■ Importante, evaluar el modelo educativo vigente, plantea Renacimiento Universitario
■ Hay la voluntad de unirnos todos los universitarios organizados o no organizados: Domínguez
El déficit financiero de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), la disolución de sus órganos de gobierno, la incertidumbre laboral de 600 técnicos académicos y académicos profesionales y el establecimiento “de una administración “autista, autárquica e indiferente”, son problemas que no se van a resolver si persiste la actual falta de conducción y gobernabilidad, afirmaron integrantes del grupo Renacimiento Universitario.
En conferencia de prensa, universitarios encabezados por el ex rector Francisco Javier Domínguez Garay y el aspirante a la Rectoría, Francisco Valerio Quintero, convocaron a la comunidad de la Máxima Casa de Estudios a sumarse a su proyecto que pugna por el fortalecimiento de la universidad pública y autónoma, responsable de educar, instruir y formar ciudadanos. En esa iniciativa “cabe todo, menos lo absurdo”.
Dieron a conocer un documento en el que Renacimiento Universitario “reivindica el compromiso de conducir el desarrollo institucional mediante una planeación responsable, ajena a criterios políticos o grupales para orientarla, en cambio, al fomento de áreas estratégicas de formación profesional y el fortalecimiento de sus vínculos con el sector social. Este compromiso no puede llevarse a cabo de manera responsable, si no se toma como base de su implementación el conjunto de necesidades educativas que presenta la juventud de la entidad”.
Domínguez Garay manifestó su desacuerdo “rotundo” de quienes plantean que actores externos intervengan para la resolución de los problemas de la UAZ, a la vez de afirmar que los universitarios tienen la capacidad, la responsabilidad y la inteligencia para hacerlo.
Para tal efecto, “se requiere que haya una conducción de esta Universidad que sea capaz de sumar voluntades, cosa que ahorita no vemos. Por lo tanto, Renacimiento Universitario ha platicado con quien representa al Grupo Universidad y con otros grupos organizados e individuos con la idea de generar un gran acuerdo que logre tres cosas: estabilidad, gobernabilidad y conducción”.
El ex rector aseguró que el cumplimiento de esos factores permitiría enfrentar los diversos problemas que hay en la UAZ, pero que no se limitan a ésta, sino que también se presenta en otras instituciones educativas o en los municipios, quienes adeudan también a la seguridad social.
De parte de Renacimiento Universitario, expuso Domínguez Garay, “hay la voluntad de unirnos todos los universitarios organizados o no organizados, pues 80 por ciento de los universitarios no está organizado, coincidiendo en que esta Universidad no puede cerrar sus puertas y debe dar claridad a la sociedad que el poco recurso que llega es bien utilizado”.
Valerio Quintero hizo un llamado a no reducir la política universitaria a la búsqueda de cargos administrativos, puesto que “esa es la nata superior de la política”. Además de que “la corrupción no es solamente la sustracción de recursos públicos, sino también lo es dejar de hacer el trabajo, simular que se hace. No dudo que tengamos problemas de esa índole, pero subrayo que la Universidad es objeto de evaluaciones puntuales, porque el que da el dinero no lo da si no sabe en que se gasta”.
Informó que la mayoría de los programas académicos de la UAZ cuentan con acreditación de calidad y muestra de ello es que es una de las mejores 20 instituciones en el país, pero de todas ellas probablemente sea la universidad zacatecana la que menos eroga recursos.
En el contexto de un déficit de mil 500 millones de pesos, adeudo que se estima para el inicio del próximo año, dijo que no hay certeza sobre el futuro inmediato de la UAZ si la comunidad de estudiantes, maestros, trabajadores y gobierno “no abordamos el problema con la debida responsabilidad”, comentó Valerio Quintero.
Además de la crisis financiera, Renacimiento Universitario señala otros problemas que deben atenderse, entre estos, la situación en que se encuentra el personal docente y administrativo respecto a su seguridad laboral, permanencia en el empleo y seguridad social, lo que puede constituirse como una amenaza a la calidad académica.
“En esta perspectiva, sostenemos que los derechos laborales contenidos en los contratos colectivos deben ser respetados en sus términos, como también debe serlo la autonomía y el respeto recíproco entre las organizaciones laborales que coexisten en nuestra casa de estudios”, sostuvo.
Una segunda manifestación de la crisis institucional, plantea Renacimiento Universitario, es la virtual disolución de sus órganos de gobierno, lo que abre paso a la desorganización académica, la proliferación de grupos que defienden violaciones específicas de los derechos y, en síntesis, “ha favorecido el establecimiento de una administración autista, autárquica e indiferente a su compromiso al frente del desarrollo institucional”.
Es decir, es impostergable la necesidad de restablecer en sus funciones al Consejo Universitario, a los Consejos de Área y los Consejos Académicos de Unidad.
También manifestaron la importancia de evaluar el modelo educativo vigente, ya que las áreas no han terminado de constituirse y, ahí donde existen, se requiere valorar su desempeño.
“Este análisis, así como los correctivos que amerite, deben ser implementados a partir de un Foro de Reforma Universitaria que contemple todas las áreas neurálgicas de la vida institucional de la UAZ. De este examen no puede excluirse la administración universitaria, la cual debe conducirse con transparencia y un escrupuloso respeto a los recursos que la sociedad pone a disposición de los universitarios.
