■ Yo emprendo por Zacatecas
A la mayoría de los mexicanos nos preocupa lo que está sucediendo en el país en lo económico, político y social. Los jóvenes vemos un panorama incierto y nebuloso de nuestro presente y futuro, no vemos con claridad un proyecto de país con horizonte de largo plazo con objetivos y metas a corto, mediano y largo plazo, gobiernos van, gobiernos vienen, unos regulares y la mayor parte malos. Cada seis años se busca con ocurrencias reinventar a México y a sus estados, no hay continuidad en las políticas públicas y programas, máxime si son de signos partidistas distintos.
Hoy somos un país donde en muchos ciudadanos hay hartazgo, desconfianza, desánimo, pesimismo y en otros pasividad y conformismo, originado esto por diferentes situaciones, entre ellas: por el crecimiento exponencial de la corrupción e impunidad que corroe a los tres poderes y tres niveles de gobierno, a los partidos políticos y a diferentes actores de la esfera privada; por el crecimiento exponencial de la violencia e inseguridad y de la violación de los derechos humanos; por la falta de impartición de justicia pronta y expedita; por la incipiente democracia en los procesos electorales, en los cuales campean la guerra sucia, las transas electorales y la compra de votos, todo ello con la omisión de los órganos electorales; por el incumplimiento de los compromisos contraídos en las campañas políticas; por el desempleo generalizado y la falta de oportunidades para los jóvenes; por la pobreza galopante, la desigualdad social y los altos índices de migración de connacionales que hoy son maltratados y perseguidos en Estados Unidos.
En materia económica México perdió el rumbo desde los años ochentas al adoptar el modelo económico neoliberal recomendado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, modelo que tiene como tesis, el abandono del Estado mexicano en la rectoría de sectores estratégicos como el energético, educación, salud y campo; para dar paso a las fuerzas del mercado de libre competencia y a la inversión privada nacional y extranjera. Recomendaciones que se hicieron a fin de que México pagara “la impagable” deuda externa contraída por el derroche de recursos públicos a expensas del supuesto “boom petrolero” de inicios de los años ochentas, lo que elevó la deuda externa de 21 mil millones de dólares de 1977 a 76 mil millones de dólares para 1982, aunado al oneroso gasto en la reconstrucción de la ciudad de México, víctima de la gran tragedia del terremoto de 1985.
Lo inexplicable es que a más de tres décadas se continué con ese modelo económico neoliberal, hoy fracasado, agotado y abandonado, incluso por los países industrializados que lo recomendaron, el cual en México y en Latinoamérica resultó en un incremento de los índices de pobreza y desigualdad social. Veamos algunos ejemplos, en el ámbito de la educación, es claro el desentendimiento irresponsable del Estado en el fortalecimiento la educación pública en todos sus niveles, desde preescolar hasta el universitario, aunque el Secretario de Educación declare ante niños y jóvenes que tienen un futuro promisorio, lo cierto es que la inversión en educación pública en términos reales ha disminuido, afectando su calidad, equidad y cobertura; basta observar cómo se escamotean los recursos a la Universidad Autónoma de Zacatecas, la gran formadora de la amplia mayoría de los profesionistas de la entidad y de otros estados, lo mismo sucede con otras instituciones públicas de educación básica, media superior y de educación superior, subyace el objetivo de privatizar la educación.
En salud también hay visos hacia la privatización, somos testigos de las grandes carencias de infraestructura, personal médico, materiales y de medicamentos que existen en los hospitales públicos, incluso en la atención de los derechohabientes del IMSS y del ISSSTE, el supuesto sistema único de salud reducirá el número de padecimientos y enfermedades a atender –incluyendo las crónico degenerativas- y el cuadro básico de medicamentos. La seguridad social y las pensiones de los trabajadores están en riesgo.
En materia de producción de alimentos el escenario es adverso desde que se implementó el TLCAN en 1994, las políticas equivocadas de los gobiernos, al favorecer las importaciones desleales han conducido a la quiebra de los productores de granos, leche y carne, al grado que hoy tenemos una dependencia agroalimentaria del exterior, principalmente de Estados Unidos de la mitad de lo que consumimos los mexicanos.
En materia energética estamos sufriendo ya las consecuencias de la reforma energética, los gasolinazos, los incrementos sin precedentes a los precios de las gasolinas, diesel, gas y electricidad, al grado que hoy pagamos gasolinas de las más caras del mundo, siendo un país productor de petróleo, lo que está generando en cascada una alta inflación por los incrementos de precios en las mercancías y servicios. El abandono en el mantenimiento de las actuales refinerías y la falta de construcción de otras nos ha conducido a importar el 60% de las gasolinas.
Por otro lado, la corrupción y la impunidad, el despilfarro de los recursos públicos, aunado a las ineficiencias de los malos gobiernos, está llevando a la quiebra a nuestro país, al descontento social y al rechazo de la actual clase política a punto de caer en la ingobernabilidad. Por todo lo anterior digo ¿a dónde vamos como país?
Es necesario recuperar la confianza en las instituciones, en la política y en los gobiernos; para ello, se requiere un golpe de timón, cambiar el modelo económico neoliberal por un modelo económico nacionalista, que anteponga los intereses nacionales sobre los intereses privados y del extranjero, con menor dependencia externa; fortalecer nuestra soberanía nacional; democratizar la toma de decisiones para enfrentar los grandes problemas nacionales; erradicar la corrupción y la impunidad, entre otros.
¡Los jóvenes no queremos asumir el papel de víctimas, queremos participar de manera proactiva en la construcción de nuestro presente y futuro, queremos ser protagonistas de un cambio verdadero de nuestro país en beneficio de su gente! ■
*Maestro en Administración
FB: @mejiaharo
