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martes, 23 abril, 2024
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“El sistema miente por sistema”: J. Jesús Lemus

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Por: ALMA RÍOS •

■ El periodista presentó en la capital zacatecana su libro El último infierno. Los Malditos

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■ “El sistema miente, lo hizo en el caso de la muerte del Cardenal Jesús Posadas Ocampo”

“El sistema miente por sistema”. Y muchas de las historias que busca que la sociedad olvide se encuentran en sus cárceles. Es en una de ellas, el penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, a donde el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa “me dio una beca para estudiar delincuencia organizada”, en que el periodista J. Jesús Lemus ha recuperado las narraciones de Los Malditos, “la selección nacional del crimen organizado”.

Ayer en los Foros de Libertad de La Jornada Zacatecas el michoacano, acompañado del director del medio, Raymundo Cárdenas Vargas, presentó El último infierno. Los Malditos 2 (Grijalbo, 2016), volumen en que los considerados enemigos públicos número uno de la sociedad por el sistema, relatan sus historias.

“El sistema miente”, lo hizo en el caso de la muerte del Cardenal Jesús Posadas Ocampo, cuyo asesino, Humberto Rodríguez Bañuelos, aún está preso luego de 18 años y sin sentencia, pero vivo para desmentir las versiones del fuego cruzado y la confusión, que esgrimió en diferentes momentos el Estado mexicano.

Le ha dicho a J. Jesús Lemus, quien tenía celda contigua a la del implicado en uno de los asesinatos que sacudieron al país en los años 90, que fue Carlos Salinas de Gortari quien mandó ejecutar al cardenal.

Una orden que pasó por el entonces procurador de Justicia federal, Jorge Carpizo Mc Gregor para convertirse en encomienda para el entonces director de la Secretaría Federal de Seguridad, (a quien luego se premió con la alcaldía de Salina Cruz, Oaxaca), y terminar en la mano ejecutora de Rodríguez Bañuelos.

Ni fuego cruzado ni confusión con El Chapo, una decisión en contra de quién se consideró enemigo del sistema por traficar con armas desde Tijuana hasta Chiapas, mismas que fueron a dar a manos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, según su investigación.

Esta versión luego de la publicación apenas el pasado septiembre de El último infierno y el agotamiento de los 12 mil ejemplares de la primera edición, no ha sido desmentida por el gobierno mexicano, lo que implica una aceptación tácita, dijo.

El sistema miente también respecto de la fuga de El Chapo Guzmán de Puente Grande Jalisco, penal del que salió no en un carrito de lavandería, sino mediante un acuerdo con el ex presidente Vicente Fox y por la puerta principal vestido de policía.

Y miente seguramente respecto de la forma de la segunda fuga del capo, ahora de Almoloya, lanza su hipótesis el periodista, sustentada en el conocimiento del sistema carcelario de máxima seguridad del país, pues dijo, es muy difícil que desde una casa ubicada a 2 kilómetros y que tiene una pendiente descendiente en esta trayectoria, llegar a una celda del interior del penal, de las que además, cada dos semanas son reubicados los reos, entre otros elementos aportados, para desmentir otra vez las versiones oficiales.

Pero el sistema, el Estado mexicano, el narco gobierno “necesita un monstruo, alguien que asuste a la sociedad” como Joaquín Guzmán Loera, quien no obstante, sostiene, es un sujeto sobredimensionado, “un preso” más de los más de 174 mil existentes en el país, pero que ha generado en la sociedad un efecto contrario al ser más popular que Enrique Peña Nieto, luego de encarnar las aspiraciones de los mexicanos de burlar al Estado, mientras que “nadie quiere ser como el presidente, yo no”, dijo.

  1. Jesús Lemus quien en su primer acercamiento a los grandes criminales del país en Los Malditos abordó las historias desde la perspectiva periodística, en esta segunda entrega se despoja de ella para relatar también cómo una persona puede vivir en la cárcel a partir del actuar de un “Estado de derecho torcido” que tiene dentro también a inocentes.

Decidió romper la autocensura, dijo, pues muchas de las historias ya las guardaba para sí, pero también quiso que los presos como Caro Quintero, Mario Aburto, Daniel Arizmendi El mochaorejas, El Chapo Guzmán, el asesino de Tlalpan, entre otros, narraran sus propias historias.

El libro confronta también a una sociedad de doble moral, ávida de sangre, que reclama libertad de expresión y exige del periodista “todo y no nos da nada”, percibido como un instrumento obligado de información, sin preguntarse “cómo hace su labor” y sin considerar que es un ser humano.

Es desde estas perspectivas que está escrito El último infierno, donde el autor que ingresó en el penal de Puente Grande, Jalisco, acusado de delincuencia organizada por una de sus fuentes, un comandante de policía que luego lo entregó a un grupo criminal en Guanajuato para su ejecución, relata asimismo, cómo en estos contextos los presos para sobrevivir “cuerdos deben hacerse locos”.

Era el caso de Rafael Caro Quintero, quien simulaba, auxiliado por una especie de escolta, viajar en una suburban, casi como un juego de niños, mientras el presunto chofer le decía por qué calles de Jalisco iban pasando, a lo que el capo replicaba ofreciendo referencias de los lugares del paseo virtual.

Y el propio periodista, emulaba con un cartón, un teclado de máquina (que aún utiliza), donde escribía diario, creyendo para sí que se encontraba en la cárcel haciendo un reportaje, y que era mentira su prisión por los citados cargos, que en algún momento por orden de un juez  le implicaron una sentencia condenatoria a 20 años de encarcelamiento.

También es la narración de cómo un periodista que se autodefinía como marxista-leninista, y que fue salvado de la ejecución a la que había sido entregado por el citado oficial de policía gracias a la intervención oportuna de la organización internacional Reporteros sin frontera, sobrevivió al encierro al encontrar la fe en un poder superior, pero siempre recordando que mantuvo la vida, a veces deseando la muerte, envuelto en los avatares de la pérdida de la libertad y la tortura en que transcurrieron 3 años y cinco días de su existencia en El último infierno y acompañado de Los Malditos.

Con la presentación de este libro, anunció Raymundo Cárdenas Vargas, concluyeron las actividades de Foros de Libertad de La Jornada Zacatecas de este 2016, en que también se celebra el 10 aniversario del medio.

Destacó que fue en 2013 con el propio J. Jesús Lemus que inició este ciclo que para el próximo año tendrá entre sus exponentes al también periodista Wilber Torre con un libro sobre los Panama Papers.

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