Cuando se abordan los problemas económicos, sociales, políticos, culturales, entre otros necesariamente deben ser contextualizados en los procesos más amplios que ocurren en el mundo, por las acciones del gobierno estatal y las condiciones materiales de existencia de los productores agropecuarios. A nivel mundial las naciones mantienen una relación entre ellas de manera formal, regulada o no regulada. Esa relación dependerá de la influencia que tengan los productores internos de bienes y servicios, cuyo sustento se encuentra en la estructura tecnológica y organizacional, tanto de aquella que se produce internamente como la que se importa o exterior. En esa tesitura es como emergen propuestas para mantener o no una relación de apertura o de protección de las fronteras mediante la Política Económica implementada por las naciones. Pero esa implementación puede ser forzada o no en función del peso que tengan en el contexto mundial y el respaldo de organismos internacionales (Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo) para llevarlas a cabo. Podemos decir pues que las naciones pueden abrir o cerrar sus fronteras en función de sus necesidades y condiciones internas, por lo que esta acción se puede asemejar a una tuerca sinfín, la cual se ajusta en función de las necesidades que tiene la acumulación; según su peso dentro de quienes lideran las grandes líneas de sometimiento en función de este proceso y lo que se deriva de ello. En general se habla de una relación entre países cuya participación es heterogénea pero que se distinguen por ser desarrollados, tercermundistas o subdesarrollados en función de su estructura productiva, de generación de conocimiento para mejorar el del capital.
En este mundo de transformaciones importantes encontramos riesgos de relevancia para el capital, al poner en jaque el poder de una nación que se manifiesta en un momento determinado.
Prueba de ello es lo que sucedió con Inglaterra en fechas recientes con el famoso “Brexit” traducido en su salida del grupo de países de la Unión Europea. Esta decisión tiene la finalidad de implementar un neoproteccionismo en sus fronteras, como resultado de la inestabilidad que se aprecia entre los países pertenecientes a ésta y que ponen en riesgo la estructura de acumulación particular de esta nación. Su finalidad es proteger su proceso de acumulación mediante el fortalecimiento del mercado interno, y abrirlo o presionar para abrirlo en un futuro donde sus condiciones sean favorables para el intercambio de sus bienes y servicios con respecto del exterior. Es decir, la historia se repite en este país con tonos de apertura o cierre de sus fronteras, desde la primera mitad del siglo XVIII hasta la actualidad. El “Brexit” no es fortuito.
De igual forma son las manifestaciones generadas por el candidato Republicano Donald Trump para cerrar sus fronteras a productos, servicios estratégicos y mano de obra mexicana y otros países latinoamericanos en caso de ganar la elección en noviembre próximo. El argumento es porque se lesionan las condiciones de acumulación de los empresarios nacionales. Aunque no de manera abierta la candidata Hillary Clinton está pensando lo mismo. Estas manifestaciones y otras que tienen que ver con la fuerza de trabajo, implica tomar medidas escudándose también en el fenómeno del terrorismo. Países como Francia, Marruecos, Estados Unidos, Francia entre otros, son ejemplos claros de exclusión y protección de sus fronteras para la entrada de mercancías y personas.
Este fenómeno obviamente genera incertidumbre y descontento en México porque implica una contracción para los bienes y servicios que se exportan al vecino país del norte. En los últimos tres años la situación ha empeorado de manera dramática. Según cifras del Banco de México (2016), la relación es negativa y va en aumento porque en 2012 fue de -1.195 miles de millones de dólares y pasó a -3.065 en 2013 y para 2014 fue de -14.609 en la balanza comercial.
Siendo Estados Unidos el principal socio comercial de México con el que se mantiene una balanza comercial negativa y ante esta ola de manifestaciones que se dan a nivel internacional, lo que se percibe es la gestación de una clara protección en las fronteras como política, lo que llevara de manera paulatina a una contracción de la demanda de productos servicios y personas. Bajo estos hechos la pregunta obligada es: ¿cuál será la situación de los productos agropecuarios mexicanos y específicamente los agrícolas en Zacatecas ante esta situación?.
En pesos corrientes del 2008 según el Sistema de Cuentas Nacionales del INEGI (consultado el 6/09/2016) el sector primario de Zacatecas muestra un comportamiento errático. Entre el 2010 y el 2011 se genero un decrecimiento en la participación de este sector en el PIB de 16.55%; sin embargo en el siguiente año se da un incremento importante de 29% bajando en 2013 a solo 8.5% y cayendo en 2014 a -5.5%. No es la misma situación a nivel nacional ya que es más homogénea y en aumento en el mismo periodo. Fuerte influencia juega el clima, la calidad de la tierra de labor y el sistema productivo utilizado en cada ciclo y no tanto el sistema de tenencia de la tierra prevaleciente, como de manera recurrente nos han hecho creer voceros oficiales, cuando se da alguna información sobre el tema.
El gobierno de los “resultados cumplidos” en el agro zacatecano presenta cifras mínimos si se toman en consideración la superficie cultivable por año. De acuerdo al Sistema de Información Agropecuaria (SIAP) de la SAGARPA, la superficie cosechada en cultivos de temporal más riego supera 1 millón de hectáreas.
En el Plan Estatal de Desarrollo se reconoce que la superficie de riego es inferior y que de las actividades agropecuarias se genera una tercera parte de los empleos remunerados en la entidad. En este aspecto, se debe reconocer que el número de empleos equivaldría prácticamente a más de la mitad la población habitante en la zona rural, porque prácticamente la totalidad de los miembros de las familias productoras agrícolas (hombres, mujeres y niños) se encuentran incorporadas en la producción de bienes y servicios sin que perciban una retribución económica por sus labores.
