A 100 años de su nacimiento, fue homenajeada hoy la obra en materia de preservación, conservación y protección del patrimonio de Zacatecas de Federico Sescosse Lejeune, que derivó en instituciones como la ley estatal en la materia y el establecimiento de la Junta de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas del Estado, dijo el gobernador Miguel Alonso Reyes.
Fue el antiguo templo de San Agustín el primer inmueble histórico que intervino el personaje para su restauración, pero su labor se extendió a otros espacios que hoy en día ocupan los museos Pedro y Rafael Coronel, la Catedral Basílica de Zacatecas y algunas áreas arqueológicas de la entidad. Sin quererlo, señaló Alonso Reyes, este trabajo culminó con el nombramiento para el Centro Histórico de la capital del estado como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1993.
Este 9 de octubre, en otro de los espacios que rehabilitara Sescosse Lejeune, el Museo Zacatecano, donde se realizó la conmemoración de su natalicio, Guadalupe Sescosse Pesquera, una de los seis hijos de quien se considera el mayor protector del patrimonio cultural no sólo de estado sino del país, afirmó que fue Zacatecas la hija predilecta de quien también fuera nombrado arquitecto honoris causa, e invitó a los zacatecanos, como él lo hizo, a cuidarla ante propios y extraños.
La labor de Sescosse Lejeune ha derivado en una gran afluencia turística, de la que viven desde hoteleros hasta el que vende los dulces, expuso. En el evento se ofrecieron reconocimientos post mortem al primer delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en el estado, por parte de dicho instituto y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos) mexicano.
