Autor: Pablo Daniel Sánchez Muñoz
(4 CONCURSO DE CALAVERAS LITERARIAS DE LJZ)
Estaba la Muerte acechando a un tipo malo
y sus compañeros querían salvarlo.
Al hospital fueron a dejarlo
amenazando al personal autorizado.
«Necesita cirugía inmediata,
pues trae heridas de bala.
Si no lo salva,
a usted también se lo lleva la Flaca»
-dijo uno de los malos.
Algunos médicos se quitaban la bata
para confundirse entre la gente aterrada.
«Haremos lo que podamos.
No es fácil salvar a personas con graves daños»
-dijo un médico.
A cirugía lo trasladaron,
sus compañeros sangre le donaron
y mucha le inocularon,
pero el contrato con la Parca estaba agotado,
ella venía por lo acordado
y su alma venía reclamando.
A las ocho y media lo declararon finado.
Los malos a nadie lastimaron
y cuando se fueron,
los médicos se sentían aliviados.
Melancólicos, a su compañero se llevaron
al panteón para enterrarlo.
Muchas canciones le tocaron
y se despidieron rezándole un rosario.
Así son las cosas en este trabajo.
Uno se esfuerza para ayudar a los necesitados,
pero cuando la persona ya tiene contrato,
lo único que se puede hacer es alargar un poco el plazo,
y aun así, la Flaca siempre sale ganando.