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viernes, 29 marzo, 2024
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Derechos humanos de los migrantes deben prevalecer

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Por: CAMERINO ELEAZAR MÁRQUEZ MADRID •

Luego de la entrada en vigor de las políticas migratorias de Donald Trump, existe la posibilidad que se duplique la cantidad de deportaciones de mexicanos que radican en Estados Unidos, de 350 mil pasaría a 700 mil, así los han alertado expertos en el tema. Debo puntualizar que tales acciones violan los derechos humanos de la comunidad migrante.

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Es importante que existan programas de información y de apoyo que intervengan en favor de la defensa y protección de los derechos humanos y políticos de la comunidad migrante, para que exista conocimiento de éstos, y con ello los hagan valer ante cualquier intento de deportación. Además, eso ayudaría a que los más de once  millones de mexicanos que viven allá se involucren en las decisiones y  acciones que definen el futuro de Estados Unidos.

También, es fundamental que la población mexicana nos sumemos y solidaricemos con las causas de los migrantes, particularmente de los connacionales que viven de forma ilegal en el país del norte, pues la situación por la que atraviesan es lamentable e incierta, incluso podría desencadenar diversas crisis sociales y económicas en dicho país y en México.

En ese sentido,  el gobierno mexicano debe actuar en consecuencia y en beneficio de la población que posiblemente retorne a nuestro país, de manera inmediata debe dar a conocer cuál será el plan que implementará ante la llegada de los miles de paisanos, esencialmente para que se puedan insertar en trabajos formales, así como estudiar en las instituciones del país.

En los programas de apoyo que el gobierno tiene que implementar, se debe considerar que también existe la posibilidad que sean deportados los jóvenes que cuentan con el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia y Acción Diferida para Padres de Ciudadanos y Residentes Permanentes (DACA y DAPA, respectivamente y por sus siglas en inglés: Deferred Action for Children Arrivals y Deferred Action for Parents of Americans).

Sin embargo, a los mexicanos nos ha quedado claro que hay desinterés por parte del gobierno federal y la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), para atender a la brevedad tales circunstancias, ya que hasta ahora no han tomado medidas precisas para defender el futuro de nuestros connacionales, tampoco existen acciones que aporten para que la relación con Estados Unidos sea benéfica para las personas migrantes.

El gobierno mexicano no le ha exigido al de Norteamérica que detenga sus constantes amenazas y ofensas hacia México y su población, particularmente migrante. Sólo ha hecho uso de las redes sociales para intentar contrarrestar los efectos mediáticos que se han generado por las políticas implementadas por Donald Trump, estrategia que tampoco le ha funcionado.

El papel desempeñado por las autoridades mexicanas ante Trump, lo podemos identificar desde el momento en que el ahora titular de la SRE, Luis Videgaray, como secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), organizó la visita a México del entonces candidato republicano, en agosto del año pasado, pese al discurso de odio, racismo y xenofobia, principalmente contra México y su población migrante.

Desde tan inaceptable acontecimiento, quedó a los ojos del mundo que el propio gobierno de México abonó para que la violación a los derechos políticos y humanos de los migrantes siguiera, como hasta ahora. Ante ello, es momento que se consolide un programa viable que garantice que las personas migrantes en retorno tendrán la posibilidad de continuar con sus proyectos personales y profesionales.

Las radicales leyes antinmigrantes de Trump han provocado que la intervención de las organizaciones de apoyo a la comunidad migrante así como las que defienden los derechos humanos, estén sirviendo como parteaguas para que la sociedad civil en México y en Estados Unidos, salga a las calles en la defensa de las personas que están viéndose afectadas por tales políticas.

Por lo cual, las autoridades mexicanas también deben intervenir, considerando la inclusión de leyes que coadyuven a que los jóvenes, mejor conocidos como los ‘dreamers’, tengan la posibilidad de cumplir con sus planes de vida ahora en México, teniendo claro que ellos son un sector de la sociedad migrante que creció en un entorno cultural y social absolutamente diferente al de este país.

Frente a las decisiones y actos que se han implementado en Estados Unidos, el pueblo mexicano ha reaccionado y el gobierno no; ante ello, es necesario que a nivel exterior, México diversifique sus relaciones con otras naciones, en las que se genere una estrategia y acción inmediata, y que al interior se logre concretar un plan que permita la adecuada inclusión y el respeto de los derechos humanos de la comunidad mexicana en retorno. ■

*Secretario de Organización del Comité Ejecutivo

Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD)

 

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