Dubai. La estampida humana que ocurrió hace más de dos semanas cuando se realizó la peregrinación en la ciudad saudita de La Meca dejó al menos mil 608 muertos, de acuerdo con las cifras reportadas y divulgadas este lunes por 31 países, lo que convierte en la catástrofe más mortífera de la historia de esta celebración musulmana.
Autoridades sauditas no emitieron un nuevo balance de víctimas desde el 26 de septiembre, dos días después de la estampida, cuando sólo reportó el deceso de 769 peregrinos. El gobierno de Riad aún no proporcionó ninguna lista de víctimas por nacionalidades.
Pero la cifra de muertos se duplicó desde entonces, de acuerdo con los balances de varios gobiernos y comisiones nacionales de la peregrinación, encargados de identificar los cadáveres para ser entregados a sus familiares o repatriados, ya que se encontraban varios extranjeros durante el ritual. Además, cientos de peregrinos continúan desaparecidos desde el día de la estampida, que ocurrió el 24 de septiembre, cuando se realizó el ritual de la lapidación de Satán, en Mina.
La anterior catástrofe del peregrinaje fue el 2 de julio de 1990, cuando una estampida en un túnel de Mina dejó mil 426 peregrinos muertos.
El príncipe saudí Turki al Faisal rechazó el pasado domingo la idea de compartir la administración de la peregrinación anual haj con otras naciones musulmanas, ya que su gobierno lo considera «un asunto de soberanía» y un «privilegio».
El alto miembro de la familia real saudita habló en momentos en que su país enfrenta crecientes críticas tras la desastrosa estampida del mes pasado afuera de la ciudad sagrada de La Meca.
Irán, rival regional de Arabia Saudita, que perdió a la mayor cantidad de peregrinos, acusó al reino de una mala administración y pidió que un organismo independiente sea el que organice el haj.
La familia real Al Saud, que gobierna Arabia Saudita y por la que el país lleva ese nombre, se enorgullece del prestigio y legitimidad que brinda ser el administrador del haj y de los lugares más sagrados del islam, La Meca y Medina.
El rey Salman, al igual que sus predecesores sauditas, porta el título de Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas, en referencia a la gran mezquita de La Meca y la mezquita del Profeta en Medina, construida por Mahoma.
