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jueves, 25 abril, 2024
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Partidos, elecciones y cambio social (4)

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Por: DANIEL SALAZAR M. •

Se ha mencionado que, junto al trabajo teórico de otros revolucionarios (Trotsky, Gramci…), la Teoría Leninista de la Organización constituye la ciencia marxista del factor subjetivo. Esta teoría advierte claramente que, ante la falta de madurez de la conciencia de clase del proletariado y su dirección, el capitalismo continuará por largo tiempo con su dinámica depredadora a escala planetaria.

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Las Masa obrera y la de trabajadores, se encuentran (de manera general) por debajo del nivel de conciencia elemental de clase, es decir, sin la conciencia de que los problemas sociales del capitalismo pueden ser resueltos solo a través de la organización y de acciones colectivas. Junto a esa Masa, o mejor dicho como parte de ella, existe en México un sector (pequeño aún pero importante), que se caracteriza por ser el más activo entre su clase reconocido como Vanguardia Proletaria. Esta Vanguardia, a diferencia de la gran Masa obrera, está mayormente involucrada en acciones políticas y laborales ya no solo de su sector natural de trabajo, sino, además, pendiente y solidaria con otras luchas y organizaciones de trabajadores, analizando el movimiento obrero, haciendo balances de su última lucha, etc.…

En esta misma perspectiva y bloque de clase, se encuentra la Organización Revolucionaria formada por obreros e intelectuales que realizan actividades revolucionarias y están educados, aunque sea parcialmente, en el Marxismo. En nuestro país existen pequeños núcleos revolucionarios y de trabajadores con gran expectativa de crecimiento, pero aún éstos no cuentan con el peso político suficiente en la vida política nacional… De ello iremos hablando más delante.

De los partidos que hoy disputan diferentes cargos de elección popular, ninguno de ellos reivindica el Marxismo como fuente ideológica por lo que se entiende que su confrontación con el Estado no está dentro de sus planes. La firma del Pacto por México y su comportamiento en las Cámaras, han contribuido a que el gobierno y sus instituciones recuperaren credibilidad y control. Lejos de impulsar la ruptura, canalizan el descontento popular a través de las instituciones electorales.

Acaso el PT, en su programa partidario, insta a la idea del socialismo. Es solo que más allá de eso, su estructura organizativa, discurso y acciones, la mayor parte del año giran en torno a procesos electorales con propuestas de lógica administrativa en los que generalmente no se cuestionan las bases y fundamentos del Estado y, junto a eso, confunden a su electorado cuando concretan alianzas en estados y municipios con partidos de derecha. Cierto es que lleva a cabo actividades de gestoría solidaria ayudando a resolver problemas inmediatos y hasta urgentes. El punto es que sin el Marxismo como herramienta teórica y guía para la acción, los intereses históricos de clase quedan siempre rezagados, “en segunda instancia” o “para tiempo después”. Sin el marxismo como instrumento, la lógica electoral pone a todos -tarde o temprano- tras la dinámica de mantener la vigencia del Estado mexicano al tratar de “mejorar sus instituciones”.

En “Tres Fuentes y partes integrantes del Marxismo” y a lo largo de toda su obra, Lenin deja en claro que esta teoría como ciencia, es la expresión del más alto grado de desarrollo de la conciencia de clase proletaria y que, en último análisis, solo puede ser asimilada en forma individual y no de manera colectiva. Aunque es producto histórico de la lucha del proletariado, no significa que todos o la mayoría de los miembros de esta clase puedan asimilar su conocimiento, por lo que “aconseja” no “idealizar” a la clase obrera.

En tanto la teoría puede ser asimilada de manera individual, se vuelve accesible entonces a otros estratos y clases sociales (intelectualidad revolucionaria, estudiantes…etc.). Finalmente, debiera entenderse que “el Marxismo no es producto automático de la lucha de clases, sino resultado de una actividad científica y teórica…” (Mandel).

Para la Teoría Leninista de la Organización, el punto de encuentro entre las Masas proletarias, la Vanguardia obrera y el Partido de los revolucionarios, depende de la transformación de la lucha elemental en lucha de clases revolucionaria; pasar de las demandas inmediatas o elementales, a demandas políticas y de transición que encaminen la lucha hacia objetivos históricos. La lucha de clases ha existido, ciertamente, durante siglos, pero los que lucharon entonces no estuvieron conscientes de su lucha ni de sus intereses históricos como clase por lo que nunca antes cuestionaron la propiedad privada de los medios de producción ni la existencia y función del Estado. Haciendo la diferencia, la Revolución de Octubre en Rusia, necesitó en cambio de obreros conscientes y preparados en la idea del socialismo.

Es pues que las grandes masas sin las cuales una revolución es impensable, necesitan de la acción para elevar su nivel de conciencia política; esa es su mejor escuela. Por eso siempre será necesario impulsar la movilización como método de lucha pues ahí se templa el rumbo de la ruptura con el Estado…

Contrariamente, lo que han venido proponiendo los partidos –incluido Morena–es la vía institucionalista exclusiva, justo en un momento de decadencia del gobierno mexicano y sus instituciones electorales…
Continuará…
Fuente: Ernest Mandel (obras) / [email protected]

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