabajó”, según expuso el afectado.

Tiempo después alguien le comentó que otro alumno había trabajado el protocolo de un proyecto muy similar al suyo en la asignatura que le impartía Ibarra Pérez, el cual se entregó durante el semestre enero-julio de 2015.

En ese sentido, el inconforme señaló que “la escuela debe tener algún archivo en el que se puede demostrar que Max entregó su protocolo después que yo, y ahí se va a constatar también que son muy similares”.

Dirigido al director interino de la Upiiz-IPN, Sergio Hernández Garrido, el estudiante entregó un oficio el 8 de diciembre de 2016 en el que solicitó una investigación del caso para comprobar que se incurrió en plagio.

En el texto, Vázquez Arceo exigió la investigación del caso, pues Max Brayan Sauceda Tinajera, “en complicidad con mi revisor de protocolo, Teodoro Ibarra Pérez”, ha hecho uso de su proyecto titulado “Desarrollo de un sistema embebido inalámbrico localizable mediante una aplicación móvil para su uso en el transporte público”.

“Solicito que la institución derogue o nulifique los títulos o premios que con mi trabajo intelectual el citado alumno está usufructuando, apoderándose de mi inventiva y acervo intelectual”, indica el documento.

El 6 de diciembre pasado, el portal de difusión del Conacyt (www.conacytprensa.mx), publicó una nota informativa sobre el premio que obtuvo el proyecto en el Encuentro Nacional de Investigadores que se realizó en octubre del 2016 por convocatoria del propio consejo y de la Universidad de Guanajuato.

El cabezal de la nota es “Crean app para optimizar rutas de transporte público de Zacatecas” y el primer párrafo expone que “el ingeniero en sistemas computacionales Max Brayan Sauceda Tinajera diseñó un sistema para la visualización de transporte público de la zona conurbada de los municipios Zacatecas y Guadalupe. Este sistema incluye una aplicación móvil llamada Suben, que ya se encuentra disponible de forma gratuita para dispositivos Android, en la tienda de Google Play”.

La nota de la Agencia Informativa del Conacyt señala también que el proyecto fue seleccionado por el Instituto Tecnológico Superior de Fresnillo (ITSF) y el Cozcyt para representar a Zacatecas en el Encuentro Nacional de Investigadores 2016, donde obtuvo el primer lugar en el área de ingeniería e industria. “El evento contó con aproximadamente 300 participantes de diferentes categorías y fue efectuado en fechas recientes en la ciudad de Guanajuato, Guanajuato”.

También señala que “el proyecto fue resultado de su trabajo terminal de licenciatura en Ingeniería en Sistemas Computacionales (ISC), bajo la asesoría de los profesores investigadores de la Upiiz-IPN Christophe Ndjatchi Mbe Koua y Teodoro Ibarra Pérez. El desarrollo inició en febrero de 2015 y finalizó en enero de 2016”.

Al enterarse que el proyecto había obtenido ese premio, Vázquez Arceo también acudió al Cozcyt para preguntar sobre la selección de ese proyecto para participar en el concurso, pero la dependencia se deslindó de ello y precisó que la iniciativa de participar fue por el propio estudiante. También le proporcionaron un oficio en el que la dependencia constata que otorgó recursos a ese proyecto en 2014.

En una conversación grabada entre Vázquez Arceo e Ibarra Pérez, el docente asume que pudo haber tenido responsabilidad en el problema al comentar a sus estudiantes la idea que había leído previamente, pero argumenta que lo hizo para ejemplificar proyectos que podrían desarrollar en su materia de Sistemas Embebidos.

“A lo mejor sí hice eso, Mahatma, en mi clase de Sistemas Embebidos. Como yo ya había leído su proyecto, al momento de generar ideas para que ellos hicieran su proyecto. Les comenté a lo mejor, no me acuerdo si lo hice o no lo hice. De veras no le robé la idea”, expone el docente.

Para tratar de resolver la situación, Ibarra Pérez comenta que tiene la disposición para renunciar a ser asesor de Sauceda Tinajera, y en caso de que el conflicto llegase a la dirección de la Upiiz, su postura sería en contra de que hubiese dos proyectos iguales; “llevar dos proyectos iguales es falta de ética, estoy de acuerdo, y en dado caso voy a levantar la mano y voy a ser el primero en no estar de acuerdo porque son iguales”.

“Yo no estoy dispuesto a que los dos trabajen el mismo. Se lo digo y se lo sostengo, yo voy a pelear por eso. No van a trabajar los dos el mismo proyecto: o trabajan juntos o Max trabaja en otro proyecto, porque eso no es ético”, agrega.

El estudiante sugirió que ambos trabajaran el mismo proyecto en equipo, para evitar el problema que finalmente se presentó, pero Max se negó con el argumento que prefería realizarlo él solo.

El 8 de diciembre pasado, como se previó en esa conversación, la dirección de la Upiiz-IPN, a cargo de Sergio Hernández Garrido, convocó a una reunión para atender el conflicto, pero Vázquez Arceo aseguró que se le notificó en el momento en que ya estaba por comenzar.

Al llegar a la reunión, Mahatma afirmó que los asistentes (director interino, docentes revisores y asesores) ya habían elaborado una minuta en la que se determinó que no hubo plagio y se negó a firmarlo como ya lo habían hecho los demás, incluso Teodoro Ibarra Pérez, quien había asegurado que se manifestaría a favor de que Sauceda Tinajera emprendiera otro proyecto distinto.

“Cuando llegué todos se habían puesto de acuerdo en que no era plagio y que no pasaría nada, que así como Max tuvo la oportunidad de presentar el proyecto, yo también la tuve y la escuela no tuvo nada que ver. Hicieron el oficio y días después me hablaron para firmarla pero no quise asistir”.

Luego de todo lo ocurrido, Vázquez Arceo denunció que recibió advertencias de parte de varios funcionarios de la Upiiz-IPN para evitar que el caso trascendiera a la opinión pública.

Además, durante todo ese tiempo “el director Sergio Hernández Garrido, Brisa Rico Luna, jefa del departamento de Evaluación y Seguimiento Académico, y mi asesor Fernando Olivera, cada uno de ellos por separado, me dijeron que no era plagio porque plagio es cuando alguien copia textualmente algo de un documento y lo pone en otro como si fuera propio”.

No obstante, consultó a un funcionario del Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) y éste le explicó que las ideas también pueden ser objeto de plagio y se les considera como tal en caso de que pueda comprobarse.

En efecto, el proyecto de ambos alumnos es muy similar. El de Mahatma Vázquez Arceo lleva como título “Desarrollo de un sistema embebido inalámbrico localizable mediante una aplicación móvil en Android para su uso en el transporte público”, mientras que el de Max Sauceda Tinajera se llama “Sistema para la visualización del Transporte público de la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe”.

El primero expone en su introducción que consiste en “la elaboración de un dispositivo embebido capaz de enviar su posición a través de un sistema de comunicación inalámbrica. La posición es presentada en una aplicación desarrollada para Android. El sistema está orientado al rastreo de autobuses y consta de dos partes, la aplicación móvil en Android y el dispositivo que se localiza. La aplicación cuenta con una interfaz accesible donde el usuario puede visualizar las coordenadas de la posición del autobús. El diseño de la aplicación se realizó con la API de Google Maps para poder visualizar la posición del dispositivo y actualizar la ruta del autobús. El dispositivo embebido está compuesto de una tarjeta programable la cual se le adapta un módulo GPS y RFID”.

“Dicha tarjeta leerá la información del GPS y RFID posteriormente la enviará a un servidor donde está montada una base de datos, la cual quedará lista para ser consultada por la aplicación móvil. La base de datos por otro lado, almacenará la información geográfica de la referencia territorial como lo son latitud y longitud así como el dato de la lectura del RFID. Este trabajo pretende recorrer los primeros pasos hacia la implementación de un sistema completo incluyendo el cobro de pasaje para con ello poder ayudar a las personas que usan el transporte público en Zacatecas, de modo que los usuarios puedan conocer una aproximación de la posición del autobús y de esta manera lograr que los usuarios puedan administrar mejor sus tiempos”.

El segundo, que indica como fecha de inicio en febrero de 2015, plantea que “un tema importante en el desarrollo urbano actual es el diseño de sistemas de transporte público eficientes. Las ciudades se ven en la necesidad de crear, mantener y mejorar una red eficiente de transporte público y para el desarrollo urbano actual es esencial el diseño de sistemas de transporte adecuados a la estructura urbana de cada ciudad, que cumplan con la ardua labor de llevar a sus usuarios a sus trabajos, escuelas y hogares día con día”.

“Las unidades de transporte público se encuentran en mal estado y son de modelos antiguos lo cual demuestra el retraso tecnológico que presenta el sistema de transporte. Muchas de las personas no conocen en su totalidad los lugares por donde pasan todas las rutas del transporte público y no se encontró en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes una aplicación móvil para la ciudad de Zacatecas que brinde un mapa o trazado de estos trayectos a disposición de la ciudadanía”.

Plantea entonces el desarrollo de “un sistema prototipo que ayude a los usuarios del transporte público que cuenten con un dispositivo Android a conocer la trayectoria que siguen cada uno de los camiones que circulan por la zona conurbada Zacatecas-Guadalupe además de la ubicación en tiempo real aproximado de uno de ellos”.

Ante el presunto plagio, Mahatma decidió agregar otros elementos a su proyecto, entre ellos un mecanismo para que el dispositivo pueda leer el código de barras de las credenciales de los estudiantes y que estos puedan pagar su pasaje con prepago, a lo cual se mostró interesado el transporte de la Coordinadora de Estudiantes Becarios de la Universidad Autónoma de Zacatecas (Cebuaz).

La aplicación “Suben”, que se diseñó a partir del proyecto de Max Sauceda Tinajera, se puede encontrar en Google Play y está disponible para ser instalado en teléfonos celulares u otros dispositivos móviles.

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