Historia y poder
Emilio Carrasco dice: basta de simulaciones, todo es mentira, la pintura y la poesía es la única verdad. Ni las elecciones, ni la lucha de clases, ni el fin del mundo, ni lo grave del país desmoronándose, la neta es pintar y hacerlo bien.
Su nombre de volada indica di no a la trapacería de las instituciones, al engaño de las burocracias participativas en acomodar los presupuestos a modo. Su nombre tiene la armonía de que es afortunado gracias a ciertas buenas influencias y ha tenido un buen augurio en general.
Excelente en la pintura, el grabado, la escultura, el dibujo y la docencia, sus cuadros y obras se cotizan con altos presupuestos y costos y simpatías y sus faenas de inmediato atraen a la vista el placentero goce de vivir acompañados y peleando y denunciando.
Lo conocí una mañana en que las autoridades del municipio de Guadalupe hicieron mesas redondas con inquietudes de los artistas todos. Emilio con su bastón, sus manos dibujando, espetó de lo grave y delicado de la situación en general en que viven los artistas todos en Zacatecas: desunión, despilfarro, autocomplacencia, desempleo, apatía para protestar, pero también, talento creador y ganas de trascender, hacerlo bien, de tú a tú con los funcionaretes que muy gozosos les vale un cacahuate si el novel creador tiene hambre, u otro está en el hospital, en la cárcel, o el presidio de las drogas putrefactas.
Emilio es de otro cantar. Y expone en Italia y en China y en España y hasta en Sombrerete o Tepetongo. Es la gracia de ser un artista entero y solidario y atento con todos.
Suerte siempre y es que es la pura neta de la gran pintura zacatecana.
Emilio Carrasco Gutiérrez, activo el señor de la pintura. ■
