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jueves, 25 abril, 2024
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Los médicos, vulnerables ante violencia e inseguridad: Narro

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Por: La Jornada •

Ciudad de México. Los médicos están en una situación de vulnerabilidad ante el clima de violencia e inseguridad en algunas entidades y desde la Secretaría de Salud “se ha hecho mucho” para mejorar las condiciones en que se encuentran. Pero es un tema nacional que se inscribe en una problemática que no empezó en 2012. Se agudizó desde 2008 –en el gobierno panista de Felipe Calderón- y va más allá del sector salud, afirmó el responsable de la política sanitaria del país, José Narro Robles.

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En entrevista con La Jornada, el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) rindió un homenaje a los médicos en el servicio social y más aún porque ahora, la mayoría de egresados son mujeres. También están los empleados en programas como el de vectores que van a los lugares más apartados. “Hay un riesgo”, admitió.

De regreso por tercera vez en la Secretaría de Salud (Ssa), Narro también rechazó que exista algún plan de privatización de los servicios. El tema no está en la agenda del presidente Enrique Peña Nieto, ni en la del secretario ni de los directores de los institutos de seguridad social.

Por el contrario, el compromiso es con el fortalecimiento de los servicios públicos. “Es una obligación ética” y eso no significa combatir lo privado. “No vamos a pelearnos, vamos a coordinarnos”, sostuvo.

Enseguida la conversación completa con el secretario de Salud:

– ¿Qué le hizo regresar a la Secretaría de Salud?

– Regreso porque tuve la invitación del presidente de la República Enrique Peña Nieto y acepté porque la salud de los mexicanos es uno de los grandes espacios de la tarea pública. Es la esencia y función de un Estado.

No concibo un Estado actual, moderno que no tenga un compromiso con la salud.

– Es evidente la cercanía y el aprecio que le tiene el presidente

– Lo conozco hace no mucho tiempo. He desarrollado una relación cercana, de confianza y estoy muy contento y sí siento unas muestras de aprecio y afecto que son absolutamente recíprocas. Eso me da mucha confianza para tratar de hacer.

Entiendo que el presidente me invitó para que contribuya al desarrollo de los programas de gobierno en el campo de la salud y todo lo que yo pueda hacer.

– Se ha mencionado que usted podría estar entre los candidatos a la Presidencia en 2018.

– A mí el presidente de México me hizo una invitación para ayudarle, para contribuir en el campo de la salud. Esa fue la invitación y lo que me hizo regresar por tercera ocasión a la Secretaría de Salud y con puntualidad le digo que estos son tiempos de trabajar, de hacer lo que se tiene que hacer, de no tener distracciones de ningún tipo y menos de esa naturaleza. Yo no me distraigo, no pierdo el rumbo en ese sentido.

Y creo que lo que tenemos que hacer, quienes tenemos un compromiso con el gobierno en este momento, es hacer lo que nos toca.

-Sobre los temas de salud. El concepto de la universalización ha cambiado en los últimos años, primero se habló de un sistema único con un fondo único de recursos económicos, luego fue un sistema con portabilidad e intercambio de servicios, y ahora sólo es intercambio donde haga falta. ¿Hasta donde sí se puede llegar?

– Esto es muy importante porque en efecto, si uno tuviera que diseñar un sistema nacional, seguramente lo diseñaría de una forma ideal. Si a usted le dan parte del rompecabezas armado, tiene que tratar de completarlo, ese que existe. Hay cosas que se pueden hacer para avanzar en la universalización.

La más elemental e inmediata es evitar duplicaciones o multiplicaciones innecesarias y segundo: usemos los recursos públicos de la manera más conveniente.

Yo tengo infraestructura, tengo capacidad, disponibilidad, ¿tú necesitas? Entre instituciones públicas. En este momento tres: IMSS, ISSSTE, Secretaría de Salud federal y los servicios estatales. Eso es lo mínimo, lo elemental y además sí da posibilidades de avanzar en la búsqueda de la universalizacion de los servicios.

– ¿Cómo entiende la universalización de los servicios?

– Que todos los mexicanos tengan acceso oportuno, expedito, cercano a los servicios de salud y que los mismos se presten con calidad.

– Sobre el Acuerdo Nacional para la Universalización en Salud, ¿cuántos estados se sumarán a ese acuerdo en junio?

– Estamos avanzando. Idealmente que todos los estados puedan aprovechar esta posibilidad. Los grandes actores en el proceso son las instituciones federales, las de seguridad social, y las que dan atencion a la población que no tiene acceso a los servicios de seguridad social.

Ahora tenemos que aprovechar que existe una estúpenda relación entre la seguridad social y la Ssa, porque a mí me consta que no siempre se han dado esas buenas relaciones.

Además, siento que ese mismo ánimo existe entre los secretarios de salud, los delegados del IMSS y el ISSSTE, por lo que tenemos buenas posibilidades de tener un número importante de entidades federativas y podemos encontrar un buena cantidad de enfermedades, en cuya atención se logre la sinergia entre la capacidad instalada y la necesidad detectada, emparejarlas y conseguir que se tenga esa mejoría en la cobertura de los servicios.

Es cierto, hemos pasado por varias etapas en el concepto de universalización. Yo espero que esta vez demos en el clavo. Quedan dos años y medio por delante. Es poco, pero hay que aprovecharlo y tratar de hacer cosas.

– Pero ¿qué tanto se puede lograr?

– Lo que estamos haciendo, primero, es buscar la voluntad y sí la hay. Este es un acuerdo y un convenio general del que se derivan convenios específicos.

Yo creo que podemos alcanzar un buen consenso y la instrucción del presidente para que alcancemos la universalización de los servicios, es factible. Hemos enviado los documentos que están analizando en los gobiernos de los estados y la ciudad de México. Aún no se ha definido si habrá una o varias ceremonias para formalizar las adhesiones de los estados.

Después de mostrar esa voluntad política, lo que hemos hecho es detectar acciones de salud en las que podemos ponernos de acuerdo. Definir cuánto cuesta atender a una persona en una unidad de terapia intensiva. Es muy laborioso.

– Llevan tres años en este trabajo…

– Así es. Yo lo que estoy haciendo es aprovechar las experiencias del pasado y el trabajo que se ha realizado en estos tres años. Lo importante es que sí se haga ahora.

– ¿Dónde no se le ha dado en el clavo en salud?

– Hay pendientes, rezagos, dificultades. Hay cosas … tenemos asuntos como la diabetes, sobrepeso y obesidad, cáncer y otros tan complicados de entender y aceptar como el embarazo en niñas y adolescentes. No es lo que uno quisiera, porque con frecuencia no es una decisión informada, reflexionada, sino que son situaciones que se presentan y que desde el gobierno, con la participación de la familia y de otros actores, tenemos que transformar. Tenemos que darles a los niños y jóvenes otras posibilidades.

No le hemos dado al clavo, por eso a diario 30 niñas están dando a luz.

Algunos son relativamente nuevos, como el Zika. Cuando me fui de la Ssa en 1999, eso existía sólo entre los investigadores en virología, particularmente entre los europeos.

Y otros que han aumentado. Ahí está la insuficiencia renal crónica o los problemas de organización de los servicios.

Pero, al mismo tiempo hay cosas extraordinarias que debemos reconocer, los éxitos de México.

En estos tres años del gobierno del presidente Peña se han aplicado más de 280 millones de vacunas con una inversión superior a 20 mil millones de pesos, sin contar lo adicional: el manejo de la red de frío, el transporte, viáticos.

Con ese dinero se hubieran podido construir por lo menos 20 hospitales de cien camas, miles, dos mil 500 centros de salud rurales. Y sin embargo, se optó y es espléndida opción, por vacunar a los niños que es hacerlos iguales frente a la enfermedad.

La salud es uno de los grandes igualadores. La salud es también un gran movilizador social, un gran articulador, un elemento de unidad.

– Una discusión constante es sobre el financiamiento, si debe ser público o se debe dar entrada a los privados. ¿Que piensa de esto?

– En el país todos hemos entendido que se necesita de la participación de todos. En los servicios públicos tenemos una gran fortaleza: más de 500 mil trabajadores de salud, sólo médicos y enfermeras. Más de 20 mil unidades de atención, desde centros de salud rurales hasta grandes centros médicos nacionales e institutos nacionales. Y qué bueno que también exista la posibilidad de tener una combinación.

Ahora la responsabilidad y compromiso del gobierno de la República está con las instituciones públicas de salud, con su fortalecimiento y articulación para aprovechar esa capacidad instalada.

– La iniciativa privada dice que con su participación mejoraría la calidad de los servicios y se ampliaría la capacidad del Estado para otorgarlos.

-Porqué no hacemos primero el uso completo de la infraestructura pública, entre las instituciones públicas. No es negar que hay una infraestructura en el sector privado. Seguramente se está aprovechando por quienes pueden hacerlo. Pero lo primero que tenemos que hacer es voltear hacia dentro, voltear hacia nosotros mismos.

– La ley prevé la participacipon del sector privado

Así es. Yo no estoy en contra. Al contrario hay que usarlo y procuraremos encontrar todas las fórmulas de coordinación porque el problema de la salud es que no distingue preferencias, orientaciones, militancias deningún tipo, ni condiciones. Pero hay que usar racionalmente todo.

– Hay riesgo de privatización …

– No. con toda claridad lo digo. Eso está en la mente de quienes sólo piensan en eso. Privatizar servicios de salud no está en la agenda del presidente Peña ni en la agenda del secretario de Salud y tampoco en los titulares de las instituciones.

Tenemos el compromiso de fortalecer lo público. Es una obligación ética, lo cual no quiere decir combatir lo privado. Aquí no vamos a pelearnos, vamos a coordinarnos, a articularnos, y primero los responsables de las instituciones públicas.

– En reiteradas ocasiones fue crítico del Seguro Popular, desde su puesta en marcha y de sus alcances. ¿Hoy que piensa?

– Que soy un profesional y me toca ver, después de más de una década de estar funcionando, la manera de aprovechar las ventajas. Nunca dije que no tenía ninguna ventaja y nunca he dicho que esté exento de defectos. Y entonces la responsabilidad que tengo, como profesional, es aprovechar las ventajas y ventanas de oportunidad, como se dice ahora, para tratar de corregir los defectos y, con el impulso del Seguro Popular alcanzar la cobertura universal.

– ¿Cuáles son las ventajas y los defectos?

– Una gran ventaja es que es un mecanismo de financiamiento que pretende dar acceso, igualdad, equidad en la prestación de los servicios. Es una cantidad muy importante de recursos que se han destinado estos años en favor del Seguro Popular.

En los defectos, tenemos que mejorar los controles del uso del dinero y de su impacto sobre los indicadores de salud.

La tasa de mortalidad infantil, por ejemplo, en los últimos 65 años disminuyó más de 85 por ciento. Sin embargo, sigue siendo muy alta respecto de países de nuestra región como Cuba, Costa Rica o Chile y no seguiremos avanzando si no atendemos la mortalidad perinatal. Y ya no es tan fácil. Son los problemas al momento del nacimiento, dificultad para respirar y la pobre calidad de la atención perinatal, la falta de cuidado adecuado en el embarazo, las malformaciones congénitas y otras situaciones más complicadas.

Pero si otros países lo han conseguido, nostros también debemos hacerlo. Hay motivos para decir que México ha avanzado. El Seguro Popular ha tenido una parte ahí.

– Desde el año pasado están vigentes nuevas reglas para el control del dinero del Seguro Popular. ¿Es suficiente?

Está mejorando, pero se debe reflejar en impactos en la salud. No es sólo aplicar correctamente los recursos, sino tener los resultados que queremos en los distintos programas. Queremos tener erradicadas, eliminadas, controladas algunas enfermedades, estar con la guardia bien lista por si vienen nuevos problemas.

– La muerte materna es otro pendiente.

– Ahí tenemos que hacer algo adicional o el nacimiento por cesáreas que sobrepasa el 30 por ciento. En algunas instituciones es más de 50 por ciento y en el sector privado más de 80 por ciento. Se está abusando de esa práctica.

– Un reto es llegar a donde están los más pobres, donde no hay nada.

– Y tenemos posibilidades de llegar. La Ssa tiene varios lustros de probar unidades móviles, caravanas de salud y funciona, pero ha faltado sistematizar, saber focalizar, ver dónde están los más pobres, los que están más lejos.

La salud es un mecanismo de inclusión.

– ¿Como la iniciativa para reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo?

Sí. Me da mucho gusto que el gobierno del presidente Peña está avanzando en iniciativas como la del matrimonio igualitario. No tenemos porqué tener miedo a que todos los mexicanos , con independencia de su credo, de su orientacion de género, de sus preferencias políticas, de sus convicciones personales, tengan el regimen de derechos que establece la Constitución mexicana. Si es para todos los mexicanos. Entonces hay que incluir a todos los grupos y a veces tenemos exclusiones sin que nos demos cuenta. Los analfabetos por ejemplo.

– El derecho al aborto?

– Sí, la interrupción legal del embarazo. Tenemos que discutirlo. En el Consejo Nacional de Salud nos presentaron los datos de la ciudad de México donde la práctica está despenalizada. Casi 150 mil interrupciones de embarazo con cero muertes maternas y mecanismos que no ponen en riesgo la salud de la mujer. Tenemos que discutirlo. Hablar las cosas, verbalizar los problemas y asuntos nunca será malo.

– Pero la constante ha sido la oposición de los gurpos conservadores.

– Es que todos contamos, los que pensamos de manera diferente…. no es nada más ser tolerante. Debemos buscar la manera de incluirnos todos. Este es un país de más de 120 millones de habitantes con diferentes maneras de ver y tenemos que encontrar la fórmula para ventilar las diferencias y conseguir acuerdos. No le hemos dado al clavo.

– Otro tema es la reproducción asistida.

– Ese es otro. Hay temas muy sensibles. Pero no podemos dejar de reconocer que esto ha cambiado. En los años 80, cuando fui director de salud pública en el Distrito Federal, la lucha era aceptar la palabra condón. Se tenia que decir preservativo porque si no lo veían mal a uno. La interrupción legal del embarazo era lo más distante que se podia uno imaginar. Hemos avanzado, incluso en aceptar que hay formas diferentes de ver las cosas.

-Debe aprobarse el matrimonio igualitario?

– Sí. El mensaje del pasado 17 de mayo –Día contra la Homofobia en que Peña Nieto anunció la iniciativa- fue muy importante: tenemos que incluirnos. Y son muchos los grupos y temas donde hay exclusión por la vía de la realidad. La pobreza es un elemento que excluye; la ignorancia, la enfermedad, la falta de respeto a los derechos humanos.

– A usted le tocó formalizar en los 90’s la descentralización de los servicios y ahora tiene problemas. No hay los resultados que se esperaban e incluso en algunos aspectos se han retomado acciones desde el nivel central…

– La descentralización es muy importante, tenemos que fortalecer el federalismo y dentro de éste, a los tres niveles de gobierno y particularmente el nivel municipal. Estoy a favor de la descentralización, lo que no quiere decir soltar las amarras. Si se sueltan los controles entonces no resulta lo que uno quiere.

– ¿Eso ha ocurrido?

– Sí, sí ha pasado, pero no es contundente, no es todo, no es en todas partes, porque también hay grandes cosas que han sucedido a partir de la descentralización. Participé en el primer ejercicio fue en los años 80 cuando el secretario era el doctor Guillermo Soberón y luego en 1997, con el doctor Juan Ramón de la Fuente, el planteamiento fue más radical porque todos los recursos pasaron a los estados. Un proceso de esa naturaleza requiere controles, y puedo decir con toda contundencia: existían esos mecanismos. Había una serie de reglas.

– Ahora se debe fortalecer la descentralización, los controles?

– Controles, coordinación, articulación entre los niveles de gobierno, sin duda alguna. Cuando vino la idea de crear el Sistema de Protección Social en Salud, el Seguro Popular, ahí se cambió la gran temática de fortalecer la descentralización. Pasaron cosas, yo no soy quién. Ahora soy el responsable y lo que tengo que hacer es asegurar que esto funcione de la mejor manera posible. No depende nada más de mí, tengo un equipo de colaboradores y sobretodo esto funciona por las veintenas de miles de trabajadores de la salud.

– La inseguridad en la que se encuentran los médicos en los estados. Es frecuente saber de muertes del personal pero parece que no se ha hecho nada.

– Se ha hecho mucho, pero no depende nada más del área de la salud. Es un tema de seguridad general, algo que nos ha afectado y no empezó en 2012. Se agudizó desde 2008.

– Los médicos son vulnerables…

– Sí lo son. Cómo no van a serlo si tenemos médicos en comunidades muy apartadas, cómo no van a serlo si están por su vocación. Desde aquí les rindo un homenaje a los miles de médicos que desde hace muchos años, en el servicio social u otra actividad relacionada con la profesión como las enfermeras, los trabajadores en el programa de vectores que van a los lugares más apartados a nebulizar. Claro que hay un riesgo y la gente que está cometiendo delitos, que también se enferma y se les hace muy fácil hacer uso de la fuerza para obligar a un profesional de la salud.

– ¿Qué hacer?

– Seguir luchando por mejorar las condiciones de seguridad y nosotros, en todo lo que podamos, comprometernos para que en las estructuras municipales, estatales y federales avancemos en dar esa seguridad. La profesión médica ha cambiado. De ser una profesión de varones –cuando yo me formé así era-, es ahora mayoritariamente de mujeres. Sí hay un problema y hay que atenderlo.

-¿Cómo ha cambiado la interlocución con la industria farmacéutica, de alimentos y refrescos, las tabacaleras?

– Me tocó a fines de los 90 la negociación con la industria farmcéutica para la creación del mercado de medicamentos genéricos. Es uno de los grandes logros de esos años y yo tuve el encargo del secretario Juan Ramón de la Fuente de ayudar a que esto saliera. Hubo una gran resistencia de la industria, pero ¿qué tiene de malo que todo el mundo gane? A eso deberíamos aspirar en una familia que les vaya bien a todo; en un país, que a todo mundo le vaya bien, para que a México le vaya bien. Con los genéricos ganó la industria, la población y las instituciones.

Ahora, sobre los temas de obesidad y tabaquismo, ¿es la industria o somos las personas? Nos falta educación para la salud. Yo tengo derechos y la libertad de comer lo que yo quiero, aunque con mucha frecuencia, desafortunadamente, sólo lo que puedo.

Se necesita que todos estemos informados y que todos sepamos por ejemplo, leer las etiquetas, saber cuántas calorías, grasas y carbohidratos contienen los alimentos. Pero si además no me muevo, no hago ejercicio, si fumo y bebo.. ese es parte del problema que tenemos. Es multicausal.

– Se habla del ambiente obesigénico…

-Hemos mejorado mucho. En publicidad hay horarios. Hay asuntos que sí se pueden y otros que no se pueden. Se están instalando algunos miles de bebederos en las escuelas públicas por ejemplo. Avanzamos no al ritmo que quiséramos, pero también nos ha llevado mucho tiempo tener estos problemas, así que nos va a llevar mucho tiempo salir de ellos. Al problema de obesidad no nos metimos de un día para otro, no vamos a salir de un día para otro. Vamos a tener que hacer muchas cosas entre todos. Es un asunto del gobierno, de los distintos sectores y de la sociedad en su conjunto.

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