■ Para su funcionamiento debe ser subsidiado debido a que no compite con la industria, explica
■ Ideas de este tipo para generar combustibles “son el futuro”, pero en este momento no son posibles, dice
El proyecto de Gerardo Nungaray para producir combustibles a partir de desechos plásticos, “es romántico” en el tema medioambiental, pero no es viable desde el punto de vista financiero a menos que esté subsidiado, opinó Jorge Ramírez Ortiz, ex profesor de la Unidad Académica de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Según explicó, ese proyecto es viable ecológicamente pero funcionaría solamente si es subsidiado, debido a que el petróleo sigue siendo la alternativa más barata para producir combustibles.
Aunque el producto que obtiene Nungaray es a partir de basura, se requiere cierta cantidad de energía para ello, lo que significa que no podría costearse a menos que haya un subsidio, pues “competir a los precios del petróleo es donde está el problema”.
Asimismo, dijo que un tema que no se ha revisado en ese proyecto es la calidad en el combustible que produce, puesto que éste no se ha sometido a algún proceso de certificación.
“En este tipo de reacciones se obtienen varios productos pero son semejantes a la gasolina, no son propiamente gasolina. Hay una norma mexicana para los combustibles y quién sabe cómo se ajuste a esa normatividad el proyecto de Nungaray, porque es probable que la garantía de los vehículos se pierda por usar otro combustible que no sea la gasolina de Pemex”, indicó.
Ramírez Ortiz, quien desarrolló un reactor para generar biodiesel con aceite de cocina quemado, manifestó que ese tipo de proyectos para generar combustibles “son el futuro”, pero en este momento aún no son viables.
Mientras tanto, dijo que a nivel mundial se está realizando mucha investigación para obtener productos combustibles a bajo costo, pero en el caso de Nungaray es probable que el reactor que utiliza para alcanzar la temperatura necesaria requiera altos niveles de energía.
También señaló que la idea de instalar una micro-refinería podría funcionar en un contexto en el que haya un desabasto muy fuerte de combustibles, pero el problema que se ha presentado recientemente por la escasez de gasolina no ha sido porque no hay, sino por una decisión política de las autoridades.
“El proceso puede ser bueno pero no le compite al mercado aun cuando tenga precios inferiores, porque requiere de mucha materia prima para obtener determinados litros de combustible. Nada que ver con Pemex; no se les compite, no se les quita el sueño”, afirmó Ramírez Ortiz.
Además, aseguró que ese tipo de reacciones solamente funcionan “a nivel de laboratorio”, por lo que sería difícil obtener un nivel de producción de gran escala. Es por ello que no se puede competir con los precios del petróleo.
“Tu reacción puede ser muy buena, con una materia prima muy barata o sin costo y se puede obtener un producto barato, pero no compite. Pasa con todos los procesos donde se hace reciclado, son llamativos por el medio ambiente pero a la hora de los costos ya no resulta y tienen que ser subsidiados forzosamente. Suenan muy bonito, son románticos, pero el resultado es que no es costeable aunque la materia prima sea basura”, explicó.
Reiteró que ese tipo de proyectos siempre deben ser subsidiados debido a que no compiten con la industria, es decir, “no son sostenibles por sí mismos”, por lo que este caso sólo funcionará como una muestra para producir combustibles en el futuro.
