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jueves, 25 abril, 2024
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Planeación y Presupuestos Participativos para un futuro diferente para Zacatecas

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Por: RODOLFO GARCÍA ZAMORA •

A punto de culminar el proceso electoral por la gubernatura de Zacatecas resaltan por un lado los datos contundentes de la persistencia del atraso económico y la marginación social,  y en general, la falta de propuestas sólidas, técnicamente fundamentadas para revertir el subdesarrollo en la entidad por parte de los diferentes candidatos. En efecto con una población estatal de 1 millón 579 mil 209 habitantes, 900 mil de ellos son pobres, 290 mil sufren pobreza alimentaria, 500 mil son analfabetas funcionales, 50% de la PEA gana de 0 a 2 salarios mínimos; el 70% no cuenta con seguridad social, existen 120 mil 787 “Ninis” y el gobierno actual tiene una deuda de 11 mil 700 millones de pesos.

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En el proceso electoral actual se reiteran todos los vicios del sistema político y electoral mexicano, derroche criminal de recursos públicos, manipulación, acarreo, uso de las dependencias estatales, municipales y federales y la denostación, el ataque personal y la calumnia ante la falta de propuestas integrales y sustentadas para el desarrollo humano de todos los zacatecanos. En esta parte destaca la ausencia de propuestas de planeación y presupuestos concretos multianuales y de los equipos responsables de las políticas de empleo, alimentación y eliminación de la pobreza, salud, educación y seguridad humana. La constante de todos los candidatos ha sido el asistencialismo verbal, el discurso fácil de prometer dádivas y de resolver, sin decir cómo, todos los problemas no resueltos y profundizados por el gobierno de MAR.

Dentro de la mercadotecnia discursiva los candidatos descubrieron que existen en el mundo y en México experiencias de presupuestos participativos y los integraron a su retórica como una promesa más de la campaña. Pero, en el contexto del  “desarrollo del subdesarrollo en Zacatecas”, reflejado en las cifras anteriores y ante el desconocimiento de los candidatos de las políticas públicas de empleo y bienestar para resolver los problemas estructurales del estado es importante plantear que sólo la construcción del Poder Ciudadano y la aplicación de la Planeación y  Presupuestos Participativos pueden generar un verdadero proyecto de desarrollo humano integral y sustentable para los siguientes treinta años.

Los presupuestos son los instrumentos técnicos y sociales más importantes  teóricamente en la asignación de la inversión pública por parte del gobierno para promover el desarrollo económico y social en beneficio de todos los ciudadanos. En ellos se expresan como se aplicarán los recursos económicos  aportados por la Sociedad para la atención de sus demandas y solución de sus problemas. En teoría se supone que se consulta a los diferentes sectores de la Sociedad sobre sus problemas, sus demandas y propuestas para darles solución mediante planes, programas y proyectos de gobierno con una adecuada aplicación de esos recursos públicos.

Sin embargo, tales supuestos no se cumplen ni a nivel nacional, ni a nivel estatal, ni a nivel municipal. Es la cúpula del partido dominante y sus aliados los que definen de espaldas a la Sociedad la forma en que se gastan los recursos públicos. Produciéndose así una doble distorsión: los presupuestos no se usan para resolver los problemas más importantes de la población como empleo, alimentación, salud, educación, bienestar y seguridad humana, por un lado, y por otro, la falta de control social y rendimiento de cuentas en el uso de los recursos públicos con la corrupción generalizada en el gobierno federal (la misma Presidencia de la República y los Secretarios de Gobernación y de Hacienda), en todos los estados y municipios. En el caso de Zacatecas, la ineptitud, corrupción, y  la rapacidad del gobierno de MAR y de sus alcaldes refleja la ausencia de mecanismos de control social reales y el uso arbitrario de los recursos públicos que ha llevado la deuda estatal hoy a los 11 mil 700 millones de pesos.

Frente a la degradación institucional de todo el gobierno mexicano, la corrupción generalizada y la impunidad, los presupuestos participativos pueden ser un instrumento muy importante en la construcción de ciudadanía participativa como soporte de toda la vida pública nacional. En efecto, promover este proceso en el cuál los ciudadanos participan en los planes de inversión anual, es decir, en la toma de decisiones acerca de dónde deben invertirse los recursos a las obras y servicios de los municipios y del gobierno estatal resulta fundamental para erradicar la corrupción y la impunidad que caracteriza al gobierno estatal y federal.

Este proceso se ha aplicado en diversas partes del mundo como Kerala en la India, Porto Alegre en Brasil y en varias regiones de Bolivia, Ecuador y Venezuela, generando una mayor participación de los ciudadanos en las políticas públicas de desarrollo, un mejor desempeño en los diferentes niveles de gobierno y haciendo más transparente la administración pública a favor de los sectores populares.

Marta Harnecker (Planificando desde abajo, 2015) destaca como en esas experiencias se demuestra como los presupuestos participativos han sido un excelente medio de control de las administraciones públicas y de lucha contra la corrupción y el desvío de los recursos, ya que la gente no se limita a priorizar determinadas obras y servicios, sino que además se organiza para dar seguimiento a su ejecución: vigila que los recursos se apliquen correctamente en las obras y servicios socialmente determinados y con la calidad y tiempos acordados.

