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martes, 23 abril, 2024
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Miguel Galván, otro hijo de Zacatecas

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Por: MIGUEL ÁNGEL AGUILAR • admin-zenda • Admin •

■ Historia y Poder

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Zacatecas ha sido tierra pródiga de personajes que ponen muy en alto su estipe y su fama.

Uno de estos personajes lo fue el actor Miguel Galván, quien fue famoso en el mundo de la comedia, el cine y las telenovelas.

Nacido  un 13 de octubre de 1957 y acaecido en abril de 2008, este zacatecano nació y se desarrolló en uno de los municipios más bellos y pequeños de cuantos se encuentran en nuestro territorio: el municipio de Juan Aldama, zona de chanates y tachalotes, de jabalíes y pumas aguerridos, de cerros de flores y de la abundancia de dones en la gente noble de su entorno, descendientes directos de las tribus de zacatecos y tlaxcaltecas que inundaron el lugar poco después de la cruenta conquista de sangre.

Miguel Galván perteneció a esa generación de los inolvidables de Zacatecas: el luchador Perro Aguayo, la famosa Florinda Meza, la conductora Rebeca de Alba, el fotógrafo Pedro Valtierra, la actriz Susana González, el actor José Carlos Ruiz, la actriz Cinthia Klitbo, los famosos músicos Temerarios y un sinfín de buenas noticias que emanan de la vibra de un estado querido en el mundo entero.

Miguel Eduardo Galván Meza saltó a la fama y con  el empuje de toda una generación de comediantes que lo que hicieron fue hacer reír de buena gana a un pueblo afligido por las graves catástrofes de sus gobiernos mal habidos, de sus constantes fracasos en todos los órdenes de la vida pública y lo hizo bien el zacatecano, primero con la famosa tartamuda, luego con sus personajes como Vicente Nario, y muchos otros con verdadero histrionismo y ganas de echar desmadre y ganando buena plata.

En el pueblo zacatecano data de muchos años en que las artes se hicieron presentes, los antiguos hechiceros chichimecas daba espectáculo en medio de las hogueras representando al bien y al mal que aquejaban a sus tribus, los antiguos moradores pintaban en cuevas y en sus vasijas, los músicos daban ambiente en todo momento, si la guerra declarada, la ceremonia nupcial o los funerales masivos; los sacerdotes y sus múltiples misiones efectuaban obras teatrales para la evangelización y castellanización de los moradores, es así que la pintura, la música y la actuación, la traemos muy adentro.

Y algo siempre qué decir, qué enaltecer, de qué enorgullecernos.

Miguel Galván  era objetivo en lo que deseaba y a pesar de su muerte temprana, sigue vivo en la mente y corazones alegres de un pueblo que busca a toda costa desafanar sus múltiples tristezas y aflicciones y sus ganas de que un día cese tanto desgarre social y falta de oportunidades,

Con el debido respeto y en su justa dimensión, sabemos que después de la muerte sigue una existencia alucinante en donde la justicia, la enseñanza y la oración, es parte de sus nuevas  vidas. Esperemos también que la inmensa alegría de haber venido al planeta tierra, a la hermosa Zacatecas y sus hijos pródigos y sus llanuras inmensas y montañas sagradas.

Ahí nomás. ■

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