■ Alternaron el rejoneador Jorge Hernández, y los toreros de a pie Luque y Silveti
■ El Escapulario de Plata fue para Daniel Luque por sus dos extraordinarias faenas
En una muy bella tarde de feria, soleada, uno de los matadores más importantes de México de los últimos años, ha dicho adiós a la afición en el ruedo de esta Monumental; Eulalio López, El Zotoluco se despidió del respetable después de 30 años de haber tomado la alternativa. El público zacatecano le ha reconocido siempre el valor y el pundonor mostrados tarde a tarde en esta Monumental Plaza de Zacatecas que luce el esplendor de sus cuarenta años recién cumplidos; un público que le ha exigido mucho, pero que también ha celebrado con él grandes faenas que quedarán en la memoria de este coso y en la de quienes lo hemos visto torear bajo la lluvia, sin zapatillas en ocasiones; para quienes lo hemos visto poner banderillas, hacer la suerte de varas en aquella encerrona de antología, pero sobre todo, que hemos visto a lo largo de los años que conoce como nadie el comportamiento del toro y ha puesto siempre por delante el corazón. El 470 aniversario de la fundación de Zacatecas, el marco ideal para esta despedida de los ruedos de quien dice adiós toreando mejor que nunca.
Esta tarde alternaron junto al El Zotoluco, el rejoneador Jorge Hernández Gárate, y los toreros de a pie Daniel Luque y Diego Silveti; se lidiaron 1 toro de Boquilla del Carmen para el rejoneador y 6 de Montecristo para los toreros de a pie. El Escapulario de Plata fue para Daniel Luque por sus dos extraordinarias faenas.
Jorge Hernández Gárate (a la usanza portuguesa, de nazareno y plata) recibió al que abrió plaza, “Buena Suerte”, de 520 Kg., No. 972, de Boquilla del Carmen, un toro negro, cornicorto, muy complicado porque daba arreones y era distraído, dificultando la lidia. Dejó un rejón de muerte delantero, desprendido, pero letal. Palmas.
Elulalio López El Zotoluco (de lila y oro), recibió al primer toro de lidia ordinaria, “Serenato”, No. 38, de 549 Kg., un toro negro, cornidelantero, aborregado, listón, con verónicas y remate por reboleras. En los caballos recibió tres puyazos de mala factura. El Zotoluco brindó la muerte de su toro al respetable y comenzó su lidia de rodillas toreando con la mano derecha, rematando la tanda con un pase del desdén; lo prueba por naturales pero el toro es complicado por ese lado. Muy bien toreado por la senda derechista; el toro fue bueno y si acaso le faltó un punto de fuerza para transmitir más. Dejó una media estocada cruzada al segundo viaje y tuvo que descabellar. Un aviso. Palmas.
El de su despedida, el cuarto de la tarde, “Guantero”, No. 146, de 487 Kg., un toro negro, acucharado, tocado del pitón izquierdo, que salió suelto y no embistió con el capote; luego recibió castigo de los dos varilargueros, lo que mermó las condiciones del burel de Montecristo que acusó mansedumbre desde la salida. Brindó la muerte de su toro a los empresarios de la plaza. Con la muleta, El Zotoluco toreó pacientemente a un toro que daba arreones y que se escupió de la suerte todo el tiempo. “Las Golondrinas” sonaron, la Banda Sinfónica del Estado de Zacatecas acompañó a Eulalio López en su última corrida en esta plaza. Lástima de toro; El Zotoluco ha estado por arriba de las condiciones de “Guantero”. Falló con el estoque y despachó al cuarto viaje. Vuelta al ruedo.
El español Daniel Luque (de blanco y oro), debutó en esta plaza recibiendo a “Cominito”, No. 107, de 456 Kg., negro, sobaquero, meano, cornidelantero, haciendo una breve labor con el capote ante este toro que de salida fue distraído y que incluso fue protestado por el público. “Cominito” apenas fue señalado por el picador en los caballos. Con la muleta, Luque mostró una clase sin parangón; toreó al de Montecristo con suavidad, elegancia y valor. Las “luquecinas” que vimos esta tarde calaron hondo en los tendidos; Luque hace que torear parezca fácil. Después de una excelente faena dejó una estocada entera, pero tuvo que descabellar. Palmas.
El quinto de la tarde, “Vengativo”, No. 43, de 520 Kg., un toro negro, delantero de cuerna, que también presentó dificultades con el capote, mostrando mansedumbre y falta de casta. Luque lo llevó a los caballos y “Vengativo” apenas fue señalado dadas sus condiciones de debilidad. Al quite, el sevillano lo toreó suavemente y aun así el toro perdió las manos. El banderillero Gustavo Campos salió al tercio por su buen desempeño. Luque le brindó la muerte de su toro al El Zotoluco. Luque toreó con calidad, a fuerza de pisarle los terrenos y de cruzarse, logró que un toro noble, pero falto de transmisión, embistiera en repetidas ocasiones. “Si el sevillano ha hecho magia con un toro como éste, lo que podría haber hecho con uno bravo”, se ha escuchado en los tendidos. Palmas, pese haber fallado con el estoque.
Diego Silveti (de palo de rosa y oro), tuvo en suerte al tercero de la tarde, “Ranchero”, No. 106, de 483 Kg., un toro cárdeno claro, nevado de los cuartos traseros, caribello, realizando una breve labor con el capote; en la suerte de varas “Ranchero” humilló bien y se quedó en la reunión mostrando bravura; el quite por saltilleras fue pinturero. Con la muleta intentó hacerle faena a este toro que por momentos mostraba calidad, sobre todo cuando Silveti le pisaba los terrenos, pero cambió de lidia. Lo despachó al tercer golpe de descabello. Un aviso. Silencio.
El último de la tarde, “Vencedor”, No. 44, de 505 Kg., un toro negro, sobaquero, cornidelantero, echaba las manos por delante y calamocheaba desde el principio. Silveti intentó torearlo por verónicas pero optó por llamar pronto a los picadores; recibió una muy buena vara. Con la muleta, Diego se mostró con voluntad de agradar; pero el toro rascaba la arena, reculaba y punteaba el engaño: fue un toro complicado y bravucón que además perdió las manos. Abrevió su labor y despachó al segundo viaje. Silencio.
