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viernes, 19 abril, 2024
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Rigoberto Perezcano: a favor del diálogo en Oaxaca

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Por: JÁNEA ESTRADA LAZARÍN • admin-zenda • Admin •

La Gualdra 252 / Entrevista / Cine

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Rigoberto Perezcano es un director de cine que desborda talento. Nació hace 38 años en Zaachila, Oaxaca; estudió en el CUEC pero abandonó la carrera a los dos años de estar ahí porque consideró que podría “aprender más cosas afuera que adentro”. Así es Perezcano, su espíritu hiperactivo, su afición por observar los detalles más pequeños en su entorno y un gran amor por el cine, por el arte en general, por su tierra y su país, lo han guiado siempre en todos sus procesos creativos.

                En 2009 estrenó su ópera prima, Norteado, una película multipremiada que narra el viaje que emprende un migrante oaxaqueño hasta la frontera con la ilusión de alcanzar el Sueño Americano, que es devuelto a Tijuana y que se ve en la necesidad de permanecer ahí, en una casa en la que convive con dos mujeres… y aquí está lo más interesante, porque la historia no es de ésas que se concretan en hablar de las muchas frustraciones que vive un migrante por pasar la frontera, sino que se concentra en hacernos ver lo intrincado, lúdico y lacónico de las relaciones humanas.

Posteriormente, en 2014, estrena Carmín Tropical, una película entrañable que aborda el tema de los muxes de Oaxaca, concretamente el caso de uno que fue asesinado. Su amiga –muxe también- se entera de la noticia y regresa a Juchitán a tratar de averiguar quién es el asesino. El filme nos lleva de la mano para mostrarnos cómo se vive en el Juchitán, cuáles son sus prácticas culturales, pero no se concentra en exacerbar “lo oaxaqueño” -aunque siempre está presente-; otra vez, la historia es más bien la de cómo es que las personas se interrelacionan, cuáles son sus motivaciones, sus pasiones, sus dañadeces. El guión es memorable porque mantiene al espectador interesado y en suspenso durante los 80 minutos que dura la película, las actuaciones son impecables y el final es uno de los mejores que recuerdo del cine mexicano. Y es que Perezcano es un director exigente y con un profundo sentido de la autocrítica; tan es así, que tuvo que repetir el final porque cuando lo vio “terminado”, se dio cuenta de que finalizaba de una manera predecible “y terriblemente espantosa”. Un año tardó en rehacer el cierre de esta película, que bien vale la pena la vean cada vez más espectadores.

Anteriormente, en 1999, había realizado el documental XV en Zaachila -en el que participó Iván Ávila como productor- en el que cuenta cómo es que se realiza una fiesta popular en el lugar en el que nació, con la intención de recrear también esas prácticas culturales que han permanecido en el tiempo. Vemos entonces cómo se ha repetido el tema de Oaxaca, aunque dice que la tercera película, en proceso, tratará también el tema pero que con esto termina su trilogía. A propósito de Oaxaca, aprovechamos su estancia en Zacatecas la semana pasada, para platicar con él de cine y sobre lo que está sucediendo en su Estado –un día antes se habían dado los lamentables acontecimientos en los que murieron por lo menos 6 personas en los enfrentamientos de Nochixtlán- .

 

Jánea Estrada Lazarín: Oaxaca en estos momentos está en la mira de todos. Lo que ocurrió en Nochixtlán es el detonante de una especie de reacción contenida ante lo que sucede en México… Oaxaca nos ha dado el ejemplo de esta capacidad de organización, de solidaridad, de trabajo en equipo…

Rigoberto Perezcano: Yo creo que no sólo lo decimos los que nos dedicamos al arte y la cultura en México. Lo está diciendo desde hace varios años la sociedad civil: la única manera de evitar que se hunda menos rápido este país -y creo que nos estamos tardando porque lo hemos divulgado en varias ocasiones, pero parece ser que las acciones políticas no son concretas-, es apostarle a la educación y la cultura. Creo que es la única forma en la que podemos salvar lo que está sucediendo en este momento; sin embargo, es muy notorio que a la clase política le interesan muy poco la cultura, el arte y la educación; tal parece que invertir en eso lo sigue considerando un “gasto innecesario”, lo cual es triste y de un nivel de ignorancia muy grande. Creo que si no se puede lograr que haya una comunicación entre sociedad y gobierno, el camino se puede poner más difícil todavía; lo que se está mostrando es una incapacidad de dialogar sobre lo que sucede en el ámbito educativo, sobre todo cuando vemos que al gobierno no le interesa mucho escuchar lo que los maestros, los artistas y la sociedad queremos.

 

JEL: Tú mismo tienes proyectos de educación y arte… Hablemos de “Oaxaca Cine”.

RP: Oaxaca Cine es un proyecto del que nos sentimos muy orgullosos; es una acción civil que fundamos un grupo de artistas y gestores culturales, a partir de la presentación de mi película Norteado; siempre hemos creído que la mejor manera de poder educar y de recomponer el tejido social que está un poco destruido, es a través de la educación, del cine… porque el cine te permite conocer otros mundos, reflexionar sobre otras culturas y eso para mí es fundamental. Estamos buscando la manera en que haya más recursos, buscando la manera en que pueda difundirse más la educación cinematográfica; el cine para mí no es sólo un mecanismo de entretenimiento, sino de educación, y además es una forma de generar otro tipo de estructura cultural dentro de mi Estado; y es ahí en donde nosotros estamos buscando que este proyecto se siga fortaleciendo, porque además, el público oaxaqueño siempre ha tenido esa avidez por ver buen cine. Estamos buscando que Oaxaca tenga un espacio en el que se pueda proyectar permanentemente cine de calidad.

