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martes, 16 abril, 2024
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Zacatecas. Maldición de la abundancia y de la ineptitud

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Por: RODOLFO GARCÍA ZAMORA •

El pasado 12 de septiembre Alejandro Tello Cristerna (ATC) asume la gubernatura estatal en condiciones de quiebra financiera por el inepto y corrupto gobierno de Miguel Alonso, del cual formó parte como secretario de Finanzas, quien deja una deuda de 7 800 millones de pesos. El gobierno de Tello inicia con una doble definición negra para el futuro de los zacatecanos: no hace ninguna investigación sobre la enorme corrupción del gobierno anterior y  la integración de un equipo de gobierno formado en su mayoría por mapaches, por alonsistas, sin formación, sin capacidad técnica ni experiencia en políticas públicas y dos secretarios fantasmas recomendados por el asesor principal de Alonso. Siete meses después, en febrero de 2017 el fracasado gobierno de Tello en la picota nacional comenzará a pagar las consecuencias de esas decisiones.

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En septiembre, el gobierno de Tello intenta una estrategia de emergencia financiera con ahorros en teléfonos y gasolina, cobros a deudores morosos y cobro a 60 mil autos “chocolates” en el estado. Con estas propuestas ATC va a la Secretaría de Hacienda en varias ocasiones,  la cual con una deuda de 9 billones de pesos, se niega a dar cualquier apoyo ante el desastre financiero dejado por Alonso y la ausencia de propuestas económicas serias para el estado que reviertan la quiebra y puedan generar un verdadero desarrollo integral .

A finales de octubre ATC y su equipo deciden ofrecer 2 millones de hectáreas del Semidesierto a las grandes corporaciones mineras cancelando la iniciativa del gobierno anterior de crear la Reserva Natural Protegida en 2014, a cambio de un supuesto impuesto ambiental que les daría 400 millones de pesos pidiendo a Semarnat cancelar dicha iniciativa por la posibilidad de que se establecieran en esa región  inversiones por 3 mil millones de dólares y 5 mil empleos. La actitud lacayuna de Tello y sus funcionarios hacia esas corporaciones fue extrema en contra del medio ambiente, de las comunidades y el futuro de cien mil zacatecanos de esa región. Su entreguismo (que hoy lamentan) solo fue equiparable a su ignorancia. Tello mismo llego a declarar que dado que las mineras no pueden cumplir la Ley Ambiental hay que evitar la Reserva Natural para que sigan invirtiendo (despojando y destruyendo) en el estado. Su ignorancia o complicidad, como la del gobierno anterior, les lleva a la ilusión de que la minería es la clave del desarrollo económico de Zacatecas, olvidando que durante 470 años el estado ha sufrido la destrucción del territorio y recursos naturales,  el despojo de su riqueza y la expulsión masiva de su habitantes por esa actividad y sigue siendo un estado pobre, marginado, con violencias crecientes, corrupción e impunidad institucional.

En el mes de noviembre el gobierno de Tello asumiendo que la cancelación de la Reserva Natural protegida como entrega para el despojo y destrucción de las empresas mineras le daba el derecho a pedirles un mayor aporte fiscal para las finanzas estatales anuncia que en la propuesta de ingresos 2017 contemplara un impuesto ecológico para la minería y otras actividades que afecten el medio ambiente para compensar la reducción anunciada en el presupuesto federal y paliar los estragos dejados por la corrupción alonsista. Desde ese momento, públicamente las corporaciones mineras extranjeras y mexicanas, representantes del gobierno de Canadá y otros actores señalaron la improcedencia de dicho impuesto al ser prerrogativa de la Federación la cuestión impositiva sobre la actividad minera. La ignorancia, la ineptitud y la arrogancia del “nano poder” del gobierno estatal y su control del Congreso local les hizo aprobar en la Ley de Ingresos 2017 el nuevo impuesto ecológico con el cual pretenden obtener 1200 millones de pesos, ignorando la falta de sustento legal de dicha iniciativa.

La euforia tellista duró pocas semanas, las corporaciones mineras y la cervecera Modelo con la experiencia de corporaciones mundiales de poder, control, negociación e incidencia gubernamental, iniciaron sus maniobras legales de amparos contra dicho impuesto y para el mes de febrero promueven una estrategia de presión mediática contra ese impuesto y el gobierno de ATC. Para ello instrumentan al sindicato minero como grupo de presión y choque, a las organizaciones de profesionistas mineros y geólogos como un segundo sector de denuncia y presión, con una campaña falaz de que el impuesto del 2% afecta drásticamente la minería y la llevaría a su desaparición en Zacatecas. Las tres semanas de febrero han sido intensas en descalificaciones y presiones contra el gobierno estatal, de una virulenta  campaña mediática, de  declaraciones catastrofistas sobre la supuesta quiebra minera y finalmente el otorgamiento de amparos a favor de las mineras y la cervecera. La culminación ha sido  la llamada traición de Peña Nieto a ATC por su controversia constitucional contra el impuesto ecológico. Hoy cuando Alejandro Tello sufre el escarnio nacional por su ineptitud, ignorancia y complicidad con el gobierno de Miguel Alonso, resaltan las dos definiciones del inicio de su gobierno de solapar la corrupción de este, asumiendo la quiebra financiera y política de su gobierno y la ineptitud de la mayoría de su gabinete que tomando una reivindicación ética correcta en contra del despojo de la riqueza y del agua de los zacatecanos por parte de la cervecera y las grandes mineras fueron incapaces de formular una propuesta técnica y jurídica sustentada que efectivamente impida la impunidad del ecocidio del territorio de Zacatecas, la generación de enormes pasivos ambientales que comprometen su futuro y exija una fiscalidad proporcional a la riqueza que se llevan y al daño ambiental que provocan.

Hoy el gobierno de Tello aplastado por la estrategia de las corporaciones mineras y cervecera, apoyadas por el poder judicial y el mismo Peña Nieto, abandonado por su partido político, por el Congreso local, por los diputados federales y senadores, promueve una campaña de autojustificación de “triunfo moral” por “luchar por los zacatecanos”,  que  él mismo refuta cuando declara públicamente el pasado 24 de febrero que no dará marcha atrás en bloquear la Reserva Natural Protegida porque su interés es Zacateca y el empleo, y en el Semidesierto hay 400 denuncios mineros y esa actividad aporta el 28 del PIB estatal. Es decir, al no tener ningún proyecto económico serio para el estado,  sigue al servicio de esas corporaciones. La ignorancia y la ingenuidad de Tello es enorme, rayana en el masoquismo con las grandes corporaciones mineras y cervecera, que lo aplastan políticamente y el sigue subordinado a sus intereses. Este masoquismo es equiparable al de Peña Nieto con Trump que tiene a México al borde del desastre. n

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