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viernes, 29 marzo, 2024
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No hay dinero que alcance y el desarrollo no puede esperar

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Por: Marco Vinicio Flores Guerrero • admin-zenda • Admin •

Estamos viviendo un momento histórico que se veía venir, crisis económica y política. Los Estados sociales, en todas sus formas asistencialistas, socialistas o de bienestar de los 80 y 90 han agotado sus métodos, debido a la insuficiencia del Estado para costear el Estado de Bienestar. Aunado a eso, el gobierno también es factor de desgobierno, argumenta Luis Fernando Aguilar Villanueva, porque las decisiones que toma, pueden ocasionar daños, costos sociales y no sólo sostener beneficios de desarrollo, seguridad y bienestar, puede tomar decisiones que no abonen al horizonte colectivo u ofrecer servicios públicos de mala calidad.

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Por citar un ejemplo, sin temor a equivocarme, la mayoría de los organismos operadores del agua potable del estado de Zacatecas, presentan severas deficiencias y han operado a lo largo de su existencia de manera irresponsable, con grandes sueldos, exceso de personal, grandes gastos y pésimo servicio, y por si fuera poco, comparando el precio que la gente gasta telefonía celular, es irrisorio lo que gasta en el pago mensual del servicio de agua potable y creo que el beneficio, no tiene punto de comparación.

El gobierno ya no posee, con la magnitud requerida, los recursos clave del crecimiento económico de la sociedad, en condiciones de competitividad, no posee los recursos financieros, la información y el conocimiento científico-tecnológico, el conocimiento de comercialización y gerencia productiva, para estar en grado de generar sostenidamente por sí solo, a partir de sus propias decisiones y acciones, la productividad y las ventajas competitivas, que hoy constituyen la base del desarrollo y la fuente del empleo, las oportunidades de ingreso sostenido, la universalización progresiva del bienestar – afirma Aguilar Villanueva.

Si bien es cierto, el gobierno no tiene una barita mágica, que permita resolver todos los problemas de manera inmediata, ni todos los recursos, ni todas las iniciativas. Debemos tener muy claro que el desarrollo no es producto exclusivo del trabajo que hace o deja de hacer el gobierno. En todo ejercicio de gobierno es necesario considerar la participación de más actores, que de una u otra manera trabajan en el desarrollo de la sociedad desde diversas trincheras.

Ahora, en los espacios de decisión sobre el crecimiento y el desarrollo de nuestro Estado,  el sector económico, social y gubernamental, son indispensables para deliberar y decidir en negociación empatada.

El objetivo fundamental, debe ser elaborar una estrategia integral de mejora competitiva en el territorio, mejorar índices para fomentar la inversión en los sectores productivos, contar con una capacidad de atraer y retener talentos e inversiones a la región, impulsar mejoras regulatorias y hacer un análisis de infraestructura competitiva.

Para todo ello, es prioritario impulsar asociaciones público- privadas en proyectos de alto impacto, que permita mitigar el riesgo estatal e incrementar la capacidad de financiamiento del Estado.

Las asociaciones público-privadas son iniciativas de colaboración voluntaria entre actores del sector público y privado, en donde acuerdan trabajar para lograr propósitos comunes o realizar tareas específicas.

Uno de los problemas torales para el desarrollo de Zacatecas, es la suficiencia de agua para la agricultura, la ganadería, la industria y las zonas urbanas. De los 34 acuíferos interiores del Estado, 15 de ellos, presentan serios problemas de abatimiento producto de la sobreexplotación. De no atenderse este problema, en 20 años, ningún cultivo podrá tener rentabilidad y competitividad, ni en el campo, ni en la industria y el corredor de abastecimiento de agua potable de las zonas urbanas será insuficiente.

El agua es un recurso natural que puede limitar las posibilidades de desarrollo del Estado. El proyecto “Presa de Milpillas” para el abastecimiento de agua, puede ser parte de la solución al problema, sin embargo el costo del proyecto puede ser mayor a los 4 mil millones de pesos, y ante la complejidad económica de la Federación y la Entidad, es viable considerar e impulsar un esquema de Asociación Público Privada para realizarlo. Esa misma fórmula podría aplicarse a los organismos operadores de agua potable, que les permita lograr rentabilidad y la eficiencia en el servicio. No hay dinero que alcance, pero el desarrollo no puede esperar más, por eso es urgente que articulemos esfuerzos encaminados en hacer realidad los esquemas de asociaciones público privadas, pero no sólo para este proyecto, sino para todas las áreas de oportunidad para el desarrollo de Zacatecas. ■

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