13.9 C
Zacatecas
viernes, 19 abril, 2024
spot_img

‘El Trompas’

Más Leídas

- Publicidad -

Por: La Jornada Zacatecas •

Autor: Reynaldo Rodríguez
(4 CONCURSO DE CALAVERAS LITERARIAS DE LJZ)

- Publicidad -

Esto que les voy a contar, siendo breve en mi relato,
me lo contó un esqueleto con el que platiqué sólo un rato.
Yo ya tengo tiempo de muerto en este alegre panteón;
me salgo a pasear un rato, cuando dejo mi cajón.

Lo vi que también él paseaba y me acerqué a platicarle,
pues viendo lo infeliz que estaba, me animé a entrevistarle.
– Yo soy gringo de nacencia, nací en el otro lado.
Pedí que aquí me enterraran, ahora que fui rechazado.

Mi nombre fue Donald Trumph, ‘El Trompas’, el hocicón, por todo el mundo me apodaron.
Queriendo ser presidente, me fui embistiendo problemas, y al final pues me aceptaron.
A gritos y sombrerazos, logré penetrar en las mentes
de todos aquellos seres, que, ahora pienso, eran puros inconscientes.
Me fui contra los migrantes, por rateros, flojos y embusteros.
Yo, desde mi pedestal y con todo mi dinero, me reía a carcajadas de esos pobres pordioseros.

Y así, me paseaba yo ‘El Trompas’, por la Unión Americana,
creyendo que mis palabras eran una cosa sana.
Un día encontré muy sentado en una banca a un muchacho que leía,
se veía tan vivaracho que creí que me serviría.

El muchacho me comentó de todas las situaciones
de miseria y de pobreza que hay en muchas naciones.
Sus palabras comprensivas suplicaban ayudar
a todas esas personas con las que yo quise acabar.

Después pude yo entender que mi ambición desmedida
no tenía razón de ser, que era una causa perdida.
Así pude abandonar eso que fue mi locura,
pues nadie puede gobernar un pueblo con amargura.

Empecé a viajar con muchos inmigrantes.
Me sorprendí no encontrar entre ellos a puros ignorantes.
Países antes felices se están quedando sin gente,
por la muchas cicatrices que les deja el dirigente.

Me causa mucha alegría esto que ahora yo siento,
pues aquí no existen modos de tener mal pensamiento.
La humanidad es migrante, siempre cambia de lugar;
quiere ver lo que hay delante y lo trata de encontrar.

Si alguien arriba en el cielo quisiera que no migraran,
pues quitándoles las piernas lograría que se pararan.

Y ahora estando aquí enterrado en este alegre panteón,
muy pronto estoy enterado por qué se mueve la gente
cuando gobierna un bribón.

Era ya el dos de noviembre y nos volteamos a mirar.
De pronto, empezó a llegar la gente con su vida rebosante,
haciendo fiesta de la muerte y uno que otro a llorar.

Flores de cempasúchil, comida y muchas canciones
impregnaban el ambiente de todititos los panteones.
‘Al Trompas lo vi llorar lágrimas de difunto.
¿Será que a su enorme y fría lápida nadie la visita? y punto..
O será porque extraña su tierra, simplemente me pregunto.

El Donald corrió a su fosa; yo alcancé a ocupar la mía.
Y ya encerradito, me puse muy contentito
de escuchar la algarabía.

Así termino el relato del Trompas norteamericano,
un gringo transformado que con la Muerte dialoga,
pues quiere que la Calaca se lleve a uno que otro republicano,
que no les sentaría nada mal poner su cuello en la soga.

- Publicidad -
Artículo anterior
Artículo siguiente

Noticias Recomendadas

Últimas Noticias

- Publicidad -
- Publicidad -