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viernes, 29 marzo, 2024
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Los intereses oscuros de la visita del rey de España a México

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Por: MIGUEL A. V MENDOZA •

La cancillería mexicana, a cargo de José Antonio Meade Kuribreña, anunció el 10 de junio de 2015 en un comunicado oficial, la confirmación de la visita de Estado del rey Felipe VI, portador de la corona española a tierras mexicanas.

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Expresaba el comunicado que la visita de Estado obedecía a la importancia de la relación bilateral tanto para México como para España, ello sin detallar en qué consiste esa tan afamada “importancia” de la visita del monarca a tierras mexicanas.

La casualidad en materia geopolítica y geoestratégica no tiene cabida, la visita del rey Felipe VI no obedece sólo buenas intenciones e intercambios de reconocimientos diplomáticos, el interés real de la corona española va más allá que la intención de fortalecer las relaciones diplomáticas entre España y México, a que me refiero con tal afirmación; no es difícil tratar de explicar que durante los últimos tres sexenios las relaciones económicas entre ambos países se han visto con un potencial crecimiento, en gran medida a favor de los capitales españoles, más que a favor de los capitales mexicanos en España.

Existen fuertes sospechas de que la realeza española tiene fuertes inversiones en el sector energético mexicano, a través de empresas como Iberdrola y Unión Fenosa, ambas vinculadas con Repsol, que maquilan cerca de 50 por ciento del total de la electricidad que provee la CFE a los mexicanos.

Con la reforma energética vigente, las empresas españolas pretenden invertir no sólo en la maquila de energía eléctrica, sino también participar en el millonario negocio del gas, la energía eólica y la extracción de hidrocarburos, es una buena oportunidad para hacer crecer sus capitales en el territorio nacional y diversificar sus inversiones, o sea, un terreno propicio para los negocios mediante el uso de la política y las relaciones diplomáticas.

En el caso del gas, la empresa Repsol y Fenosa, ambas de capital español, han estado presente en el mercado nacional a través del “coyotaje” y con la adquisición de concesiones para la distribución de gas natural en 7 estados de la República, operando principalmente en Monterrey, Nuevo León.

Con esta relación “binacional” como le llaman en la cancillería, el empoderamiento económico de los capitales españoles en México, no sólo se da dentro del sector energético, sino también dentro del sector financiero, donde los principales bancos privados que operan en el territorio nacional son de capitales ibéricos tal es el caso de BBVA Bancomer, dirigido por Francisco González, y Santander, dirigido por Carlos Gómez.

En materia de telecomunicaciones los capitales ibéricos también han tenido presencia y crecimiento en el mercado nacional, principalmente con la compañía Telefónica Movistar que dirige Francisco Gil Díaz con ganancias ya millonarias a partir de la reforma en telecomunicaciones.

Es extraño y sospechoso que las principales empresas españolas se vean favorecidas con las reformas estructurales de Peña Nieto y, que la regulación financiera, donde los bancos españoles obtienen grandes ganancias no se vean afectadas con reformas que graven las operaciones financieras y bursátiles.

La influencia que tienen los reyes de España en la política mexicana se puso de manifiesto cuando el periodista Jacobo Zabludovsky denunció en 2005 la adjudicación de la obra del tren sub urbano Cuautitlán-Buenavista a la empresa española CAF con sólo una llamada telefónica del rey Juan Carlos al entonces presidente de la República Vicente Fox Quezada, un negocio de 700 millones de dólares aproximadamente. A partir de entonces, la corrupción de las empresas españolas con los funcionarios mexicanos quedó de manifiesto y se evidenció nuevamente aún más con las grabaciones de la constructora OHL y los sobornos a funcionarios del Estado de México.

España es en la actualidad el segundo país con mayor inversión extranjera directa en el territorio nacional, sólo por detrás de los Estados Unidos, con un total de cerca de 4 mil empresas operando en el territorio nacional, principalmente en rubros como la construcción, energéticos, servicios financieros y telecomunicaciones. Los flujos de inversión de España a México de 1999 hasta el 2015 rondan cerca de 44 mil millones de dólares como inversión extranjera directa.

La visita del rey de España a México, después de analizar los antecedentes anteriores, desvanece cualquier acercamiento de buena voluntad, como coloquialmente se dice; una visita de amigos. Las razones verdaderas de la visita de Felipe VI, son, oscuramente, velar por los intereses económicos y financieros de los capitales de la realeza y de los capitales afines a ella. ¿Por qué viene a Zacatecas? Sospechosamente, una parada de la realeza en su recorrido por el territorio nacional es en Zacatecas, lo cual desde la perspectiva económica nos lleva a sospechar el interés de la realeza española en invertir en la riqueza del subsuelo, la minería. ¿Qué no se supone que ya se había terminado con el colonialismo?

Nos leemos la próxima semana con más análisis desde la economía. ■

 

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