■ Acusan que la finalidad de la empresa es intimidarlos; la estrategia es desplazar a la población
■ La compañía incumple acuerdos de incorporarlos como contratistas de bienes y servicios, señalan
■ Innumerables familias fueron llevadas a la Nueva Colorada, donde habitan casas en calidad de comodato y afirman que les restringen sus actividades de vida cotidiana
La minera Plata Panamericana, filial de la empresa canadiense Panamerican Silver Corp, despidió de manera injustificada a 14 trabajadores que habitan la comunidad La Colorada, en el municipio de Chalchihuites, como parte de su estrategia para desplazar a la población que ha exigido el cumplimiento de acuerdos de parte de esa compañía desde diciembre pasado.
Alfonso Guerrero Triana, trabajador de la mina, informó que el viernes pasado despidieron a 11 personas y el lunes a tres más, medida que desde su punto de vista se realiza “con el fin de intimidarnos”.
“Lo que nos parece más raro es que un día antes, el subsecretario de Gobierno Julio César Chávez, mandó una comisión a hacer una entrevista casa por casa, pero sólo estuvo visitando a la gente advenediza que no es de La Colorada, sino gente que llegó a trabajar ahí como mineros”, indicó.
Es decir, la consulta se realizó solamente con trabajadores que llegaron de fuera a trabajar en la mina, pero “no con la gente que nos parieron ahí en La Colorada, no a la gente que enterramos el ombligo y que hemos vivido produciendo esas tierras de generación en generación”.
“Tenemos más de 100 años viviendo en esas tierras y de la noche a la mañana dicen que somos una bola de revoltosos. Eso es lo que dice el subsecretario de Gobierno, Julio César Chávez y es lo que dice el gobernador”, agregó Guerrero Triana.
Expuso que las autoridades no escuchan las demandas “de nosotros los pobres” y en su visita a la comunidad no acuden con ellos, sino solamente con los representantes de la minera.
El argumento de Plata Panamericana para despedirlos, dijo, fue que realizaron modificaciones en las casas de “La Nueva Colorada” que los trabajadores poseen en comodato y que habitan de manera forzada al ser desplazados de sus propiedades.
El motivo del despido es “que en las casas de comodato pusimos una sombrita, una puerta o cosas que se modificaron a los jacales que nos dieron. Nos quieren desalojar, quieren que no quedemos ningún nativo en la comunidad para quitarnos la tierra”.
Los habitantes de La Colorada se han movilizado desde diciembre pasado para exigir el cumplimiento de una serie de acuerdos que la empresa contrajo con ellos en mesas de negociación ante la Secretaría General de Gobierno, los cuales se refieren a incorporarlos como contratistas de bienes y servicios.
Las personas han denunciado públicamente el desalojo forzado de que han sido objeto desde la llegada de la empresa al lugar, y su traslado a La Nueva Colorada, un asentamiento donde se les restringen incluso sus actividades de vida cotidiana a ciertos horarios, y en la que habitan casas en calidad de comodato habiendo dejado atrás las que ocupaban en propiedad.
