22.8 C
Zacatecas
viernes, 29 marzo, 2024
spot_img

No hay razón para escribir. Una historia oral de la infamia

Más Leídas

- Publicidad -

Por: EDGAR KHONDE •

La Gualdra 263 / #AyotzinapaSegundoAniversario

- Publicidad -

Hoy recibí una carta de un amigo escritor, una carta por correo postal, que dice que a partir de los hechos que acaecieron en Ayotzinapa se cuestionó su labor de escribir y se dio cuenta que su literatura se había enfermado de espanto.

Dice mi amigo que su literatura de repente se enfermó de apatía, que la humanidad le cayó mal, que vio que todos somos hipócritas, mentirosos y en general incapaces de actuar desinteresadamente. Que le dio miedo y espanto. Y me pregunta en la carta: ¿No te ha pasado nada así? Este es un texto para responderle, más que para recordar y homenajear a los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Ustedes disculpen.

Sí, Rodrigo, aunque te responderé por medio de la misma vía de correo postal, te digo aquí que entiendo tu pesar. Que me identifico. Yo sentí algo parecido inmediatamente cuando las noticias comenzaron a circular por los medios de que se estaba gestando un crimen contra la humanidad en suelo mexicano. Conforme pasaron los días y se iba sabiendo el calibre de los hechos me hundí en la miseria. Escribí luego algunos versos al respecto y después no quise saber más. No quise saber más porque adentrarme en ese pozo me hubiera jodido severamente. Me aparté. Huí. Porque lo único que podía hacer era escribir e indignarme. Y la escritura, la literatura, la poesía y la indignación la verdad no transforman un país ni la realidad. Aún más allá. Dos años después no hemos solucionado el problema, no hemos aclarado nada, a pesar de todas las movilizaciones que han ocurrido desde diferentes aristas: sociales, políticas, culturales, artísticas. ¿Qué te puedo decir Rot? Que no quiero saber nada porque no puedo arreglar nada. Que me tiene harto vivir aquí y que quisiera no vivir en ninguna parte, porque el tema me seguiría buscando. La pena me seguiría embargando. Porque tuvimos que haber detenido todo hasta encontrarlos y no lo hicimos. Somos apáticos, mentirosos, miserables. Qué te puedo decir hermano, escribir es lo único que se hacer, es mi medio de subsistencia. Lo único que hago bien. Escribo para comer y respirar. Para espantar la muerte. Para silenciar los demonios porque pienso que si grito fuerte no los escucharé, aunque me lleguen los susurros de los desaparecidos. Lo sé, soy egoísta. Un día el egoísmo me alcanzará y me cobrará todas las facturas, pero de verdad que escribiendo espero correr más rápido.

 

*Ciudad de México.

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-263

- Publicidad -

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -