■ La obra inició en febrero; iba a concluir en mayo, señalan
Vecinos y comerciantes de la avenida Insurgentes, en la zona centro de la capital, reclaman al ayuntamiento de Zacatecas el retraso en la obra de remodelación, la cual inició en febrero y estaba planeada para concluir en mayo. Ahora, expusieron, se les ha dicho que posiblemente sea hasta octubre cuando terminen los trabajos, aunque los inconformes advierten que no hay avances en la construcción,
por lo que se ven afectados en muchos aspectos, sobre todo en la circulación.
Esto ha impactado a los comercios de esta zona y por este motivo cerró sus puertas un negocio de torno y soldadura y una imprenta, además de que ha bajado hasta en 98 por ciento las ventas en los únicos comercios que quedan; el único apoyo que dicen recibieron de la presidencia municipal fue una despensa.
“Creen que la gente es idiota y que la van a comprar con sus despensas; el alcalde Carlos Peña prometió que iba a venir a hablar con nosotros, pero vino el día que se tomó la foto y ya no volvió. Que venga a ver todo el desastre que hizo con sus ideas. No tienen idea de qué van a hacer, nos van a dejar sin estacionamiento y quieren hacer una placita, dice José, vecino del lugar.
Señala que gasta el doble de gasolina diariamente para llegar a su domicilio, pues tiene que rodear casi una cuadra; además, esto causa un embotellamiento vehicular en la calle Morelos y áreas cercanas en hora pico.
Algunos vecinos tienen tablas al exterior de su casa para poder caminar entre montones de piedras, arena regada y material de construcción tirado en el suelo, y cuando llueve es casi imposible salir de las viviendas, pues se enloda la calle y arrastra todo esta material.
Dicen que la obra contempla ampliar banquetas y retirar otras guarniciones, lo que los dejaría sin lugares de estacionamiento y no tendrían donde dejar sus automóviles; además, se va a reducir el espacio porque se piensa hacer una pequeña plaza.
Héctor, propietario de una carnicería, comenta que han bajado sus ventas más de 90 por ciento, además de que los surtidores de carne no pueden llegar a su negocio, por lo que tiene que caminar más de 200 metros y cargar con reces en la espalda hasta su negocio.
Dice que no se dieron opciones a los vecinos y comerciantes de tener un acceso; todas las calles circunvecinas están destrozadas y sin ningún tipo de avance, lo cual considera un error pues esta calle es uno de los accesos principales al centro y tenerlo cerrado más de 8 meses afecta a cientos de personas.
“No tienen planeación, hacen las cosas sin tomar en cuenta las afectaciones, el alcalde ya no regresó a ver que necesitábamos y sólo mandó una despensita; deben apoyarnos al menos con la renta del local o con los gastos de luz. No tenemos ganancias, nadie se para por esta calle y ya van como 3 o 4 negocios que cerraron; estamos quebrando por esta obra”, dice Héctor.
