■ Fosa común de Zacatecas, cerca de agotar su límite de 500 cuerpos; está a 70 % de su capacidad
■ Luego de esperar 15 días, los cuerpos no reclamados son enviados a la fosa común: IECF
Los cadáveres no identificados que registra el Instituto Estatal de Ciencias Forenses de Zacatecas son enviados a lo que hace algunos años se llamaba fosa común, nombrada actualmente fosa digna, ubicada en el municipio de Zacatecas. A fin de humanizar estos decesos, las autoridades de los panteones han permitido que se les coloque una cruz con la leyenda “Hijo de Dios”.
Luego de un balance de los últimos 15 años se advierte que la cifra de cuerpos no identificados se disparó paralelamente con el aumento de violencia derivada de la estrategia denominada “guerra contra el narco”, impulsada por el ex presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.
En el año 2000, se recibieron 6 cuerpos no identificados, de los cuales 5 finalmente fueron reclamados por sus familiares mientras uno fue enviado a la fosa común; en 2004 fueron 11, todos identificados; en 2005 llegaron 20, 14 fueron identificados y 6 remitidos a la fosa digna.
En 2006 se recibieron 19 cuerpos, enviándose 6 a la fosa común; en 2007 fueron 33, de los cuales se reconocieron 22 cadáveres; mientras que en 2008 de 37, se identificaron 30 y 7 permanecieron con identidad desconocida. Ya en 2009 la cifra aumentó a 50 cadáveres y en 2010 pasó a 55, en ambos años fueron 17 los cuerpos alojados en la fosa común.
A partir de 2011 aumentó vertiginosamente tanto la recepción de cuerpos en el Instituto Estatal de Ciencias Forenses de Zacatecas como el envío de cadáveres no identificados a la fosa. En ese año se registraron 233 casos, quedando sin identificar 97.
2012 ha sido el periodo en el que se registró el tope más alto de los últimos años, teniendo un histórico de 336 cuerpos, 216 identificados y 120 enviados a la fosa digna. Mientras tanto en 2013 fueron 51 cuerpos sin reclamar de un total de 150.
El año pasado se recibieron 157 cadáveres, de los cuales 47 permanecen sin identificación. En lo que va 2015, se han tenido 59 muertes, 48 han sido identificados y 5 han sido enviados a la fosa digna, la cual se encuentra en el panteón Jardines del Recuerdo, en la capital. La información fue ofrecida por el doctor Antonio Muñoz Quintero, director del Instituto Estatal de Ciencias Forenses de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Las autoridades calculan que 95 por ciento de estos cadáveres corresponden a personas que presuntamente pertenecieron a grupos de la delincuencia organizada y cuyas muertes se derivaron de enfrentamientos entre grupos antagónicos o con corporaciones de seguridad pública, pues presentaban orificios producidos por proyectil de arma de fuego o heridas provocadas por arma blanca.
El experto detalló que estas muertes violentas son investigadas de oficio por ser homicidios y se integra un expediente para dar seguimiento al caso.
Aparte de este tipo de fallecimientos, el Instituto de Ciencias Forenses también recibe los cuerpos relacionados con homicidios auto infligidos, que son los suicidios, y de personas que pierden la vida de forma repentina a causa de problemas de salud y quienes padecían previamente enfermedades que requerían tratamiento médico.
Asimismo, a esta instancia llegan los cuerpos de quienes fallecen de manera súbita por un infarto al corazón, por ejemplo, sin tener antecedentes clínicos. También se reciben las muertes de accidentes automovilísticos.
Los cuerpos no identificados permanecen en refrigeradores de conservación por un máximo de 15 días, en el municipio de Fresnillo, retrasando así su descomposición, esto por indicaciones de los Servicios de Salud de Zacatecas (SSZ).
Semanalmente se han llegado a atender hasta 20 solicitudes de personas que llegan a preguntar por familiares desaparecidos y que piden que se les busque en la SEMEFO. Quienes tienen la fortuna de encontrarlo aunque sea muerto en la fosa digna, prefieren no exhumarlo sino dejarlo ahí, y sólo cambian la leyenda “Hijo de dios” por el nombre que llevó en vida su pariente.
“Son mínimos los casos donde se hace una exhumación administrativa porque es traumático para los familiares, tomando en cuenta que verán a su familiar completamente diferente a como lo conocieron, por eso recomendamos que el mecanismo de identificación sea a través de tatuajes o fotografías, aunque en ocasiones hemos tenido que mostrarles restos óseos o un cuerpo en estado de putrefacción y esa imagen no se borra fácilmente”, explicó Quintero.
Desde el año 2006 el Instituto de Ciencias Forenses, ante la exigencia de la Federación de aplicar protocolos para el manejo de estos cadáveres, implementó un esquema para manejar el destino de los cuerpos que tienen una solicitud para su identificación.
Para que un cadáver llegue a la fosa digna debe haber pasado por los procesos de medicina legal correspondientes, aplicando la metodología científica para rescatar los indicios que pudieran llevar a su identificación. Una vez agotados estos procesos, entre ellos la necropsia, y después de conservar el cuerpo en refrigeración durante 15 días sin que haya sido reclamado por familiares o conocidos, se busca con las autoridades del panteón la ubicación topográfica para instalarlo en un lote y sección específicos.
El cuerpo se coloca en una caja de madera y se le pone, en una de las manos, una pulsera plástica y una placa de metal que lleva grabado el número de expediente. Hecho este procedimiento, se entierra el cuerpo y se clava una cruz.
Por su parte, el ingeniero Miguel Félix Carrillo, director del Departamento de Servicios Públicos del ayuntamiento de Zacatecas, informó que la fosa consta de un área de 800 metros cuadrados, la cual actualmente tiene ocupado 70 por ciento de superficie, y tiene una capacidad para albergar 500 cuerpos.
De acuerdo con la administradora del cementerio, Naira Yadira Elizalde, el panteón consta de 19.5 hectáreas, de las cuales se tienen enmalladas 3, y una de estas áreas está destinada para la fosa común; cuando se sature ese espacio se tiene previsto ocupar uno nuevo.
