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viernes, 29 marzo, 2024
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Poesía sin fin

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Por: ÉVELYNE COUTEL •

La Gualdra 266 / Desayuno en Tiffanyʼs, mon ku / Cine

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Si en La Danza de la realidad Alejandro Jodorowsky narraba su infancia marcada por el desarraigo y el exilio, Poesía sin fin significa la continuación de este biopic franco-chileno (ambas cintas fueron presentadas en la Quincena de Realizadores de Cannes, respectivamente en 2013 y 2016). El cineasta se centra ahora en su adolescencia, una etapa en la cual se opone a la presión familiar y lucha por concretar su deseo más fuerte: hacerse poeta. Como foco de efervescencia y bullicio artístico, Santiago de Chile será el marco idóneo para que se cumpla su sueño. Ahí Alejandro conocerá a jóvenes poetas como Nicanor Parra y tendrá acceso a un mundo donde la creación no tiene límites.

A lo largo de la cinta se cultiva la mezcla entre las artes dentro de una búsqueda de sincretismo visual y auditivo: el cine se junta con la música, la pintura y, desde luego, la poesía al venir salpicado de referencias a los poetas más emblemáticos del periodo, en particular a García Lorca cuya obra El público inspiró más de una escena. De este modo se perfila una dimensión metapoética ya que se representan los tópicos que circulaban en torno a la figura del poeta, así como una reflexión sobre su estatuto, su papel. De hecho, lo “meta” no sólo se aplica a la poesía sino también al cine puesto que esta película autobiográfica ejemplifica de por sí una forma distinta de hacer cine.

El pilar en el cual se sustenta su elaboración es, sin lugar a dudas, la fantasía, un hecho que refleja una concepción del cine que apuesta ante todo por el arte y el goce estético. En un blog dedicado a la cinta explica Jodorowsky que el privilegiar la imaginación en la realización cinematográfica es una forma de repoetizar un mundo despoetizado y en cierta medida apocalíptico, en el cual los sueños y la ilusión tienen poca cabida. Se trata, pues, de un cine que rompe con la industria y su principal representante el magnate norteamericano: Poesía sin fin constituye en efecto “una ofrenda al cine y al público, ambos infinitamente más profundos, sensibles e inteligentes de lo que a la industria hollywoodense le gustaría admitir”.[1]

fotograma-de-poesia-sin-finAunque esta propuesta alternativa participa de la riqueza del espectáculo audiovisual y destaca por una originalidad que le otorga un puesto aparte en la cartelera, nosotros queremos recordar que “el público” como se le suele llamar no es una entidad monolítica sino más bien heterogénea, compuesta por infinitas ramas, perfiles distintos y gustos que varían en función de la edad, de la clase social, del género y muchos otros factores.

El goce que el espectador podrá experimentar frente a Poesía sin fin procederá, además de la riqueza plástica de una cinta que se dirige ante todo a los sentidos, de la posibilidad de identificar y entender las múltiples reminiscencias y referencias intertextuales que la pueblan, lo que requiere sin embargo un conocimiento lo suficiente profundo del periodo referido. Por eso creemos que hacen falta películas de todo tipo, y hasta las películas más ramplonas, “tontas” o insignificantes pueden cobrar un valor intelectual, social, o sea llegar a ser “interesantes” según la manera como se las vea y se las reciba.

[1] http://www.poesiasinfin.com/kickstarter/sp.php

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra_266

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