El sentido de las actividades familiares vinculadas directa o indirectamente a la agricultura varía de acuerdo al sentido las mismas. En la producción a pequeña escala, los miembros de las familias participan directamente en cada una de las etapas del proceso productivo. En la producción destinada al mercado regional, nacional o de exportación, los miembros de la familia realizan funciones de dirección, control, comercialización, entre otros.
El fortalecimiento de una planta productiva eficiente y competitiva quedó a medio hacer, porque se tuvieron las intenciones, plasmadas en el plan de desarrollo estatal, pero los resultados indican que el gobierno estatal se limitó a la construcción de presas, de bordos, se modernizaron presas pequeñas y pozos, entre otros aspectos técnicos y se benefició menos del 50% de la superficie cultivada en el 2010 y 129 mil hectáreas en 2015, es decir, el 10.75% del total de superficie cultivada, suponiendo que la superficie cultivada no descienda ni aumente por encima de 1 millón 200 mil hectáreas cultivadas entre temporal y riego.
Si bien en el sexenio que concluye se realizaron inversiones millonarias en proyectos productivos, la eficiencia, cambio e impacto económico aún no es del todo claro. Se requiere un diagnóstico serio para conocer el estado que guardan todas esos emprendedurismos, para así, evitar reducir el discurso a que estos proyectos se han limitad a abatir la pobreza, complementar el ingreso y mejorar el comercio local de la producción de las familias involucradas, pero sin que se impacte de menara decisiva en el mercado nacional y ni mencionar el mercado de exportación e incluso la calidad de vida de la población.
Vale decir que en estos proyectos productivos, suelen estar involucradas las mujeres, que desde la Revolución Mexicana se han caracterizado y preocupado por trabajar para garantizar la alimentación de los otros (los miembros de la familia), aunque ellas mismas digan que no trabajan, que solo ayudan, pero sin esa actividad de producción de bienes y servicios, la situación de sobrevivencia de las familias serían más complejas.
Las mujeres de Zacatecas, realizan movimientos, para mantener atendido el hogar y a la par la producción de bienes y servicios encaminados a obtener un ingreso.
El efecto positivo limitado de las acciones gubernamentales en el sector agrícola, se refleja en un malestar de los productores. Prueba de ello y que los medios de comunicación han documentado, son las innumerables manifestaciones de los pequeños, medianos y grandes productores.
En octubre del 2013 se exige que las autoridades estatales y federales impongan un precio base de 15 pesos el precio del kilogramo de frijol a la compra. Su malestar se fue traslado al centro histórico. En las inmediaciones del recinto del Congreso del Estado arribaron tractores de grupos de pequeños productores que exigieron la solución a sus problemas y por supuesto la presencia del Secretario del ramo (Valdez, R. El Sol de Zacatecas, 15/07/2013). En enero de 2014 decenas de “productores tiraron 200 kilos de frijol ante el Congreso de Zacatecas” como medida de protesta porque el gobierno federal y local solo abrieron 20 de los 50 centros de acopio de esta semilla para poder comercializar el producto del campo (Valadez, A. La jornada Zacatecas, 08/01/2014). De igual forma en mayo del 2015, donde las expresiones llegaron al nivel de “a Miguel Alonso le vale madre el campo zacatecano” por la falta de seriedad en la consolidación de precios para granos básicos al haber sido otorgada la cantidad de 2 pesos por kilogramo a los productores por la Secretaría del Campo y se había incumplido (Vera, A. PerióMetro: 15/05/2015).
En mayo 31 del año que transcurre (Las noticias Ya) se lee: miembros de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) tomaron las oficinas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) del gobierno federal de Zacatecas porque esta dependencia no había entregado los recursos correspondientes asignados para 2016 a proyectos productivos que generarían autoempleo para las familias participantes en iniciativas endógenas para generar ingresos (Redacción, Las noticias Ya. 31/05/2016). Un mes y medio después Antorchistas tomaron y bloquearon los accesos a la SAGARPA por el incumplimiento en la liberación de recursos, porque no les fue entregada la semilla ni el fertilizante como parte del programa de incentivos para los productores de maíz y de frijol (Pimaf). Los productores aglutinados en este grupo campesino esperaban la liberación de 7 millones de pesos destinados a este programa, que beneficiaría al menos a 2000 pequeños productores.
La percepción social de los productores del agro del gobierno de los “resultados cumplidos” es un gobierno preocupado por hacer positivos los indicadores de crecimiento, que no privilegia la calidad de vida de la población zacatecana rural.
En síntesis es difícil que se generen las condiciones de cambio de los productores y sus familias en un periodo corto de tiempo. Las buenas intenciones generadas por este gobierno, se han topado con una estructura férrea de la oligarquía productiva y financiera, que no están dispuestas a ceder el cumulo de excedente proveniente del trabajo de quienes no reciben un salario. Pero más por la actividad invisible en el que participan mujeres y niños en predios de más de 124 mil productores que pueblan el agro zacatecano. Este no reconocimiento genera una cantidad importante de transferencias que va a dar a manos de esa oligarquía.
Si no se generan condiciones de modernización productiva y organizacional además de apuntalar la realización de sus mercancías para estabilizar la heterogeneidad de condiciones prevalecientes, (mediante el fortalecimiento del mercado interno) las consecuencias serán mortales para los productores agrícolas de Zacatecas, en un entorno donde la nación más importante como socio comercial en el intercambio de ellas, pretende implementar un neoproteccionismo allende sus fronteras.
