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jueves, 28 marzo, 2024
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La ciencia: la pasión por los enigmas que nos enseña a pensar

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Por: La Jornada Zacatecas •

La promoción de la ciencia en la entidad es de lo más importante. Nuestro mundo no se puede entender sin la difusión de la cultura científica. Que los jóvenes se interesen por acercarse a las ciencias y se aficionen a pensar científicamente, puede ser una de las claves para resolver tanto problema que ahora mismo padecemos. La ciencia consiste en pensar con rigor: razonar justificando cada cosa que afirmamos o negamos y aprender a deducir conclusiones correctas. Si aprendemos a razonar de esa manera, muchas de nuestras creencias serían reguladas por la severidad que pretende acercarse a la verdad. Toda ciencia supone la pretensión de verdad, lo cual puede hacer de nuestras acciones más justas y racionales. La actitud o cultura de la ciencia ya es por sí misma una gran ventaja. Crea la visión de poder resolver los problemas con la actitud de la verdad, y eso supone otra cosa: una ética de la acción social. Si los jóvenes logran absorber esta cultura habremos dado un gran paso contra posturas oscuras o basadas en puro interés tenebroso. La ciencia es hija de la razón pública, aquella que es comunicable y aceptable por todos.

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Además, la ciencia aporta otra ventaja: la precisión. La diferencia entre procesos meramente empíricos y los científicos es esa cualidad. Cuando producimos queso con métodos tradicionales con la misma leche, podemos hacer siete piezas, y si lo hacemos basados en saberes que nos dan precisión, podemos lograr 10 piezas. Además de hacerlos a menor costo o en menor tiempo o más limpios o más durables. Son variadas las ventajas de la precisión, que es efecto de la aplicación del conocimiento de la ciencia. Este hacer lo llamamos Tecnología. Y una actitud auténticamente científica en la relación con la tecnología no consiste en importar formas o aparatos ya hechos, sino en adaptar o crear cosas nuevas para situaciones específicas. Así, se puede aplicar conocimiento científico en procesos económicos específicos e innovar desde lo local. No sólo importar, sino estimular el ingenio. Esa es la diferencia entre la actitud científica de la mera mecánica tecnológica.

Las estrategias que atraen a los jóvenes al gusto por la ciencia, como la lúdica semana de la ciencia que organiza el Cozcyt es una forma correcta. Lástima que el impacto en el sistema educativo es muy limitado, el cual difunde una idea de la ciencia rígida y aburrida. Por eso debe darse impulso a la divulgación científica, crear células de agentes y reproducirlas como virus a lo largo de todo el territorio estatal. Las estrategias divulgativas de la ciencia recreativa son más efectivas que los fríos programas escolares. Las escuelas terminan por matar la pasión por los enigmas, se convierten en cajas registradoras de contenidos académicos. Damos la bienvenida a la semana de la ciencia y tecnología, ojalá y se reprodujeran más de estas semanas a lo largo del año.

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