■ El PRIAN, una realidad, no es una opinión de AMLO; ha habido un cogobierno, afirma
■ Elección de 2018 creo que va a ser otra vez de dos: el candidato albiazul que sea y López Obrador
■ El reportero presentó su libro El amasiato: el pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas, en los Foros de Libertad, organizados por La Jornada Zacatecas
El amasiato, es decir, “la relación ilegítima y bastarda” entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) va a seguir vigente de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
Esta es la conclusión del periodista Álvaro Delgado, reportero de la revista Proceso, con base en los hechos que desde hace décadas han demostrado la colusión de estos dos institutos políticos para garantizar su permanencia en el poder y los cuales son recopilados en su libro El amasiato: el pacto secreto Peña-Calderón y otras traiciones panistas.
En este texto, que fue presentado ayer en el marco de los Foros de Libertad, organizados por La Jornada Zacatecas, el autor aseguró que se acredita, a través del testimonio de personajes y testigos claves, la relación entre Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón desde el año 2006, aunque sostuvo que el contubernio de los dos partidos se remonta al año 1988.
“Sabemos que ha habido un cogobierno desde entonces. El PRIAN es una realidad, no es una opinión de (Andrés Manuel) López Obrador; ha habido un cogobierno, un pacto de complicidades y de impunidad”, aseveró.
El periodista fecha el inicio de la relación entre Peña Nieto y Calderón en 2006, durante la campaña presidencial de este último. En una reunión sostenida en un hotel de la colonia Polanco de la Ciudad de México, Enrique Peña Nieto, en ese entonces gobernador del Estado de México, pactó “la transferencia de 200 mil votos operados” en esta entidad a favor del aspirante panista.
“Seis años después, Calderón le paga a Peña el favor”, aseguró Delgado, quien hizo referencia a la caída en las preferencias que tuvo Enrique Peña Nieto como candidato a la Presidencia en la campaña electoral de 2012, acentuada tras el evento que tuvo en la Universidad Iberoamericana y que fue el detonante de la conformación del Movimiento #Yo Soy 132.
Esta situación derivó en que el primero de junio de 2012, las encuestas decretaran un empate técnico entre el aspirante priísta y Andrés Manuel López Obrador.
Esto, explicó, fue lo que motivó la intervención del en ese momento presidente de la República, Felipe Calderón, para modificar la campaña de la aspirante panista Josefina Vázquez Mota para dejar de atacar a Peña Nieto y comenzar a centrarse en López Obrador, conjuntando así los esfuerzos con el PRI para derrotar al candidato por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Por estos antecedentes, y otros casos que son narrados con detalle en el libro de Álvaro Delgado, el periodista concluyó que el amasiato continuará de cara a 2018. Sin embargo, pese a señalar en un primer momento a Margarita Zavala, esposa de Felipe Calderón, como posible beneficiaria de la relación entre su marido y Peña Nieto, finalmente apuntó a Ricardo Anaya como apuesta del PAN con el respaldo del PRI.
“Yo veo al PRI en una situación prácticamente irreversible, sin nada qué hacer en la elección de 2018 y con la disyuntiva de eventualmente pactar con el PAN y con el propio Ricardo Anaya”, pues una candidatura de Margarita Zavala estaría afectada de manera negativa por la relación con Felipe Calderón.
Tras asegurar que el único aspirante seguro a la Presidencia en 2018 es López Obrador por Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sostuvo que en un principio podría advertirse el “escenario a tercios, pero en los últimos meses de la elección creo que va a ser otra vez de dos: el candidato del PAN que sea y López Obrador”.
Consideró, además, que las elecciones de 2018 van a presentar condiciones “muy diferentes” a las de 2012 y 2006; desde las redes sociales y los candidatos independientes hasta la pérdida de poder de la televisión abierta, como es el caso de Televisa, y los procesos electorales concurrentes en una gran cantidad de estados para gobernadores y presidentes municipales.
Aparte de este escenario que podría preverse para 2018, con la continuación del amasiato entre PRI y PAN para permanecer en el poder, Álvaro Delgado sostuvo que también “naturalmente existe la posibilidad de fraude; la arquitectura legal que hay en México lo posibilita. Por más que haya instituciones, la posibilidad de que haya adulteración de la voluntad popular está latente permanentemente”.
Sin embargo, el periodista señaló que pese a estas condiciones “es posible darle la vuelta con la fuerza de la ciudadanía. Pienso que ésa es la dirección que debemos tener como sociedad, no ser incondicionales de nadie y ser permanentemente ciudadanos, no sólo para votar sino para estar en cada momento sometiendo a escrutinio a los poderes públicos, a los partidos, a los medios de comunicación, a los periodistas. No quedarnos callados; eso es generar ciudadanía”.
Por ello, indicó que es importante que el enojo de los mexicanos, que se ha hecho evidente en las protestas por el gasolinazo, “no sea transitorio ni aislado, sino que sea encauzado para ejercer lo más elemental que tienen los ciudadanos para manifestar su conformidad o inconformidad que es ir a las urnas a depositar un voto”.
El autor de El Amasiato apuntó que el riesgo que existe en este sentido es que la insatisfacción
ciudadana derive en la “anti política”, es decir, en la postura de defender que “todos son iguales; y creo que no todos son iguales, hay
peores”.
Expuso que las condiciones distintas que presentará la elección presidencial de 2018 la convierten en un proceso “definitorio para la siguiente generación”.
Concluyó que el actual modelo neoliberal está agotado por lo que el próximo cambio en la elección presidencial en México tendrá que ser un parteaguas y el inicio de un nuevo ciclo histórico.
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