¡¡Es la ESTRATEGIA, Estúpido!! Es el título de un libro muy útil para los interesados en el análisis de fondo de los procesos electorales, cuyo autor es mi amigo Carlos Flores Rico, quien nos dice en pocas palabras que la estrategia de una campaña electoral consiste en definir lo qué se debe hacer para ganar una elección. De acuerdo con el paradigma o escuela de consultoría política a la que pertenece el autor, una buena estrategia explica por qué los electores deben de votar por nuestro candidato y no por sus adversarios, selecciona los temas a ser comunicados, su secuencia, su frecuencia y los momentos de cada fase. Una buena estrategia nos dice si debemos impulsar alguna táctica negativa o no, en qué momento lo podemos hacer y con cuáles temas. Si debemos debatir o no, y cuándo. La estrategia deberá definir el posicionamiento del candidato en cada tema importante de la campaña, proyectar al candidato como una persona que trabaja a favor de los electores de forma que lo identifiquen como alguien que está de su lado y tiene las respuestas a sus problemas prioritarios, así como los criterios para determinar las tácticas particulares y algunos otros tópicos importantes para definir la publicidad, como los eslóganes.
A estas alturas de la campaña es posible identificar algunos rasgos clave de las estrategias adoptadas por los principales contendientes, lo que nos permite diferenciarlas y prever sus consecuencias inmediatas y mediatas. Para empezar, lo que hemos visto de la campaña de Alejandro Tello permite concluir que decidieron convertir a la persona del candidato en el elemento central de la campaña y que los partidos de la coalición tendrán una presencia secundaria. También apuestan a que los electores no tienen motivos para desear el cambio y votarán por la continuidad. No parecen haber tomado en cuenta que si bien los partidos tienen una imagen muy negativa, lo cierto es que todas las encuestas muestran que el poder de la marca PRI en el electorado zacatecano todavía es muy importante, y por otra parte, está por verse si son capaces de mantener y fortalecer la percepción ganadora que tienen hasta ahora, así como la de que lograron mantener la unidad institucional en la etapa de definición de candidaturas, no obstante la ruptura con el PRI de Pedro de León y la de Cuauhtémoc Calderón con el PVEM. “Tello es garantía” es la frase que sintetiza su estrategia.
Por su parte, la estrategia de Morena está centrada en las figuras de Andrés Manuel López Obrador y de Ricardo Monreal Ávila. Su apuesta implica que tienen estudios que muestran que la acción conjunta de ambos personajes tiene una capacidad de atracción y convencimiento suficientemente grande para obtener el tercio mayor de la votación del 5 de junio; por ello asumen que su reto mayor es lograr que el electorado identifique la unidad AMLO-Monreal-Morena pues automáticamente crecerá su corriente electoral, por lo que no requieren demostrar que sus candidatos son mejores que el resto de los contendientes ni explicar con detalle su programa de gobierno. Parece obvio que la decisión del Consejo General del INE de retirar el registro de su candidato a gobernador ha creado las condiciones para que una gran proporción de la gente identifique claramente esa opción, pero pienso que no está claro que ello se traducirá automáticamente en votos. “Un solo Zacatecas” es una frase que enmascara la oferta real: “Confíen en AMLO y en Monreal”
Por su parte, la coalición unidos por Zacatecas ha iniciado su campaña informando que contará con los servicios del consultor internacional Dr. Luis Costa Bonino, autor del “Manual de Marketing Político”, que puede ser el libro de consultoría política más divulgado en lengua española en virtud de que circula en las redes digitales y puede ser bajado sin costo alguno. El núcleo de su propuesta se basa en presentarse como la coalición de dos partidos consolidados, que lograron la transición democrática de México y que garantizan los cambios que desean los zacatecanos. El mayor reto que deben enfrentar es el desgaste que les produjo la selección de sus candidatos, así como el desprestigio que comparten con todo el sistema de partidos. Veremos si la fuerza de su propuesta y de su narrativa de campaña, así como el trabajo de sus estructuras les permite ser protagonistas de la tercera alternancia en el poder ejecutivo estatal. La frase “El cambio que nos une” deja ver la presencia del consultor y la fuerza institucional de la coalición.
Cabe señalar que además de la actividad del resto de contendientes por la gubernatura, el proceso electoral general se verá impactado por las elecciones de autoridades universitarias. La magnitud del impacto dependerá, fundamentalmente, de la intensidad y calidad del debate interno. Si los universitarios analizan a profundidad los problemas de su institución y las relaciones con el contexto estatal y nacional, el debate interno obligará a los candidatos externos a poner en juego sus propuestas y capacidades, haciendo más fácil la toma de decisiones de los electores. Veremos si los estrategas responden con agilidad y eficacia a esa circunstancia.
