México, DF. En medio del desorden, la selección mexicana de futbol regresó esta tarde a la capital del país procedente de Estados Unidos, donde este domingo consiguió la Copa Oro al vencer en la final a su similar jamaiquina.
Mientras algunos jugadores como Guillermo Ochoa, Carlos Vela y Francisco Rodríguez abandonaban la sala de aduanas por otro lado, algunos como Héctor Herrera y Oswaldo Alanís lo hicieron por donde estaba la prensa y un nutrido grupo de aficionados.
Entonces se enfrentaron a una marea humana entre aficionados y periodistas que luchaban codo a codo y a empujones, por el autógrafo y la foto los primeros, y por la declaración y la imagen los segundos, lo que derivó en un caos total.
Se registraron algunos golpeados por ambos bandos, sin que nadie lograra imponer el orden, por lo que las cosas estuvieron cerca de salirse de control.
Ya se ha hecho costumbre que los seleccionados, vaya como vaya el equipo, se nieguen a dar declaraciones o se vayan por otro lado, sin que ninguna autoridad de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) trate de establecer protocolos.
Tanto Héctor Herrera como Oswaldo Alanís dijeron desconocer cualquier cosa sobre la agresión.
(Con información de Notimex)
