Otro intento de darle rumbo a Zacatecas por los caminos del Desarrollo Humano. Celebramos el acercamiento con el PNUD, para asesorar la incorporación del gobierno de Zacatecas en la visión específica del modelo de Desarrollo que, en el mundo, es el rival del neoliberalismo. El sexenio pasado se anunció, pero no prosperó: quedó en proclamas de inicio de sexenio y al pasar a los planes sectoriales fue abandonado. Por ello, la duda surge ahora mismo con este segundo anuncio. ¿Será real ahora sí?
De entrada, significa que la medida central del desarrollo ya no es el PIB (estatal), sino las posibilidades de que las personas de la entidad tengan las condiciones reales de hacer efectiva su libertad: el centro de la medición del Desarrollo no es el sólo crecimiento económico, sino la ampliación de las capacidades de la población. Las capacidades se preguntan, ¿qué son realmente capaces de hacer y de ser las personas? Es decir, qué condiciones reales tienen de conseguir su plenitud. Así, las capacidades, como las virtudes, son la posibilidad-real de poder lograr la vida buena. Si un individuo elige ser médico, debe contar con la posibilidad no meramente teórica o legal de hacerlo, sino de efectivamente poder llevarlo a cabo. Por ello, una componente esencial del enfoque es la equidad: cerrar las brechas de las desigualdades. Porque la desigualdad es el obstáculo más importante para elevar las capacidades de TODA la población. Además, sin la llamada “agencia” el enfoque es imposible: la posibilidad de que los beneficiarios del desarrollo puedan cambiar su realidad. Lo cual se traduce en intensa participación en los procesos de gobierno. En suma, comprometerse con el Desarrollo Humano no se reduce a invertir un poco más en educación, salud y empleo decente (ingresos). Sino significa cambiar de manera importante los objetivos y la forma de gobernar. Asumir auténticamente el Desarrollo Humano no es tarea sencilla.
Estaremos, con mucho interés, dando seguimiento a este proceso de construir el plan de desarrollo del estado con el enfoque mencionado. Desde la elección del método veremos la definición: si hacen un programa que separa el desarrollo social del económico, y centran este último en la inversión extranjera directa, y además, todo el plan lo elaboran en un gabinete de expertos, significa que no se está gestionando el Desarrollo Humano. Por ello, el acompañamiento del PNUD es una buena decisión, aunque debe darse en un proceso continuo, no sólo en la confección del documento para después decirles adiós. Se requerirá no sólo innovar la estructura del gobierno y mejorar sus capacidades relacionales, sino también una enorme capacitación a todos los involucrados en las tareas de elaboración y aplicación del plan, para que adquieran la capacidad de innovar pues deberán aplicar y capacitarse al mismo tiempo. Nada fácil. Pero también apertura a organismos internacionales y a los diversos actores del territorio estatal, lo cual supone renunciar al control clientelar y político de los programas del gobierno. ¿Realmente lo harán? En suma, estamos a la expectativa de lo que ocurra: para empezar está bien. Veremos qué acontece en los próximos meses que serán determinantes. Ojalá y prenda.
