■ Debe considerarse declaratoria de la tradición como patrimonio inmaterial: investigador
■ Presentan El corrido zacatecano contemporáneo, de Valentín de la Sierra al siglo XXI
Ahora es el momento para que empiecen a tomarse las medidas necesarias que eviten la pérdida de la tradición del corrido, una “enorme riqueza única en el mundo”, expuso el investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), Luis Rubio Hernansaez.
Durante la presentación de su libro El corrido zacatecano contemporáneo, de Valentín de la Sierra al siglo XXI, en el marco del segundo Festival del Corrido, señaló que entre las acciones que podrían comenzar a considerarse se encuentra la declaratoria de esta música mexicana como patrimonio inmaterial de la humanidad.
Sostuvo que un evento como este festival, que va por su segunda edición, tiene que crecer para convertirse en un referente internacional, aunque reconoció que ya es un punto de partida que puede lograr que se mantenga viva esta parte de la cultura.
Desde la presentación inicial del texto, realizada en primer término por el académico Francisco Valerio, se apuntó que este libro es el seguimiento de la obra publicada con anterioridad por Cuauhtémoc Esparza y llamada El corrido zacatecano.
En ese sentido, el autor Rubio Hernansaez subrayó que ésta no se trata de una investigación cerrada “ni mucho menos”, sino que está abierta para que otros investigadores interesados en el tema puedan continuarla; su trabajo en este escrito, añadió, es “un pasito para que los demás lo continúen”.
La decisión de empezar con esta recopilación de corridos, contó, comenzó cuando al interesarse por el tema, el cual encontró con una fuerte relación con otras expresiones artísticas populares como los cantares de gesta, advirtió que muchos de los autores de estas canciones ya habían muerto y, con ellos, la letra e historia de sus piezas se habían perdido.
Por esto, se preguntó “¿qué puedo hacer yo? (…) antes de que se termine de morir” el corrido. A partir de ahí empezó su investigación como una contribución a la historia de Zacatecas, pues “pensaba que estaba bien trabajar para que no se perdiera”.
Aparte de recuperar la música y la letra de los corridos que aparecen en el libro, Rubio Hernansaez comentó que el segundo objetivo de su obra es el de darles contexto histórico a estas piezas musicales para saber “cuál fue el motivo, qué pasó realmente, qué hay de leyenda y qué se ha añadido después”.
Concluyó, entonces, que con esta obra busca devolver parte de la “dignidad que se le debía dar a esas personas que tanto han hecho por el patrimonio de este país” como son los autores e intérpretes del corrido tradicional que finalmente han ido falleciendo, muchas veces, en el anonimato y abandono.
