■ Debemos ser capaces de atravesar los muros y traer “aire fresco” del exterior, aseveró
■ Las obras deben tener su propia vida y sugerir la posibilidad de un mundo diferente, dijo
Las sociedades a lo largo de la historia han creado “cajas de control” para que las personas vivan en su interior, manipuladas, y actualmente esta se denomina capitalismo, aseguró el artista plástico coreano Won H. Lee, quien agregó que “por suerte tenemos arte”.
Consideró que es a través del arte como se puede escapar de “las garras del capitalismo”, puesto que los artistas deben ser capaces de atravesar los muros y traer “aire fresco” del exterior; una brisa renovada que ofrezca la posibilidad de imaginar mundos diferentes.
En el marco de las actividades del Festival Cultural Zacatecas 2016, el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) invitó a una conferencia que denominó “Caesura: el proceso creativo en la obra de Won H. Lee”, aunque el artista coreano mencionó al inicio de su intervención que hablaría bajo el título “El arte de vivir en el capitalismo”.
Los escritores con sus textos, los poetas con sus creaciones, también mediante las películas o los documentales pueden lanzarse “ataques sociales directos” al capitalismo, señaló Lee.
Mientras tanto, puntualizó que el trabajo de los artistas visuales como pintores y escultores es indirecto pero constituye “una forma fuerte y poderosa” de ataque. Su función, expuso, es proveer a las personas que miren las obras de arte de un canal para poder experimentar un mundo diferente.
Esta semana fue inaugurada en el Museo Francisco Goitia la exposición temporal “Caesura” de Won Lee que consta de 50 esculturas y cinco pinturas.
El artista, en la conferencia impartida en el Foyer del Teatro Calderón, consideró que el arte verdadero debe cumplir dos premisas.
La primera, sostuvo, es que la obra de arte debe estar viva, es decir, “tener su propia vida, mantenerse sobre sus propios pies y hablar su propio idioma”. Precisó que si el arte necesita explicación, no es arte y expuso que este, en su opinión, es uno de los problemas del postmodernismo, en particular, del arte conceptual.
El segundo criterio, prosiguió, es que toda obra debe “sugerir la posibilidad de un mundo diferente” y es en este punto en donde relacionó la relevancia de los artistas en el capitalismo.
Lo importante, apuntó Lee, es ser consciente de que el mundo del capitalismo es un “campo de juego” pero en el que debe haber experiencias puras, ya sean personales, familiares o con las amistades, que constituyan la verdadera realidad de uno mismo.
Explicó que el ser artista no le exime de vivir en el capitalismo y, por tanto, de necesitar dinero para subsistir. No obstante, precisó que “cuando voy a una galería, cuando explico mi arte, eso es un juego”. “El mundo real – continuó – está en otra parte. En mi estudio, cuando trabajo, con mi esposa, amistades; eso no es un juego”.
Concluyó que “sabiendo lo que es y no es un juego seremos capaces de vivir un poco mejor en esta sociedad capitalista”.
