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miércoles, 24 abril, 2024
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Narración oral, vehículo para llegar al hombre de forma subliminal: Portillo

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Por: MARTÍN CATALÁN LERMA •

■ Narradores pueden contribuir para que la apertura arribe a Cuba poco a poco, afirma

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■ Esa disciplina puede ser vista como un arte, pero también tiene una función social

En estos tiempos de cambio en Cuba y el mundo, la narración oral a través de las historias es una manera de llegar al hombre de manera subliminal, elegante y atractiva, sin los discursos políticos aburridos. Los narradores pueden contribuir para que toda la apertura llegue a Cuba poco a poco, así como dijo Raúl Castro: despacio pero sin pausa, porque cuando se apresura se cae, parafraseó Mirta Portillo, una narradora oral cubana que participó en el 11 Festival Internacional de Narración Oral realizado en Zacatecas.

Portillo asistió al programa Acentos producido por La Jornada Zacatecas tv, esta ocasión conducido por Alma Ríos Treto. Ahí la cubana recordó cómo desde la década de los 60, Cuba se convirtió en un referente de la narración oral como arte y porque desde siempre ha tenido una función social.

En el entendido que las edades más tempranas son el cimiento, las maestras de primaria y las bibliotecarias han tenido esa tarea, es decir, narrarle y conquistar a los niños con las narraciones. Refirió que en la Biblioteca Nacional de Cuba desde los años 60 comenzó La Hora del Cuento y se retomaron formas de Escandinavia.

De modo que hasta la fecha se llevan niños de las escuelas para que oigan cuentos y contribuir en la formación de los valores éticos, pues ha sido a la par una manera de fomentar la lectura. Con la ventaja además de que la población cubana no es analfabeta porque ahí todo mundo sabe leer y escribir correctamente.

Mirta Portillo refirió en la entrevista que ella comenzó desde joven a ser cuentista, sin saber que eso era narración ya que desde que era profesora inventaba cuentos, luego los escribía y así hasta llegar a crear un proyecto comunitario que tiene ya 17 años.

Relató que en Cuba hay narradores orales que pueden subir y hacer un arte de los cuentos, están en todas las provincias y hay festivales de oralidad en todo el país. Como narradora, Portillo dijo que lee mucho para que la historia la encuentre a ella y toque el corazón para que la obligue a contarla incorporando su lenguaje y experiencia.

Es decir, de las narraciones deja solamente el diálogo que es puntual, lo demás lo quita para explicarlo, que el público pueda entrar a la historia, el niño se sienta partícipe y eso fundamental para tenerlos en su bolsillo, cuando alguien se sale “yo me siento mal”.

Mirta Portillo comentó que ella elije las historias a contar a partir de la necesidad de compartir contar humor: “me gusta y me queda bien porque normalmente la gente se ríe de las cosas que digo”. Piensa que por naturaleza la vida es amarga, hay muchos problemas y las personas que escuchan un cuento prefieren reír que llorar porque eso lo hacen todos los días. Es más fácil llorar que hacer reír, sentenció.

Aunque agregó que no puede hacer sólo ese tipo de historias, y su repertorio tiene historias de todo tipo que salen de la literatura y la oralidad, es decir, trata de protagonizar y ampliar sus cuentos con las historias que vienen de sus ancestros africanos.

Refirió cómo los españoles se encargaron de quitarles a los cubanos hasta el apellido y no puede saber de dónde vienen sus ancestros, así que prefiere narrar las historias africanas. En el entendido que si no se sabe de dónde se viene es difícil saber a dónde se van, se tiene que ir a las raíces, explicó.

Mirta Portillo dijo que en el caso de los negros descendientes de los africanos hay cosas que no se saben porque no había una tradición escrita sino oral, y ahí las situaciones se tergiversan.

Por tanto, con sus cuentos se encarga de aclararle al que no lo sepa que todos los cubanos y los seres humanos vienen de África y está científicamente comprobado que la vida empezó ahí, pero los españoles secuestraron africanos sin importarles sexo y jerarquía, los llevaron a Cuba para explotarlos y quitarles hasta el apellido.

Pero los africanos para conservar su religión y tradiciones aunque no tuvieran un libro o imagen cuando vieron las dificultades buscaron las similitudes entre las deidades cristianas y las propias, ya que fueron convertidos en cristianos a la fuerza.

De esa manera desde la tradición oral, de generación en generación, llegó su religión a las actuales generaciones porque supieron guardar eso en el corazón y en la mente, lo cual no se puede negar.

La narradora opinó que actualmente se vive un momento difícil porque las generaciones de ella vivieron y pasaron por su cuerpo lo ya referido, pero a los jóvenes actuales se les cuenta nada más. No obstante, cuando se forman bases sólidas el edificio no se cae y hay mucha esperanza de que Estados Unidos no se va a poder apoderar.

Añadió que entre ambos países debe haber relaciones, pero viviendo en paz porque no se tienen las mismas ideas; es momento de demostrar que el pueblo cubano está bien formado y  los jóvenes saben lo que han ganado y lo que está en juego.

El que sale de Cuba sabe lo que se tienen en el país, es verdad que hay muchas carencias pero el cubano puede llegar a ser doctor en la ciencia que quiera sin pagar un centavo. El que se enferma está tranquilo porque sabe que está garantizada su vida “hasta que el creador quiera porque ahí están los médicos al tanto de eso”, agregó.

Refirió finalmente que por eso hay médicos cubanos en todo el mundo, ya que la medicina de Cuba es buena y el doctor es humano, no teme tomarle la mano al enfermo y darle una sonrisa.

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