El paquete económico aún está poco claro. Muchos rumores y pocos detalles. La restricción económica por los recortes desde el proyecto de presupuesto del Ejecutivo Federal causa incertidumbre en los proyectos para el desarrollo del estado. Los recortes fueron importantes, y obliga a los estados a generar nuevas formas de hacerse de recursos. La presión va sobre los ingresos propios, los cuales tienen efecto multiplicador: recordemos que en las fórmulas de la distribución de las participaciones federales a estados y municipios establecen como factor ponderado los ingresos propios. Un ejemplo es el predial en los municipios. Es decir, al incrementar estos ingresos se hace posible un aumento equivalente de las participaciones federales. La cosa es que el gravamen tiende más hacia el consumo, el cual puede ser regresivo. El caso de los impuestos a los automóviles es medianamente progresivo, pero los gravámenes sobre servicios pueden ser lo contrario. También esperamos saber qué ocurre con la propuesta de un impuesto local a las empresas mineras por vía del argumento ecológico; pretensión nada sencilla dada la legislación sobre el particular, donde la Ley Minera establece que estos rubros de la economía serán gravados sólo por Gobierno Federal. La viabilidad jurídica de la propuesta ya la sabremos, junto a la estrategia para conseguirlo. Sin dejar de lado el serio problema ambiental que representan dichas industrias extractivas.
Por lo visto, en este primer año no será posible el Presupuesto Participativo, que tantas expectativas ha levantado. Pero se pueden poner las bases para hacerlo el año siguiente. Ahora por lo pronto esperamos ver lo que ya se anunció: la relación orgánica entre Plan de Desarrollo estatal con el presupuesto, de tal manera que este último quede ahora si orientado a resultados. Es decir, pasar de presupuesto ciego e inercial a uno basado en resultados es un avance; pero avanzar a uno participativo, sería lo ideal. Así las cosas, hay que revisar con cuidado la estructura de esta propuesta de ingreso / gasto, con la cual se inaugura Alejandro Tello como gobernador.
Se escucha que la UAZ tendrá un ingreso por efecto del aumento del impuesto especial del 5 al 10 por ciento de ciertos aprovechamientos. Lo cual podría traer 120 millones por ese concepto. Nada mal para las urgencias de la institución. Pero debemos ver con detalle la propuesta. También se ha manejado en los medios la idea de refinanciamiento de la deuda por más de 7 mil millones, pero al igual que el resto de la oferta de ingresos, está poco claro el escenario. Por ello lo importante es que se den a conocer todos los detalles de las propuestas del ejecutivo para que no sólo los legisladores tengan argumentos basados en certezas, sino también los medios y la ciudadanía. Y se pueda generar un debate de altura. Esperamos que la fracción oficial, no por sentirse en mayoría (se necesita mayoría simple para aprobar el paquete económico) impongan sin mayor debate el documento. Es la primera prueba importante de esta Legislatura, veremos de qué están hechos Tirios y Troyanos.