Los presupuestos participativos para dicha autora permiten además reducir la burocracia y hacerla más eficiente mediante un control ciudadano permanente, se reduce la evasión de impuestos y en la época actual de austeridad forzada por la crisis económica mundial permite definir los criterios de asignación presupuestal evitando dañar el ingreso y bienestar de la población precaria y trabajadora. Pero, estos presupuestos tienen las limitaciones de acotarse a inversiones anuales de temas y problemas de corto plazo para resolver de forma inmediata y no el financiamiento de estrategias de desarrollo humano integral de mediano y largo plazo.

Para superar la limitación anterior, Harnecker propone la planeación participativa como un proceso de construcción entre ciudadanos y gobierno de un proyecto integral de desarrollo sectorial, regional y humano, integral y sustentable que erradique el desempleo, la desigualdad, la pobreza y la corrupción. Esta planeación no supone abandonar los presupuestos participativos, sino que los integra en una perspectiva de auténtico desarrollo humano de mediano y largo plazo.

Las reflexiones anteriores son muy importantes para el caso de Zacatecas ya que no basta sólo con la consulta ciudadana sobre presupuestos, sobre proyectos y obras concretas. Es fundamental que todos los ciudadanos participen en todos los diagnósticos, en la elaboración de planes sectoriales, regionales y temáticos, en los programas, proyectos, presupuestos y en los mecanismos concretos de control social permanente con la construcción de los Consejos Sociales de Gestión y Control de Políticas Públicas y Presupuestos  (evaluación y reingeniería social institucional).

Zacatecas no puede seguir siendo territorio de pobreza, hambre,  expulsión de migrantes y destrucción de sus comunidades, del agua, la tierra y el medio ambiente por parte de las grandes corporaciones en complicidad con los tres niveles de gobierno. La visión debe ser construir una estrategia de cambio a una nueva matriz productiva basada en la democracia participativa, la educación, la ciencia, la tecnología, la cultura y el deporte. Dejar de exportar minerales, agua y migrantes, para exportar manufacturas y servicios con alto valor agregado de ciencia y tecnología bajo una perspectiva de equidad social y sustentabilidad ambiental, con una participación ciudadana en el control social, el rendimiento de cuentas y evaluación de las dependencias y de todos los funcionarios públicos como única forma de acabar con la corrupción e impunidad actual en el estado.

A partir de los elementos anteriores consideramos que  la Planeación Participativa asume una gran relevancia para el futuro de Zacatecas con empleo, bienestar y seguridad humana para todos por las siguientes potencialidades:

  1. Integrar a todos los zacatecanos en la construcción de la nueva institucionalidad del desarrollo equitativo y sustentable mediante el ejercicio de una ciudadanía plena.
  2. Institucionalizar la participación ciudadana en la planeación, en la presupuestación, rendimiento de cuentas y control social de los municipios, el gobierno estatal,  el  Congreso y todas las dependencias públicas (incluida la UAZ)
  3. La Planeación Participativa erradica el asistencialismo, elimina el ejercicio de la función pública como “propiedad” de los grupos políticos y se convierte en escuela de ciudadanía y participación popular. Este proceso propicia la ciudadanización en todos los niveles de la función pública y la elevación del desarrollo humano de todos los participantes.
  4. La Planeación y los Presupuestos Participativos permiten que socialmente se discuta y definan las prioridades económicas, sociales, políticas, y ambientales para todos los zacatecanos, acordando públicamente los presupuestos asignados para ellas y los mecanismos de rendimiento de cuentas y control social. Igualmente, definiendo públicamente los perfiles adecuados de los funcionarios necesarios para gestionar eficaz y honestamente los nuevos planes y presupuestos.
  5. Esfuerzos ciudadanos de construir propuestas alternativas de desarrollo humano integral y sustentable como el realizado por el Bloque Progresista de la LXI Legislatura del Estado. organizaciones sociales, organizaciones productores, el magisterio democrático e investigadores y estudiantes de la Universidad Autónoma de Zacatecas demuestran que la carencia de empleo, el hambre, la enfermedad, educación insuficiente y de mala calidad, son causa fundamental de las violencias de todo tipo que sufren nuestro estado.
  6. Ante la debilidad institucional y técnica mostrada por los candidatos a la gubernatura durante todo el proceso electoral respecto a los problemas estructurales señalados, ante el riesgo de reincidir en la misma forma perniciosa de gobernar como MAR, caracterizada por la ineptitud, corrupción e impunidad, cualquiera que sea el resultado electoral, los zacatecanos no podemos dejar la administración pública estatal y el Congreso como botín del grupo ganador. La energía social positiva generada por el proceso electoral debe llevarnos a promover luego del 5 de junio  la realización de Foros Regionales Ciudadanos de Planeación y Presupuestos Participativos sobre los problemas reiterados de empleo (en especial para jóvenes y mujeres), alimentación, salud, educación y seguridad humana. Definiendo los presupuestos respectivos para los siguientes cinco años, la integración de los equipos de gobierno y los mecanismos reales de rendimiento de cuentas y control ciudadano del desempeño de toda la función pública en forma permanente. La forma concreta de materializar la democracia participativa y el control social en toda la administración pública estatal es la construcción en todos los municipios y regiones del estado de los Consejos Sociales de Gestión y Control de Políticas Públicas y Presupuestos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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