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jueves, 28 marzo, 2024
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Hablemos de derechos humanos con nuestros familiares ausentes

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Por: RAYMUNDO CÁRDENAS HERNÁNDEZ •

Es un hecho demostrado que el despoblamiento de localidades y municipios de nuestra entidad, más que una tendencia demográfica, es la expresión de la falta de desarrollo humano, en tanto que la entrada de remesas, más que un instrumento para el desarrollo, reafirma el hecho de que la subsistencia de las familias y comunidades dependen de las transferencias salariales que sus familiares emigrantes efectúan. La migración estructural obedece a la ausencia de sustentabilidad socioeconómica en prácticamente todo el territorio zacatecano. El volumen de zacatecanos radicados allende la fronteras es de tal magnitud, que puede afirmarse que existe “otro Zacatecas” en Estados Unidos, con lo que prácticamente subsidiamos su economía, aunque muchos de nuestros esforzados paisanos no lo sienten así y no se asumen como sujetos de los derechos humanos.

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Las familias ampliadas Cárdenas y Hernández originarias de Jerez y después de la Colonia Felipe Ángeles, Villanueva, también tienen presencia en varios estados de la unión americana: California, Texas, Ohio, Oregón y Washington. Seguramente es el caso de cientos de miles de familias zacatecanas afectadas por el fenómeno de la emigración estructural, que en ocasiones como la Semana Santa disfrutan el regreso de sus familiares ausentes, como es el caso del festejo masivo del Sábado de Gloria, en Jerez.

Lamentablemente, ni en oportunidades como esta ni en ninguna otra nuestras familias acostumbran hablar de los derechos humanos de los migrantes ni de lo que deben hacer para defenderlos y ejercerlos en el país vecino. Tampoco el gobierno mexicano tiene una política pública para educar a toda la población en esa materia tan importante. Por ello es que se puede considerar como una situación excepcional que los paisanos que nos visitan manifiesten un claro interés en hablar del fenómeno antimexicano generado por la campaña del republicano Donald Trump, quien aspira a la presidencia de Estados Unidos. Es evidente para ellos que uno de los efectos de tal campaña es el incremento considerable de la beligerancia de los grupos racistas, y de la necesidad de defenderse de sus cada vez más frecuentes actos de agresión.

Es muy importante que nuestros familiares y paisanos deben saber que en relación a los derechos de los migrantes, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que es permisible que el Estado otorgue un trato distinto a los migrantes documentados en relación con los migrantes indocumentados, o bien entre migrantes y nacionales, “siempre que ese trato sea razonable, objetivo y proporcional y no lesione derechos humanos”. No obstante, “el deber de respetar y garantizar el principio de la igualdad ante la ley y no discriminación es independiente del estatus migratorio de una persona en un Estado”. Es decir, los Estados tienen la obligación de garantizar este principio fundamental a sus ciudadanos y a toda persona extranjera que se encuentre en su territorio, sin discriminación alguna por su estancia regular o irregular, su nacionalidad, raza, género o cualquier otra causa.

Según la Corte, generalmente los migrantes se encuentran en una situación de vulnerabilidad como sujetos de derechos humanos, en una condición individual de ausencia o diferencia de poder con respecto a los no-migrantes (nacionales o residentes). Esta condición de vulnerabilidad tiene una dimensión ideológica mantenida por situaciones de jure (desigualdades entre nacionales y extranjeros en las leyes) y de facto (desigualdades estructurales). Esta situación conduce al establecimiento de diferencias en el acceso de unos y otros a los recursos públicos administrados por el Estado.

La campaña de Trump, así como la del cubano Cruz, han evidenciado que existen prejuicios culturales acerca de los migrantes, que permiten la reproducción de las condiciones de vulnerabilidad, tales como los prejuicios étnicos, la xenofobia y el racismo, que dificultan la integración de los migrantes a la sociedad y llevan la impunidad de las violaciones de derechos humanos cometidas en su contra.

Es muy importante que nuestra gente conozca lo señalado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución sobre “Protección de los migrantes”, según la cual se debe tener presente “la situación de vulnerabilidad en que suelen encontrarse los migrantes debido, entre otras cosas, a que no viven en sus Estados de origen y a las dificultades que afrontan a causa de diferencias de idioma, costumbres y culturas, así como las dificultades económicas y sociales y los obstáculos para regresar a sus Estados de origen a que deben hacer frente los migrantes sin documentación o en situación irregular”.

La mencionada Asamblea también expresó su preocupación “por las manifestaciones de violencia, racismo, xenofobia y otras formas de discriminación y trato inhumano y degradante de que son objeto los migrantes, especialmente las mujeres y los niños, en diferentes partes del mundo”, y reiteró la necesidad de que todos los Estados protejan plenamente los derechos humanos universalmente reconocidos de los migrantes, en particular de las mujeres y los niños, independientemente de su situación jurídica, y que los traten con humanidad, sobre todo en lo relativo a la asistencia y la protección […].

Es muy importante que las comunidades de mexicanos en EE UU aprendan a defender sus derechos ejerciéndolos, para empezar votando en noviembre contra los candidatos republicanos, y que todos nosotros exijamos al gobierno mexicano que ponga a trabajar a su extensa red de consulados para capacitarlos a marchas forzadas en materia de derechos humanos.

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