■ Dar certidumbre a los viajes de los alumnos al extranjero, el objetivo
■ Se busca conocer cuántos están fuera del país, sus nombres y ubicaciones
Después del caso de Jobany Torres Becerra, estudiante de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) que fue retenido en Nicaragua, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) comenzó a trabajar con la Máxima Casa de Estudios del estado para actualizar los protocolos de colaboración entre ambas instituciones en los intercambios estudiantiles.
El delegado de la dependencia federal en la entidad, Javier Mendoza Villalpando, informó que este caso sirvió para “reestructurar más los convenios con la propia Universidad para que no se vuelva a repetir ese asunto”.
Al respecto, explicó que tiene programada una reunión próximamente con el Rector de la UAZ para abordar este tema, a fin de “darle la seguridad a estos convenios que tienen en otros países y que la secretaría, la cancillería, con todos sus protocolos, también tengamos el cuidado de saber qué zacatecanos salen, a dónde salen, para que no nos pase lo que ya nos pasó”.
Mendoza Villalpando mencionó que este trabajo debe ser en conjunto entre la Universidad, la delegación de la SRE y la propia Secretaría de Educación. Entre estas tres instancias, precisó, se tiene que trabajar para dar certidumbre a los viajes de los estudiantes al extranjero, con el objetivo de que estos no se frenen sino que “aprovechemos los convenios de los 51 países donde tenemos becas”.
El delegado refirió, sin embargo, que sí han tenido hasta ahora comunicación con el Área de Movilidad de la UAZ para conocer cuántos estudiantes salen fuera de México por cuestiones académicas, sus nombres y ubicaciones.
Apuntó que el hecho de que los estudiantes o cualquier zacatecano que viaje al extranjero lleve consigo el pasaporte, le respalda y defiende ante cualquier eventualidad que pueda darse en el país en el que se encuentre.
En este sentido el funcionario federal explicó que “el pasaporte, además de documento de identidad y viaje, protege en sus derechos humanos y de libre tránsito a cualquier ciudadano del país; y eso fue lo que nos dio, por fortuna, el que Jobany tuviera ese final feliz, el que tenía un pasaporte”.
