Matarán a la gallina de los huevos de oro
Siempre al terminar un año e iniciar otro se renueva la esperanza de que nos va ir mejor, que alcanzaremos nuestras metas y proyectos; sin embargo, en esta ocasión los deseos de un feliz año nuevo fueron truncados por la cruda realidad de inicios de 2017, al efectuarse incrementos a los precios de las gasolinas, diésel, electricidad y gas; asimismo, por los nuevos impuestos locales y federales e incrementos de los existentes, lo que genera en cascada un alza de precios en mercancías y servicios, disminuyendo aún más el poder adquisitivo de los salarios.
Ante el “regalito” de inicio de año del Gobierno Federal, la ciudadanía ha expresado de distintas maneras su inconformidad al “gasolinazo”, que según el Gobierno no afecta a los pobres, solo a los ricos poseedores de vehículo, al 10% de la población con mayores ingresos que consumen el 40% de las gasolinas, por lo que descartan que los incrementos a las gasolinas tenga un impacto inflacionario, ¿Usted cree semejante aseveración?
Esta visión oficialista me recuerda la expresión de Campoamor “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”; ya que no corresponde el retórico discurso del Gobierno con la realidad, quienes ante la inconformidad generalizada intentaron amainar las protestas con un improvisado Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y Protección de la Economía Familiar que evitará una escalada de precios injustificados en los productos y servicios, el cual abortó cuando la Coparmex se negó a firmarlo. Lo cierto es que aunque no tenga carro, ya se está pagando más caro el gas, el agua, la luz, las tortillas y alimentos, el predial, los pasajes del camión, el taxi, los útiles escolares y una larga lista de productos y servicios.
El Gobierno, los diputados y senadores que aprobaron el gasolinazo tratan de convencer a la gente alegando que si no se “liberaba” el precio de las gasolinas tendrían que recurrir al endeudamiento o recortar el gasto público en 200 mil millones de pesos, afectando programas sociales como Adultos Mayores, Prospera, Seguro Popular, apoyos al campo y otros que reciben las clases más necesitadas en el país. Pregunto ¿Por qué en lugar de ello, mejor se plantea que para no sacrificar más al pueblo esos recursos se obtendrán por ejemplo de disminuir el 50% de los recursos a partidos políticos y a los salarios y prestaciones de los altos funcionarios del Gobierno, Diputados, Senadores, Ministros, Magistrados, Consejeros del INE, entre otros; eliminando las pensiones vitalicias de los ex presidentes de la República, el gasto suntuoso del gobierno, el turismo gubernamental, las obras faraónicas o innecesarias, y sobre todo, abatiendo la corrupción y la impunidad en los tres poderes y tres órdenes de gobierno?
México como uno de los diez principales países productores y exportadores de petróleo no debiera estar sufriendo la volatilidad de sus precios; sin embargo, la falta interés y de visión de nuestros gobernantes para llevar a cabo proyectos transexenales más ambiciosos, como sería la instalación de nuevas refinerías y la modernización de las existentes nos ha conducido a una dependencia en gasolinas caras de otros países cercana al 50%.
La autosuficiencia en gasolinas se logra si se fortalece a Pemex, quien antes de impuestos es una de las empresas petroleras más rentables, pero el alto régimen fiscal que se le aplica le impide su crecimiento y modernización. De acuerdo a un estudio de González, 2014 “Reforma Energética, Refinerías y Opinión Pública”, Pemex debe pagar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público altas tasas del IEPS, IVA y otros dos impuestos; once distintos derechos y cuatro diferentes contribuciones, en total 20 gravámenes que paga al fisco a través de sus subsidiarias (Exploración, Producción, Gas y Petroquímica Básica, Refinación y Petroquímica), lo cual ocasiona que el 70% de los recursos obtenidos por concepto de ventas totales de Pemex sean absorbidos por la SHCP, situación que le impide realizar nuevas exploraciones, perforaciones y la ampliación y modernización de ductos y refinerías; es decir, el régimen fiscal aplicado a Pemex está matando a la “ Gallina de los Huevos de Oro”.
El régimen tributario de Pemex contrasta con el aplicado a otras importantes petroleras del mundo: PDVSA de Venezuela 40%; Statoil de Noruega 19% y Ecopetrol de Colombia con 11%. Lo que me permite llegar a la conclusión que es una estrategia del Gobierno para extinguir a Pemex, primero lo enferma con el leonino régimen tributario, luego lo declaran desahuciado y en quiebra, y finalmente lo entregarán a las transnacionales para que amasen grandes fortunas a costillas de los mexicanos ¿En estas condiciones Usted cree que Pemex será competitivo frente a las petroleras trasnacionales que en su país de origen pagan menos impuestos, y que en México no tendrán la misma carga impositiva que Pemex? Es claro que la libre competencia en los mercados internacionales en condiciones desiguales, con asimetrías tecnológicas y económicas dará por resultado la quiebra y extinción de Pemex, privatizando por fin nuestro petróleo, motor fundamental para el desarrollo de la industria nacional y crecimiento de México. ■
*Maestro en Administración de Negocios
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