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miércoles, 24 abril, 2024
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Mujeres que viven violencia deben pedir ayuda, aconseja quien fue víctima

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Por: RAFAEL DE SANTIAGO •

■ Aunque hay situaciones difíciles nada es imposible, expone

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“Si me dejas te mato”. Fueron las palabras que hicieron a María sentir miedo y por las que decidió abandonar a su pareja y el pueblo que la vio nacer para salir a buscar ayuda ante la desesperación y la incertidumbre de temer por su vida y la de sus 3 pequeños hijos.

Originaria de una localidad cercana a Jalpa, vivió violencia física y psicológica por parte de su pareja, quien la amenazó de muerte si lo abandonaba. Sin embargo, tuvo el valor de salir pedir ayuda y cambiar su vida, pues considera que nada es imposible y que cualquier mujer que viva algún tipo de violencia debe pedir ayuda y separarse.

Dice que al principio soportó golpes y humillaciones pero no pensó en separarse porque pensaba que algún día cambiaría su compañero; además, quería que sus hijos estuvieran con su padre. Pero cuando las agresiones se dirigieron también a sus hijos, decidió que ya no tenía por qué quedarse a su lado.

Al inicio de la relación su marido no se comportaba así, pues era cariñoso, recuerda. Sin embargo, con los años se volvió agresivo y argumentaba que su carácter se debía a que era nervioso, aunque ella atribuye su mal carácter a que usaba drogas y tomaba alcohol en exceso. Cada que se embriagaba la insultaba frente a sus hijos.

A los menores los regañaba. Incluso llegó a lesionar a su hijo más pequeño en la nariz, pues le dejó una cicatriz producto de un golpe que le propinó, estando borracho, con una sandalia y cuando se enojaba les lanzaba objetos como zapatos para lastimarlos.

A ella la llegó a golpear en tres ocasiones, sin provocarle lesiones graves, aunque sí algunas contusiones. “Yo le decía que eso no era quererme, que mejor me diera mi libertad, pero él me contestaba que si me iba me mataría; no me dejaba trabajar porque decía que me iba a mantener; creo que una persona así es capaz de hacerlo y por eso no me animaba a salirme”, dice la mujer.

Relata que en las noches en que su esposo se salía a tomar con sus amigos ella salía con sus tres hijos a buscar asilo en otras casas. Pedía a familiares y amigos que les permitieran pasar la noche, pues cuando su marido llegaba los agredía a todos.

Dice que la situación se volvió insoportable y hace un año se separó por un lapso de 10 meses; la primera instancia a la que acudió fue al DIF municipal, pero no recibió la ayuda que esperaba.

En ese lugar sólo se le convenció de que hiciera un convenio para que los menores vieran a su padre cada viernes de la semana y regresaran a su casa, pero ella argumentó que no era apto para que permanecieran tanto tiempo con él, pues ejercía violencia contra ellos.

La explicación que le dieron es que como su padre tiene derecho a verlos, sin tomar en cuenta que ejercía violencia contra ellos. Incluso le señalaron que el padre podría llevarlos hasta por seis meses y que nadie podía quitarle ese derecho de convivir con los infantes. Afortunadamente supo del Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar de Zacatecas (Caviz), donde recibió ayuda integral y actualmente se encuentra en el albergue de esta dependencia.

“Ahora quiero cambiar mi vida; quiero sacar este miedo que me impide hacer muchas cosas, quiero trabajar y echarle muchas ganas para sacar adelante a mis hijos; quiero que ellos estudien y sean buenas personas. Creo que aunque hay situaciones difíciles nada es imposible y yo quiero ver a mis hijos felices. Hace poco lo vi, pero creo que sigue igual y no va a cambiar. Quiero que entienda por qué ocurre esta separación y que debe buscar ayuda para cambiar, porque si cambia será con otra mujer, pero no conmigo”, menciona María.

Sofía Isabel Navarro, coordinadora del Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar, informó que al mes se reciben aproximadamente 120 denuncias o tramites por violencia doméstica.

Explicó que el maltrato que mayormente se ejerce contra la mujer es la violencia física, le sigue la psicológica y luego la económica, mientras que el mayor número de casos se presentan en municipios como Loreto, Chalchihuites, Jalpa, Jiménez del Teul, Ojocaliente, Calera, Guadalupe y Zacatecas.

Detalló que en el Caviz un equipo multidisciplinario en las áreas de psicología, jurídico y trabajo social se encarga de dar atención a las víctimas, además de realizar las gestiones necesarias ante las dependencias que se involucran en este tema, y se ofrece el servicio de albergue.

“La ayuda es en la medida en la que nos la permiten, aunque hay algunas mujeres que se atienden de forma externa y deciden abandonar el proceso. De mayo a la fecha, de 28 mujeres albergadas solamente 3 mujeres han regresado con sus parejas; actualmente hay 3 mujeres y 7 menores en el albergue”, mencionó la funcionaria estatal.

Exhortó Isabel Navarro a las mujeres que viven en situación de violencia a que acudan al Caviz para recibir la atención necesaria. Pueden también solicitarla a los DIF municipales o denunciar cuando son víctimas de agresión al número de emergencia 066, ya que las policías municipales canalizan los casos de violencia intrafamiliar a la dependencia.

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