#DiálogoEnRedes: Cultura / La Gualdra 243
“La política no es el arte de hacer lo posible, sino el arte de tornar posible lo que es necesario hacer”.
Augusto Boal
Escuchando las respuestas de los candidatos a gobernador del estado de Zacatecas sobre las preguntas de cuál es su objetivo principal en materia de cultura para el estado en caso de ser beneficiados con el voto y ganar la gubernatura, y qué perfil debe cubrir el ciudadano que sea designado como director de instituto, me siento verdaderamente apenado ya que ninguno tiene pensado cómo abordar este importante tema.
Sus respuestas, como todo discurso político, se basan en las buenas intenciones de algunos y en unos cuantos disparates de otros; “la cultura” en Zacatecas, cuando menos en este sexenio que está por terminar (gracias a Dios), estuvo basada en una serie de espectáculos y diversiones cuyos resultados fueron concebidos por ellos como “fenomenales”. La exhibición de una mala política cultural deja al descubierto lo obsoleto de nuestro Instituto Zacatecano de Cultura; de ahí que el título de este texto sea “renovarse o morir”. Sin afán de ofender a nadie: es necesaria una reestructuración desde los cimientos. Escucho del candidato Tello la intención de convertir el instituto en una secretaría pero quedan al aire algunas preguntas: ¿cómo se conformaría? ¿Quién sería el secretario o secretaria de cultura? ¿Cuáles serían las políticas al interior de esta nueva secretaría? Nadie respondió siquiera con un nombre de quién para ellos sería el ideal para ese puesto, debido quizá a que no contaban que serían cuestionados al respecto y sus discursos tradicionalmente van dirigidos al campo, a la seguridad, a la creación de nuevos empleos y en algunos casos a la salud pública.
Una buena política cultural en nuestro Estado sería puente fundamental para el crecimiento de generación de empleos, de atracción turística, de inversión… desafortunadamente los candidatos y los funcionarios siguen considerando a la cultura como algo innecesario para el desarrollo de la sociedad, y a las actividades artísticas como un mero requisito a cumplir “pa´ taparle el ojo al macho”.
No existen excusas o decir que la sociedad no es participativa, muchos de los proyectos culturales que en ocasiones se incluyen en los números y estadísticas gubernamentales, son realizados en su mayoría por la comunidad artística que desde cada una de sus disciplinas elabora sus proyectos, gestiona los recursos y los ejecuta; volviéndose esto una rutina cómoda para aquéllos que designados en un puesto deberían también planearlos, apoyarlos y ejecutarlos. Sólo resta esperar, sabemos quiénes quedan descartados de esta lista para poder llevar a cabo las acciones necesarias para el desarrollo, crecimiento y proyección del arte y la cultura en nuestro Estado.
* Rayón 5.5.4 Espacio Multidisciplinario de Arte Contemporáneo / Taller de Gráfica Pentágono Zacatecas.
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