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jueves, 28 marzo, 2024
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El escenario está listo para iniciar los esfuerzos unitarios de las izquierdas

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Por: RAYMUNDO CÁRDENAS VARGAS •

El pasado sábado 4 de febrero en la Ciudad de México se realizó un evento convocado por el agrupamiento denominado Por México Hoy (PMxHoy), que encabezan el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas S. y el Senador Alejandro Encinas R., en el que dieron a conocer un importante documento titulado “Llamado por México. Lineamientos Generales para un proyecto de país”, en cuya parte conclusiva plantean: “Conviene entonces, hacer un llamado a todos los grupos, a todas las iniciativas que hoy están planteando la unidad de todos los demócratas, de todos los progresistas, los liberales, los que se identifican con las izquierdas, los que están inconformes con los años de neoliberalismo, los que demandan un cambio de la situación actual, todos aquellos que con diferentes matices y con una buena parte de objetivos comunes están planteando la necesidad de formar un movimiento, frente, unidad o como quiera llamársele, amplio, plural, en el que todo el mundo quepa: ciudadanos en lo individual, colectivos organizados, gente de partidos y gente sin partido, los partidos mismos y quienes que se inclinan por las llamadas candidaturas independientes, militares y marinos, sindicatos, académicos, a la gente de la cultura y el arte, deportistas, para empezar a caminar juntos e imponer pacífica y democráticamente el cambio. Una reunión sin jefes, jerarquías ni candidatos”. Y el llamamiento culmina con una pincelada de optimismo: “El cambio como es a todos evidente, es necesario, pero, sobre todo, es posible. Tengamos confianza en la bondad y solidez de nuestros principios y propuestas. Formemos esa mayoría que México exige para cambiar el presente y garantizar un futuro de ejercicio soberano de nuestras decisiones, de edificación democrática, progreso y bienestar”.

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Recordemos que el 20 de noviembre del año pasado, durante el II Congreso Nacional de Morena aprobaron otro documento, denominado “Lineamientos Básicos del proyecto alternativo de nación”, presentado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como la base para la futura elaboración del proyecto mencionado. En el preámbulo del documento se lee: “MORENA convoca a todos los mexicanos, mujeres y hombres, pobres y ricos, pobladores del campo y de la ciudad, religiosos o libres pensadores, a construir un acuerdo nacional para hacer de la honestidad una forma de vida y de gobierno”. Es evidente que ambos documentos contienen muchas formulaciones programáticas compatibles entre sí y, naturalmente, diferencias notables como la que se refiere al modelo económico. Pero el desacuerdo que nos interesa subrayar ahora es la que se refiere a los llamamientos concretos. Mientras que el de Morena convoca a los mexicanos a sumarse a su proyecto y a su candidato, el de PMxHoy llama a discutir su propuesta programática y después de alcanzar acuerdos suficientes iniciar las conversaciones sobre las candidaturas. Como se ve, la diferencia es importante y consecuente con la política de alianzas que ha venido desplegando Morena en los últimos tiempos y que se sintetiza en que se proponen competir solos, tanto en los procesos electorales locales de este y el próximo año, así como en la elección federal de 2018, y también es consecuente con los movimientos de CCS tendientes a tejer una red de relaciones políticas muy amplia con miras a participar en la crucial elección del próximo año.

Es evidente que acercar esas posiciones contradictorias requerirá una buena dosis de oficio político y, sobre todo, de voluntad política equivalentes a la que mostraron los dirigentes de la izquierda histórica mexicana a partir de que el PCM conquistó su registro electoral en 1976, cuando en medio de una profunda crisis económica y de contradicciones importantes entre el gobierno de Echeverría y los empresarios, el sistema electoral antidemocrático fue puesto en evidencia cuando el candidato del PRI, José López Portillo, realizó una campaña sin oposición legal alguna, pues el PAN no registró candidato y los partidos paraestatales se sumaron a su candidatura. La decisión estratégica del PCM de buscar el registro electoral y la reforma política, condujeron al inicio de fuertes debates con las organizaciones que no estaban de acuerdo en la participación electoral. Una vez conquistado su registro, las corrientes principales de la izquierda mexicana desarrollaron una estrategia de fusiones sucesivas, originando al PSUM, al PMS y al PRD, y de acumulación de fuerzas participando en los procesos electorales, a la vez que impulsaban, con cierto éxito, reformas que mejoraron gradualmente las condiciones de la competencia. La estrategia produjo el crecimiento de su corriente electoral y su presencia en espacios del poder público, lo que generó la oportunidad para que los vicios del viejo régimen fueran asimilados por una parte significativa de sus cuadros. Sin embargo, únicamente en el 2012 lograron una coalición de todas las izquierdas electorales, aunque resintieron las acciones de “la otra campaña” impulsada por el EZLN. Es importante recordar que en 1988 Rosario Ibarra no declinó a su candidatura por el PRT para apoyar a CCS en aquella histórica candidatura, que en 1994 el PT lanzó por su cuenta a la sonorense Cecilia Soto, y que en el 2000 CCS, candidato por tercera ocasión por el PRD, no contó con Porfirio Muñoz Ledo, Manuel Camacho, ni con Gilberto Rincón Gallardo que compitieron por distintos partidos. Mientras que AMLO en 2006 se enfrentó a la pasividad de CCS y con la campaña de Patricia Mercado. Es obvio que los antecedentes mencionados aconsejan una buena dosis de pesimismo en el abordaje de la tarea de buscar la coalición amplia necesaria para que las izquierdas logren el triunfo en la elección presidencial del 2018 y la mayoría en el Congreso de la Unión, sin embargo, la esperanza se mantendrá viva hasta que se agoten los plazos legales.

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