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jueves, 25 abril, 2024
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La independencia moral es el sostén de la dignidad

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Por: AQUILES GONZÁLEZ NAVARRO •

■ Miscelánea

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Noticia de la semana que concluye: la visita de funcionarios de Estados Unidos a México. El secretario de Estado, Rex Tillerson, y el de Seguridad Interna, John Kelly, quienes fueron recibidos por el presidente Enrique Peña Nieto y por Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, mientras en el vecino país del norte su presidente Donald Trump, arremetía contra los mexicanos, anunciando acciones de corte militar.

“La relación puede ser buena, y si no, pues no”, dijo Trump, al destacar la supremacía de los intereses de los Estados Unidos sobre los de México.

Mientras la visita ocurría en la capital del país y las bravuconadas de Trump el “canalla” en los Estados Unidos, aquí en Zacatecas y con cargo al Plan Mérida, emisarios de la embajada norteamericana donaron “desinteresadamente” equipo de cómputo al Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJEZ).

El Plan Mérida- sabemos los mexicanos- es instrumento de los Estados Unidos en todo el mundo, sólo que con diferentes nombres, y consiste en la donación de diversos apoyos, sobre todo dólares y material bélico, a cambio de que el país receptor acepte la penetración de agentes de la CIA, que supuestamente vigilarán el buen uso de lo regalado. La soberanía sale sobrando.

Fue Felipe Calderón quien comprometiendo la soberanía de México a cambio de varios miles de millones de dólares, aceptó la entrada y permanencia en el país de más de cien agentes (espías) de la CIA, la introducción de armas de uso militar que se entregaron a grupos de delincuencia organizada (operación Rápido y Furioso), la modificación constitucional para autorizar la venta de playas a extranjeros y la implementación del Sistema de Justicia norteamericano, mejor conocido como Juicios Orales.

La “ayuda” a que lleva el Plan Mérida significa algo más delicado: la militarización del país que ya se discute en el congreso, con la iniciativa de Ley de Seguridad Interior y que da legalidad y permanencia a la intervención del Ejército mexicano en tareas de Seguridad Pública.

La “colombianización” siguió igual metodología en la hermana República de Centroamérica. Luego se sometió al ejército de aquel país al  Comando Sur de los Estados Unidos. En nuestro caso sería con el Comando Norte. Hay avances al respecto:

En “índice político” del articulista de “El Universal” Francisco Rodríguez, se dice: “Anote Usted la fecha, 13 de mayo de 2016. Ese día dejó de existir el Ejército Nacional Mexicano, al integrarse la Sedena y Marina Armada al Comando Norte,” al asistir los titulares, Cienfuegos y Soberón al cambio de mando, donde la general Lori Jean Robinson, relevó al almirante William Evans.

“México se ha convertido en un exportador global de seguridad en este continente y más allá de él”, dijo Robinson.

Sería deseable que el gobernador Alejandro Tello, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Lic. Armando Ávalos Arellano y el  Presidente de la Legislatura, en acuerdo histórico que sería de trascendencia nacional, determinaran públicamente la negativa para aceptar cualquier donación que provenga de los Estados Unidos en relación con el Plan Mérida.

Mi amigo el diputado Luis Medina, es sujeto obligado a plantearlo a los diputados.

Además, conociendo a los “desinteresados” donadores, ¿quién garantiza que los sistemas de cómputo que estrenará el Tribunal, no contengan elementos tecnológicos para transmitir información privilegiada a los generosos aportadores?

“LA INDEPENDENCIA MORAL ES EL SOSTÉN DE LA DIGNIDAD. Si el hombre aplica su vida al servicio de sus propios ideales, no se rebaja nunca… El que cifra su ventura en la protección de los poderosos vive desmenuzando su personalidad, perdiéndola en pedazos como cae en fragmentos un miembro gangrenado. Su lengua pierde la aptitud de articular la verdad. Aprende a besar la mano de todos los amos y, en su afán de domesticarse, él mismo los multiplica.

Para seguir el derrotero de la dignidad debe renunciarse a las cosas bastardas que otorgan los demás; todas tienen por precio una abdicación moral. El mayor de los bienes consiste en no depender de otros y en seguir el destino elaborado con las propias manos”, dice José Ingenieros en “Las fuerzas morales”.

BIEN POR TELLO. MAL POR PEÑA:

El pago de un impuesto por contaminación ambiental, que se cobraría a las empresas mineras, es en mi opinión correcto y se da dentro del ámbito constitucional. Peña Nieto está atrapado dentro de los intereses transnacionales que implican los propios y su deformación antipatriota, de allí su controversia constitucional en contra de Zacatecas.

Zacatecas tiene la razón. Habrá que esperar la resolución de los Ministros de la Suprema Corte, designados por la voluntad de los Fox, los Calderón y los Peña; mareados además por salarios millonarios. Ojalá se imponga la dignidad y la razón jurídica. ■

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