Hastío es la palabra con la que pudiera sintetizar lo que siento como ciudadano respecto al proceso electoral 2016; mi credencial de elector está caduca, no me sirve para votar porque simplemente no tuve tiempo de renovarla, tuve mejores cosas que hacer, no me interesa participar en esta ordinaria forma de hacer política, así, los spots e insistencia del ahora Instituto Nacional Electoral fueron pasados por el arco del triunfo. Recuerdo que la primera vez que voté fue en 1988 por Manuel Clouthier, candidato del PAN a la Presidencia de la República; en ese tiempo, aunque ganó Cuauhtémoc Cárdenas Solorzano (Tres veces candidato a la Presidencia de la República), la caída del sistema dio el triunfo a Carlos Salinas de Gortari, entonces comprendí que eso de la política es una deyección. Posteriormente presencié el insulto a los intereses de la Nación por parte de Don Carlos, el asesinato de Luis Donaldo Colosio aquél miércoles 23 de marzo de 1994 y los múltiples Aburtos que consumaron el crimen; también recuerdo el homicidio de José Francisco Ruiz Massieu el 28 de septiembre del mismo año y otros eventos como el error de diciembre que propició Ernesto Zedillo y el incremento del dólar en más del 114%, así como la privatización de los ferrocarriles a la empresa Unión Pacific en la que posteriormente trabajó Zedillo. Para acallar las voces que gritaban contra la hegemonía del PRI, llegó la alternacia con más sombras que luces y así, Vicente Fox llega a la Presidencia de la República sin materializar cambios importantes. En este inter, López Obrador es alcanzado y rebasado en las encuestas quedándose con el 35% de la votación contra el 38% a favor de Calderón, a este último, autodenominado el presidente del empleo, le debemo el costo social de la lucha contra la delincuencia organizada así, el que tuvo trabajo en exceso fue Mictlantecuhtli, dios mexica del inframundo por las miles y miles de muertes que esta errónea estrategia han generado. Ya luego Peña Nieto del PRI, ha recuperado el status para su partido y ha impulsado reformas constitucionales que no benefician en lo inmediato a México y, más bien, aperturan la posibilidad de que manos externas al país se apropien de nuestros recursos naturales. En el escenario de Zacatecas la política y el proceso electoral están plagados de los mismos personajes que brincan como sapos entre los partidos políticos como cuando se acerca uno al charco; en este tenor, los candidatos se dicen, se desdicen y ahora, hasta las lidercillas de barrio gritonean en las conferencias de prensa que anuncian la domesticación de personajes endebles en el concierto de demandas, lonas ciudadanas puestas por policías, bodegas llenas de despensas, unas fabricadas pal feis y otras de verdad, propuestas vacías, algunos candidatos independientes con dependencia a otros partidos y distintos intereses, otros más, confunden lo independiente con lo limitado en imagen e inteligencia; además, aparece la adhesión de 473 universitarios al partidazo, trailers con materiales de construcción, izquierdas y derechas amarradas, encuestas triunfadoras por todos lados que nos hacen pensar que tendremos más de tres gobernadores y, más elementos que ensucian todavía más a la pueril forma de hacer política, lo cual, me han llevado al hastío como integrante de esta sociedad. De tal forma y, como yo no he contado con los políticos, los políticos no contarán conmigo. En este sentido, agradezco al universo por la culminación de sus campañas electorales, de su proceso electoral solo que ahora viene lo mejor: la guerra sucia en la que los bandos tratarán de arrancar la elección o de imponer su elección, así que el dinero que aprobaron los infames diputados para endeudar a Zacatecas, circulará al por mayor en las maletas y mochilas de los fieles que buscarán convencer en las horas previas al 5 de junio, a los infieles con disparos de billetes de 500. Salvo que me equivoque, la elección será ganada por el que tenga el colmillo más puntiagudo o por el que esté más feo y sepa asustar al electorado. Esta fiesta democrática que está por concluir, parecerá más un festival de halloween del que solo espero no divida y asuste más a nuestra sociedad. Espero que en un momento de duda, como aquellos que surgen de nuestra conciencia antes de cometer alguna estupidéz, se piense en los intereses de Zacatecas, en nuestros niños, en las mujeres, en nuestros ancianos y en el destino de nuestro estado. Ojalá. ■