 

JEL: ¿Qué pasa en Oaxaca? Yo estoy admirada de ver la capacidad de organización que tienen los oaxaqueños tanto para hacer proyectos culturales como para marchar y luchar unidos –profesores y sociedad civil- y hacer frente al gobierno.

RP: Creo que esa capacidad de organización se debe a la herencia de las culturas milenarias de Oaxaca; estamos hablando que el Estado tiene el mayor grupo étnico del país. Lo paradójico es que en este lugar, en el que más cantidad de lenguas se habla, no se puede establecer un diálogo, eso es muy triste. Me parece que todos, no solamente quienes vivimos en Oaxaca, sabemos que es inadmisible que el gobierno reprima de esa forma, como la del 19 de junio, a quienes se manifiestan. Todos tenemos derecho a manifestarnos. Quienes vivimos en Oaxaca muchas veces no estamos de acuerdo del todo en las formas que utilizan los maestros para exigir sus demandas; sin embargo, reprimir violentamente es inaceptable. El gobierno debe de entablar un diálogo con los profesores; la misión del gobierno es buscar el diálogo y no la represión. Hoy se vuelve a hablar de los profesores, pero está sucediendo lo mismo que en el 2006, no hubo diálogo en aquel entonces, no lo hay actualmente. Tal parece que no se aprende de lo que ha sucedido anteriormente y por el contrario, se empeora la situación.

 

JEL: Pero hay personajes públicos que están tratando de que este diálogo se dé, como el caso del maestro Toledo…

RP: Sí. Y otro personaje es el padre Solalinde, quien está constantemente sugiriendo que ambas partes del conflicto se pongan a dialogar. Afortunadamente tenemos en el Estado a personajes como el maestro Toledo y al padre Solalinde; son ellos quienes públicamente insisten en que se reestablezca la paz, pero debemos de contribuir todos. Yo nunca he visto, en los años que tengo viviendo en Oaxaca, a un político que sea capaz de levantar la mano y decir: “Vamos a dialogar, a tratar de encontrar la forma”. Lo que yo veo es que los políticos tratan de imponer su ley, a través de la Reforma Educativa –que pocos conocen a profundidad, pero todo mundo habla de ella- sin escuchar directamente a los afectados.

 

JEL: ¿Tú estarías dispuesto a involucrarte como mediador en estas mesas de diálogo que propone Solalinde?

RP: Nunca he estado involucrado en una situación como ésta. Pero se trata de mi Estado y de mi país… y debemos fijar una postura y tratar de contribuir a la solución de nuestros males. Por eso, si de algo sirviera mi presencia, yo con mucho gusto aceptaría. Es que ahora mismo se trata de no permanecer en la indiferencia, sino de construir puentes de diálogo entre gobierno estatal, gobierno federal, los profesores de Oaxaca y la sociedad civil.

 

JEL: Ojalá pudiera darse esa oportunidad del diálogo no sólo en Oaxaca, sino en todo el país…

RP: Efectivamente, porque el problema está en todo México: están los profesores, los 43 estudiantes desaparecidos, Tlatlaya, la inseguridad en muchas regiones del país. Pero el más grave problema que veo es la apatía que muchas veces mostramos los mexicanos, más preocupados por la derrota del 7-0 ante Chile, que por lo que está pasando en todo México; eso es muy triste, lamentable… la forma para poder encaminar a este país al nivel de bienestar que la mayoría de los mexicanos queremos, es ir construyendo enlaces culturales y educativos. Pero al gobierno le interesan más las carreteras –que también son necesarias- porque esos “logros” son más vistosos; no conciben, no entienden, ni ven que el arte y la cultura pueden contribuir a restablecer este dañado tejido social que tenemos… qué lamentable, no entiendo qué tipo de clase política intentará tratar de solucionar lo que está sucediendo en México.

 

JEL: Y mira, lo más golpeado es el sector educativo y el cultural… pareciera que están diciendo desde el gobierno “No te eduques, no te cultives, porque te sublevas”. Ahí están los recortes presupuestales, como otra prueba…

RP: Por una parte anuncian la llegada de la Secretaría de Cultura, pero yo espero que eso no se vuelva una “colonia” burocrática; de lo que más cansados estamos ya es de los embrollos burocráticos. No sé, a estas alturas, no conozco las metas que desea alcanzar la secretaría ni las estrategias que va a implementar para conseguirlas. Lo que sí es lamentable es que se recorte el presupuesto para cultura; en cine habemos, además de los tres amigos que están produciendo buen cine en Hollywood, cineastas que estamos ganando premios internacionales, haciendo bien lo que nos toca hacer, tratando de proponer; de hecho, dentro de las disciplinas artísticas, es en el cine donde se están ganando más premios a nivel internacional. Entonces, es un contrasentido que el gobierno diga “Queremos una mejor educación” y golpee a los profesores; y que diga “Fortaleceremos el ámbito cultural mediante la creación de una Secretaría de Cultura” y que ésta llegue con un recorte de presupuesto. No entiendo…

 

Continuamos hablando con Rigoberto Perezcano, nos contó que hizo su primaria en la escuela federal Niños Héroes de Oaxaca, de ahí que conozca las condiciones de la educación pública y por eso se manifiesta a favor del diálogo y en contra de la violencia. Fijar una postura clara como ésa, en tiempos como los que vivimos, resulta ya no necesario, sino indispensable. Tengo la certeza de que este director de cine lo seguirá haciendo a través de su trabajo artístico.

https://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/252

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