■ Debemos cuestionarlos, aunque implique luchar contra la tradición y forma de ser, explica
■ Esto deriva en necesitar de un cuerpo administrativo de confianza y no sindicalizado, señala
El sistema político, tanto a nivel gubernamental como también en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), conlleva prácticas que se ejercen para la obtención de clientela y cotos de poder y otras más que se reflejan en ciertos beneficios como lo es el otorgamiento indebido de prestaciones para miembros de la burocracia, afirmó Benjamín Romo Moreno, docente de la Unidad Académica de Economía.
“Es el mismo fenómeno, usar el poder en beneficio propio de alguna y otra manera. Eso es lo que la gente repudia ya de los partidos políticos y es lo que nosotros debemos cuestionar de los grupos políticos de la Universidad que hacen lo mismo”, indicó.
Transformar esa situación en el contexto de un nuevo proceso electoral tanto en la UAZ como en Gobierno del Estado, dijo, implica luchar contra la tradición, forma de ser e idiosincrasia de los universitarios, por lo que es importante que haya una manifestación de oposición en ese sentido.
Tanto en la política partidista como en la Universidad, dijo que hay muchas cosas que el sistema tolera, por lo que se trata de una situación análoga en ambos casos en donde tener clientelas es muy importante.
Sin embargo, Romo Moreno señaló que a nivel nacional se percibe un hartazgo e inconformidad en la sociedad, es decir, “hay otro ambiente” que puede derivar en cambios en diversos aspectos.
“Pero nuestro gran problema es cómo trasladar ese ambiente a la Universidad para que los universitarios se den cuenta que acá también se cuecen habas, porque la tolerancia es la que permite que se den todas esas cosas”, expresó el ex director de la Unidad Académica de Economía.
Entre las cosas que tolera la comunidad universitaria, por ejemplo, está las prestaciones que se otorgan las autoridades y funcionarios de nivel superior y medio, porque debería ser “apegado al Contrato Colectivo”.
“Hay algunas prestaciones que se otorgan a la burocracia que efectivamente no aparecen en los contratos y son prestaciones que se les dan como premios anuales a los jefes de departamento y superiores, pero habría que ver si ello está tolerado en la estructura del subsidio federal”, agregó Romo Moreno.
Por último, reiteró que el sistema y organización de la Universidad deriva en otros problemas tales como la necesidad de un cuerpo administrativo profesionalizado que tenga carácter de personal de confianza y que por lo tanto no esté sindicalizado, contrario a la actualidad en la que todos los funcionarios perciben prestaciones como si estuvieran sindicalizados al ser funcionarios de alto nivel.
