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viernes, 29 marzo, 2024
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Mauricio Magdaleno, para intrusos XXVI. Los cuentos que nunca antes pudo reunir. El ardiente verano

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Por: Conrado J. Arranz • Admin •

El ardiente verano (1954), que Mauricio Magdaleno publicó en el Fondo de Cultura Económica, y que sin duda es la obra más vendida del autor, es una colección anacrónica de cuentos. La edición ha dado pie a la crítica para juzgar la obra como fruto del medio siglo —un siglo marcado en el subgénero narrativo del cuento por las obras de Juan Rulfo y Juan José Arreola—, cuando en realidad contiene relatos escritos incluso veinte años atrás. Un ejemplo es “El ardiente verano”, el cuento que da título a la colección, que se trata de una variación del cuento “Mexicanos en Texas” (1943), y cuya primera versión fue “Segundo Turno” (1941), cuento que se publicó en Hoy.

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Los escasos cuentos que suponían una novedad editorial en cuanto a que fueron publicados por primera vez —“Cuarto año”, “Las carretelas” y “Las Víboras”— hacían referencia a una suerte de “ciclo biográfico de la Revolución” o “ciclo de la memoria de Aguascalientes”, porque todos refieren aspectos autobiográficos del autor, dirigidos a la recreación de los años de la Convención de Aguascalientes, en cuya ciudad de celebración vivió su infancia, algo que podemos comprobar también en la crónica “Una furia en reposo” (Novedades, 29-VII-1956), en la que narra su fugaz encuentro con Pancho Villa. De cualquier forma, de lo que no cabe duda es que la publicación de El ardiente verano significó un balón de oxígeno a la truncada trayectoria literaria del autor, que había dedicado los últimos años a una intensa actividad política y cinematográfica. De la anacronía de la publicación fue consciente el propio autor que, dos años más tarde, hablaba en una entrevista con Mario Puga de los jóvenes escritores contemporáneos en relación con el cuento:

/// El ardiente verano, de Mauricio Magdaleno.Creo en la literatura mexicana y creo en los escritores jóvenes. Ellos son quienes recogerán los frutos de esa amarga y cruda experiencia revolucionaria, son ellos los herederos del acervo histórico de nuestro pueblo. Y ya ha dado frutos excelentes […] me quedo con Juan Rulfo y con Juan José Arreola, tan distintos entre sí y tan extraordinarios escritores ambos. ¡Qué fuerte, qué intenso qué tremendamente dramático es Rulfo! ¡Y qué fino, sutil, irónico y aun satírico, es Arreola! Entrambos están las dos caras de la medalla de nuestras letras contemporáneas. Me es imposible establecer preferencias entre uno y otro. El realismo de Rulfo, quizá…. Pero, no, imposible. Ambos son excelentes escritores.

Magdaleno conocía su espacio dentro del género, el del escritor de la Revolución Mexicana, que tuvo no sólo que narrar en primera persona del presente los crudos sucesos históricos, sino que debió también reflexionar sobre el papel que la memoria tuvo sobre aquéllos, sin la suficiente distancia, y sin la suficiente reflexión en cuanto a los procedimientos literarios. Por esta razón, valoramos como lo más valioso de la obra sus primeros cuentos sobre la Revolución Mexicana, entre los que echamos en falta dos excepcionales narraciones, “El compadre Mendoza” y “El baile de los pintos”. El hecho de que los cuentos que suponen una novedad en el libro sean precisamente los que hacen memoria del acontecimiento histórico referido, muestra la voluntad del autor de reconocerse literariamente en este marco.

La dispersión con la que Mauricio Magdaleno dio a conocer sus relatos a lo largo de numerosas publicaciones periódicas lo empujó a coleccionarlos en esta obra, bajo un ímprobo trabajo editorial de Alí Chumacero y Sindulfo de la Fuente, cuyo esfuerzo principal se centró precisamente en dotar de coherencia al conjunto de la obra. Por lo mismo, El ardiente verano es un excepcional caleidoscopio para disfrutar de todo lo que nos puede ofrecer la trayectoria literaria del autor.

* (Madrid, 1979). Escritor, crítico, e investigador de proyecto en El Colegio de México. Doctor en literatura española e hispanoamericana por la UNED, con una tesis sobre el universo literario de Mauricio Magdaleno. Sus intereses de investigación son la literatura española e hispanoamericana de los siglos XIX y XX, prestando una especial atención a la narrativa mexicana y a la literatura del exilio español. Junto a Andrés del Arenal ha coordinado la colección de ensayos El muerto era yo. Aproximaciones a Juan Rulfo (Calygramma / EstoNoEsBerlín, 2013) y ha realizado la edición, el estudio preliminar y las notas de la novela El resplandor, de Mauricio Magdaleno (Clásicos hispanoamericanos, 2013). Actualmente reside en México, DF.

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