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jueves, 28 marzo, 2024
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Calavera a Pancho Villa

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Por: La Jornada Zacatecas •

Autora: Karla Selene Pérez López
Residencia: Monterrey, Nuevo León, México

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Estaba Don Pancho Villa
desparramado en su silla;
mientras su puro fumaba,
con la Muerte platicaba.

¿Cómo está mi México?
Dime si sigue idéntico,
¡pero no te calles, Flaca!,
¡habla ya!, deja esa fiaca!

Pues juzga tú, Doroteo,
mira ese zangoloteo;
mexicanos agachados
y por siempre aborregados.

No te creo nada, hilacha,
¡llévame ya, no seas gacha!,
¡vámonos pronto a mi tierra!,
verás cómo damos guerra.

Del inframundo salieron
y a México sí volvieron;
Pancho Villa, sorprendido,
vio todo adormecido.

Si había quienes marchaban
y con lonches los calmaban;
sólo quejas sin acción,
qué bonita esa pasión.

Su activismo de sillón
mucho asco dio al patrón,
que media vuelta se dio
e irse al panteón accedió.

La Calaca lo seguía
y burlona le decía:
como el feis es lo de hoy,
en tendencia siempre estoy.

Creen que así ganan las luchas,
pero deben estar truchas,
porque su falsa pelea
nada más muerte acarrea.

Tal panorama deprimió,
al guerrillero que temió
ver su legado tirado
y por entero olvidado.

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