Lahore. Las autoridades paquistaníes buscaban el lunes a una facción de los talibanes paquistaníes que en algún momento declaró su lealtad a Estado Islámico, después de que el grupo reivindicó la responsabilidad por un ataque suicida contra cristianos que dejó al menos 72 muertos.
Pakistán lanzará un operativo paramilitar contra los milicianos islamitas en Punjab, la provincia más rica y poblada del país, después de un atentado sucedido el Domingo de Resurrección que causó la muerte de al menos 72 personas en la capital regional de Lahore, dijeron funcionarios del gobierno.
La facción talibana pakistaní Jamaat-ur-Ahrar, que se declaró leal al grupo extremista Estado Islámico, se adjudicó el atentado suicida ocurrido en un parque público. El grupo dijo que su blanco eran cristianos.
La brutalidad del ataque, que constituye el quinto atentado suicida de Jamaat-ur-Ahrar desde diciembre, refleja los esfuerzos del movimiento por ganar notoriedad entre la serie de células fragmentadas de los militantes islamitas de Pakistán.
Al menos 29 niños perdieron la vida en el incidente de Lahore, la base del poder del primer ministro Nawaz Sharif. Pakistán es un país de mayoría musulmana pero su población cristiana asciende a más de 2 millones de personas.
El lunes en el Vaticano, el Papa Francisco condenó el ataque, describiéndolo como «espantoso» y pidió a las autoridades pakistaníes que protejan a las minorías religiosas.
Funcionarios dijeron el lunes a Reuters que el gobierno tomó la decisión de lanzar una operación de comandos paramilitares a gran escala, dándoles a los efectivos la autoridad para realizar allanamientos e interrogar a sospechosos, de la misma forma en que lo hicieron en la ciudad de Karachi, en el sur del país, hace más de dos años.
El operativo, que aún no ha sido anunciado formalmente, implica que el gobierno civil otorga nuevamente autoridades especiales a los militares para combatir a los milicianos islamistas.
«Los asuntos técnicos aún deben definirse. Hay algunos temas legales vinculados a incluir a los comandos, pero el Ejército y el Gobierno coinciden en los principales aspectos (de la lucha contra la insurgencia)», dijo un destacado funcionario de seguridad, que habló bajo condición de anonimato.
Otro oficial del Ejército y dos funcionarios del Gobierno confirmaron el operativo, pero prefirieron no ser identificados.
