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viernes, 29 marzo, 2024
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Un rockcito para todos los roles / ¿Qué onda con el otro rock?

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Por: JAIME FLORES GUARDADO •

Simón, aquel que surge como el ave fénix, aquel que se mantiene con sus propios recursos, el contestatario, el propositivo, el de la banda para la banda; el rock que emerge de las coladeras, de las oquedades del inframundo, de las más íntimas declaraciones de los seres que en verdad sacan esa sensibilidad para conformar una estela concatenada a la problemática urbana, social e intelectual de la banda que quiso ser diferente, que nació para expresar libertad, amor, luz y una esplendorosa lírica que a cuatro décadas y media ha constituido lo que pudiera ser el inicio de un verdadero rock que se ha ido convirtiendo en clásico.

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¡Ah! ¿Qué pasó con lo que dijo, ya tan pronto se olvidó?, ¿qué pasó con las treinta monedas que te dio? Porque no te creo lo que dijiste, sé que no es la verdad, lo cierto es que prefiero en mi cerebro caminar. ¡Tendré que caminar! Sindicatos y patrones me han bajado la moral, si me dejo, los calzones también me van a bajar, porque la justicia toma tiempo, yo no puedo esperar, prefiero en mi cerebro caminar, tendré que caminar. (Caminata cerebral, Love Army).

La época avandariana quedó en la memoria de miles de gentes que ansiosas esperaban un cambio en esta realidad nuestra, en esta espesa esfera llena de trucos y traiciones que los gobiernos en turno se han empecinado en cerrar cada vez más y, aun a punto de explotar, le siguen llamando Patria, a pesar de que Ella, a gritos desesperados de las conciencias latentes, ha intentado desaparecer para originar una nueva nación, una nueva raza que dé continuidad al estigma que los aztecas, chichimecas o tlaxcaltecas no han podido borrar.

Joyas del rock llamado Chicano, donde se puede escuchar ‘Preludio a la felicidad’, de La Revolución de Emiliano Zapata, y ‘La última danza’, de Toncho Pilatos
Joyas del rock llamado Chicano, donde se puede escuchar ‘Preludio a la felicidad’, de La Revolución de Emiliano Zapata, y ‘La última danza’, de Toncho Pilatos

… Hace muchas noches te dijeron, todo es bello, no los juzgues, es una herencia mal interpretada, sus raíces tienen siglos, diferentes signos, diferentes banderas, una misma meta, el agua y la tierra revuelta, es… tu última danza. (La última danza, Toncho Pilatos).

Las raíces de la siqué y el alucine también rondaron por el carrusel de los adoradores de los caminos del subconsciente, de los viajes indiscutibles, para penetrar por la puertas de la percepción.

Cuando tú sientas ya ser diferente y que tus párpados sientas cerrar, ya que tu ser vuele a un mundo mejor, ya que tus penas las veas alejar, ya que tu ser vuele a un paraíso donde tristezas jamás encontrarás, el infinito podrás conquistar, tus ilusiones podrás alcanzar, todos tus sueños podrás realizar, cuando al fin logres la felicidad, ya que tus penas… (Preludio a la felicidad, La Revolución de Emiliano Zapata).

Y si El Brujo Bátiz logró hacer un lapso en los torrentes voluptuosos de la música de ritmo y blues, significaba que algo estaba pasando en la cotidiana existencia de los aprendices de hippies que finalmente lograron su propósito, vivir en comunidad, en libertad, con amor, con amor y paz, declarándose hipitecas por aquello de su origen precolombino, como aguerridos jipis de extracción chichimeca, tlaxcalteca, azteca o zacateca, según su geografía. Grandes composiciones sonaban por los altoparlantes, estéreos, radios o grabadoras -los que las tenían en esa época-, escritas y musicalizadas por los más grandes creadores de este México de nosotros.

Más joyas en acetato, desde la súper Onda Chicana y Javier Bátiz, con su rola ‘Pacífico jardín’
Más joyas en acetato, desde la súper Onda Chicana y Javier Bátiz, con su rola ‘Pacífico jardín’

Imagina que vas cruzando el cielo, a tu lado ves las nubes pasar y más allá ves una estrella brillar, donde vive una niña de verdad, una niña que vive a la luz del sol, su castillo es un mágico esplendor, allí cuida tus sueños para que siempre seas bueno, a todos los niños los cuida igual y si tú eres bueno ella un día vendrá y muy lejos de aquí te llevará y al volar llegarán a su pacífico jardín donde existe amor claro como el cristal (Pacífico jardín, Javier Bátiz).

Los nuestros estaban destacando en la radio comercial con piezas memorables, sin embargo, la represión post avandariana comenzó a erosionar los territorios ganados a base de entrega y corazón para lograr lírica y musicalidad como un concepto renovador del rocanrol sesentero, para conciliar una atractiva forma de vida a mediados de la década de los setenta llamada La Onda Chicana.

A cuarenta y cuatro años de los grandes sucesos, Zacatecas aún conserva en sus entrañas, la raíz de ese rock protestoso, de esa música trascendente, de esa expresión que te hace sentir libre, con toda la autoridad para gritar al mundo ¡A mover las cabezas cabrones! que este gobierno represor no va a poder con nosotros. Así se escuchó en el Tianguis Cultural de Guadalajara el pasado 5 de septiembre, en la primera Muestra de Rock Zacatecano, como preámbulo para recordar los acontecimientos del 11 de septiembre de 1971 en Avándaro, Valle de Bravo, Estado de México, con la participación de cinco de las bandas más gruesas de nuestro estado, Pacal, Postnecrum, Aurea Hybride, Meteoro y Urbanicidio. Un concierto pletórico de metal en estilos diversos que dejó una impresión muy grata entre la audiencia tapatía, la cual supo reconocer la valía de las bandas de aquí, luciendo sus mejores manifestaciones en los momentos de entrarle al slam, encantadas las damitas que participaron en el festín.

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